Las dunas de Maspalomas en Gran Canaria

por Cristina Monsalvo
Las dunas de Maspalomas

Cuando este año decidimos pasar una semana de nuestras vacaciones en la playa nunca pude ni imaginar que acabaría en un lugar tan mágico como las dunas de Maspalomas, un espacio natural protegido y ubicado en la localidad de San Bartolomé de Tirajana, al sur de la isla de Gran Canaria. Durante nuestra estancia cada día pudimos disfrutar durante nuestros paseos por la playa de ese paisaje único que forma el dorado de la arena en contraste con el azul intenso del cielo y el mar. Nada menos que seis kilómetros de playa abrazan a las dunas y son los que tiene  el visitante para caminar entre el Océano Atlántico y las dunas de Maspalomas sin tener detrás un horizonte de rascacielos.

Las dunas de Maspalomas

Con sus 400 hectáreas de arena estas dunas forman un verdadero desierto en el que uno puede sentirse lejos del mundanal ruido con solamente adentrase unos metros en ellas. Atrás quedarán las voces de los que recorren la playa e incluso el sonido de las olas. Dentro de las dunas no hay nada, solamente arena, el cielo y tú. Es una sensación extraña y especial de la que uno no quiere desprenderse y con la que apetece jugar: subo una duna, escucho el mar; bajo otra duna, solamente silencio.

Recorrerlas durante el día no es tarea sencilla. Si vas descalzo, la parte de las dunas de Maspalomas a las que les de el sol en ese momento te abrasarán los pies, y la arena es tan fina que es imposible que los pies no se hundan en ella, por lo que tampoco resulta muy práctico ir calzado. Aún así, es divertido correr por ellas intentado llegar a la parte más fresca de la duna antes de creer que no aguantarás el calor en las plantas de los pies. Y una vez allí, rodar hacia abajo para convertirte en una croqueta y así tener la excusa para zambullirte en el océano y refrescarte antes de volver a investigar por ese paisaje tan cambiante y sin referencias que indiquen el punto exacto en el que te encuentras.

Dunas de Maspalomas

La playa que rodea las dunas en realidad son dos: la playa del Inglés y la de Maspalomas. Al ser la extensión de arena tan grande uno puede pasar el día alejado del resto de visitantes si así lo desea, pero la playa es tan grande que aunque uno quiera estar en primera linea nunca tendrá demasiado cerca a otras personas, algo difícil de conseguir en muchas playas del mundo. Pero quizás este lugar único de arenas doradas no sea del agrado de todo el mundo, y por ello hay que ir sabiendo que una gran parte de esta playa es zona nudista.

Ellos pasean por “su territorio” como llegaron al mundo, sin nada que les cubra salvo en algún caso una amplia colección de tatuajes. No les molesta la presencia de gente con bañador recorriendo esa parte de la playa, pero es cierto que ellos evitan ir desnudos a la zona donde la gente cubre sus cuerpos con ropa de baño más o menos grande. También es una zona gay y no es raro ver parejas del mismo sexo recorriendo la playa de la mano o regalándose algún gesto de cariño. Estamos en el siglo XXI y no creo que esto escandalice ya a nadie, pero si alguno prefiere evitarlo, que vaya sabiendo lo que allí se cuece.

Dunas de Maspalomas

Acabado el día, cuando el sol empieza a despedirse por el oeste, es sin duda el mejor momento de la jornada para disfrutar de las dunas y de la que dicen es una de las mejores puestas de sol del mundo. Para ello la mejor opción es ir hasta el mirador de las dunas de Maspalomas que se encuentra cruzando el hotel Riu Palace Maspalomas. Al atardecer se reúne allí mucha gente, muchos sencillamente para sentarse y ver como las dunas se van volviendo cada más oscuras y doradas a la vez que la sombras empiezan a adueñarse del lugar.

Otros prefieren quitarse los zapatos y cruzar esas dunas cuya arena a esa hora ya  no quema para subir a lo más alto y contemplar como el horizonte dorado deja paso a otro azul en algunos momentos. Sin duda es un paseo divertido y sencillo que tanto niños como adultos puede hacer y del que además disfrutarán.

Dunas de Maspalomas

Ese paseo puede ser tan largo como uno quiera, bastará subir más o menos dunas en una dirección u otra, pero lo cierto es que es posible llegar hasta la orilla del mar en pocos minutos si uno se dirige hacia la costa más cercana. También uno puede elegir una ruta larga y sentir durante más tiempo la fina arena bajo los pies, la cual poco a poco va perdiendo todo su calor para pasar a estar fresca al mismo ritmo que el astro solar deja de calentarla con sus rayos.

Dunas de Maspalomas

Azul, dorado… y unos pocos caminantes que quieren llevarse consigo el recuerdo de un paseo único en uno de esos lugares mágicos que aún podemos disfrutar esperando que permanezcan igual de bellos durante mucho tiempo.

Dunas de Maspalomas

Si te han entrado ganas de conocer las dunas de Maspalomas, uno de los lugares que ver en Gran Canaria, te cuento como llegar allí.

  • Si no vives en Gran Canaria no te quedará más remedio que llegar hasta allí en un ferry o en un avión. Sin duda la mayoría de nosotros tendremos que recurrir a este último medio, pero en este momento la verdad es que es bastante asequible. Nosotros compramos el vuelo por 70 euros i/v y volamos con Iberia Express. A su favor la variedad de horarios y la puntualidad. En contra, que se nota que es una compañía low cost en el poco espacio entre asientos.
  • El Aeropuerto de Gran Canaria está en la costa oriental de la isla, desde allí se puede llegar a las dunas de Maspalomas con la guagua 90. El trayecto hasta el Faro de Maspalomas dura 45 minutos y cuesta 4.05 euros, pero hay muchas paradas en distintos puntos de la Playa del Inglés, por si a alguien le interesa esa zona. El precio varía dependiendo de la parada en la que te bajes. Si quieres ir más cómodo, bastará subir a un taxi en el aeropuerto. Dicen que los de Gran Canaria son los más baratos de Europa. El precio entre el Faro de Maspalomas y el Aeropuerto es de 42 euros.
  • Por otro lado, si te alojas en la zona del Faro de Maspalomas, más moderna y chic que la Playa del Inglés, tendrás que recurrir de nuevo a la guagua (hay muchas que unen ambos puntos) que te costará 1,40 euros. También está la opción de un taxi, que te dejará en la puerta del Riu Palace por 6 euros.

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