Viajar con amigas y no morir en el intento

por Cristina Monsalvo
viajar con amigas

¿Qué chica o mujer no ha deseado viajar con amigas alguna vez?. Dejar atrás pareja, obligaciones, subir a un avión y marcharse unos días con las que en principio deberían ser las compañeras perfectas de viaje. Sin duda parece el plan perfecto. Pero aunque creamos que serían las vacaciones, éstas ideales pueden convertirse en un mal recuerdo si empezamos a descubrir que esas personas con las que compartimos confidencias y cafés con frecuencia tienen vicios y manías que desconocíamos y que nos sacan de quicio. Creemos conocer a las personas, sobre todo a esas con las que charlamos a diario y que nos acompañan de compras. Pero la convivencia es otra cosa. Y cuando uno viaja puede sacar lo mejor o lo peor de si mismo incluso con las personas a las que más aprecia.

Viajar con amigas

Ya sea para una escapada a Roma, un viaje a Malasia o unas vacaciones en la playa, ¿no te irías con alguna de tus amigas?. La mayoría estaríamos encantadas de preparar la maleta y poner rumbo a cualquier destino con nuestra amiga del alma. Y seguro que aunque los viajes con nuestra familia o nuestra pareja sean geniales, viajar con amigas es para todas algo especial. No solo se trata de estar tumbadas al sol en una playa del Caribe, ir de compras por París o descalzarse juntas para entrar en algún templo de Tamil Nadu. Viajar con amigas es compartir 24 horas al día. Para dormir, desayunar, comer o caminar hasta caer rendidos.

Antes de emprender el viaje con una o varias amigas se nos dispara el nivel de adrenalina. Pasamos tarde pensando destino, buscando hotel y organizado otros detalles. Y sobre todo hablando de las ganas que tenemos de compartir ese viaje. Pero, ¿será todo tal como lo hemos soñado?. ¿O viajar con amigas no es siempre tan perfecto como pensamos? ¿Cómo son realmente ellas y cómo vas a reaccionar tú antes esos detalles que desconocías?. Viajar con amigas te hará descubrir que tienes amigas con fobia a los insectos, otras indecisas y otras la mar divertidas. Porque en un viaje con ellas vas a descubrir lo mejor y lo peor de cada una. Lo interesante es saber gestionarlo durante el viaje y aprender de la experiencia para futuras ocasiones. Decir “viajemos alrededor del mundo” es sencillo, pero hacerlo, depende de con quien, puede no serlo tanto.

Viajar con amigas impacientes

Llega el deseado día empezar el viaje. Habéis quedado en el aeropuerto. Todas llegan a tiempo menos otra amiga y tú. Había atasco y os habéis retrasado 20 minutos. Al llegar y encontraros con el resto os dicen que ellas ya han facturado y sacado sus tarjetas de embarque. ¿Qué cara se te queda ante tanta impaciencia? ¿De verdad no podían esperar puesto que aún quedaban dos horas para despegar? Solo te dices que el viaje acaba de empezar y que ojalá esto sea solo una anécdota.

Viajar con amigas indecisas

Habéis llegado al destino. Aún quedan horas de luz y todas estáis deseando salir a descubrir que hay fuera. Es otoño y aunque hace algo de fresco no parece necesario abrigarse demasiado. Pero de repente una de las chicas empieza a preguntar que se pone. Si el plumas o la cazadora vaquera. Cada una da su opinión: si la cazadora con un jersey debajo. Mejor el plumas con una camiseta. Y ella que no sabe. A ver si va a pasar calor, a ver si va a tener frío… Te sientas en la cama, respiras hondo y cuentas hasta diez. El fin de semana acaba de empezar y has descubierto que una de tus amigas es la reina de la indecisión.

Pero, ay, solo es el principio. Hora de la zona después de unos vinos. Se busca un local, y entre risas a elegir que quiere cada una. A la tercera vez que viene el camarero todas los tenemos claro hace tiempo, menos ella. Qué le pregunta a ese camarero “¿cuál es tu plato preferido?” y cuando le dice “el mero” ella contesta que no la gusta el pescado. Y vuelta a pensar que quiere. Así cada comida y cada cena… todas muertas de hambre y sin tener la comida en la mesa por la amiga indecisa.

Viajar con amigas que roncan

Pues sí, las mujeres también roncan. Aunque ellas siempre lo van a negar. Incluso cuando te toca compartir habitación y cada noche la escuchas. Se lo dirás, y ella dirá que no ronca, que solo respira fuerte. Entonces la grabas… y aún así, ante la evidencia y tus ojeras cada mañana por no poder pegar ojo, lo negará. Tienes que recordar a partir de entonces llevar siempre tapones en la maleta.

Viajar con amigas con fobías

Te acabas de levantar y de repente sientes que alguien llama nervioso a la puerta de tu habitación. Es una de tus amigas. Tiene fobia a los bichos y hay uno en su baño. No te queda más remedio que ir a su cuarto para acabar con ese intruso que no la deja entrar en el baño. Vas esperando una cucaracha gigante voladora y te encuentras con una arañita de patas largas. Pero quieres más a tu amiga que a la araña y sabes lo que tienes hacer. Nota mental para próximos viajes con ella: llevar un insecticida. O una pequeña red caza arañas.

Viajar con amigas comilonas

A ti no te importa pasar horas y horas de acá para allá. Con un buen desayuno y una cena potente te vale. Pero una de tus amigas amenaza con desmayarse si no come. No puedes permitir eso, pero claro, no te apetece perder más de una hora metida en un restaurante. Haces de tripa corazón, compráis unos trozos de pizza o una emparedados en algún lugar y a comer. Todo sea por no perder una amiga lejos de casa. Y menos por no darla de comer. En la siguiente escapada no estaría mal llevar unas barritas o unos frutos secos. En cuanto una tenga hambre, unos anacardos y a seguir de turismo.

viajar con amigas

Viajar con amigas acaparadoras

Llegáis al hotel, empezáis a abrir las maletas, a colocar cosas y de repente encuentras que tres cuartos del armario y los cajones los ha ocupado tu compañera de cuarto. El silloncito que hay junto a la ventana está ocupado por sus chaquetas. Sus zapatos ocupan el suelo de media habitación. Te preguntas como podía llevar todo eso en la maleta. Pero entonces entras al baño y ves que una infinidad de tarros de cremas y perfumes ocupan todo el espacio libre. No sabes que hacer con tus cosas… ni como decir con suavidad que solamente el 50% de espacio es suyo. Pero si tienes claro que la próxima vez que compartas habitación con ella vaciaras el equipaje antes para no quedarte sin espacio.

Viajar con amigas incansables

Hay mujeres que parece que cada mañana se come un tazón de espinacas de esas que tomaba Popeye. Porque no parece haber otra explicación para que puedan aguantar todo el día pateando, de pie, subiendo y bajando. Las da igual subir una montaña que una torre. Nunca dicen que no, siempre son las primeras en tirar del carro y en animar al resto a no perderse ese lugar que parece fantástico. Lo malo es que no todas tenemos ese energía, y va dejando amigas por el camino. Una en un café, otra en un banco al sol, la tercera en una tienda con la excusa de comprar postales…

Viajar con amigas quejicas y gruñonas.

Siempre tiene calor, o sed, o ganas de ir al baño. Nunca parecen estar disfrutando del lugar y siempre la parece mal tener que levantarse a determinada hora para salir a conocer lugares nuevos. Dicen que se cansan, que ya no quieren andar. Qué tanto paseo para ver “eso”. Todo el día protestando. El resto se adapta a ella, porque tampoco hay que convertir el viaje en un suplicio. Y todas terminan tomando más cervezas que nunca y visitando la mitad de lugares de los deseados. Para la próxima, antes de nada, habrá que entregar a esa amiga quejica un plan detallado del viaje. Temperatura estimada, distancia de los trayectos, etc… Para que si no la cuadra se quede en casa o sentada en el hotel esperando el regreso del resto.

Viajar con amigas dependientes

Si quieren comprar algo, te llaman para que practiques tu arte para regatear y consigas lo que quieren más barato. Cuando hay que colocar las mochilas o maletas en el coche, nunca tienen fuerza. Ni por supuesto cuando hay que recogerlas de la cinta en el aeropuerto. El bolso las pesa. Ella no hacen fotos porque las tuyas son mejores. Es más, ¿para que se va a llevar la cámara de fotos si tu haces tan buenos retratos?. Si hay que ir a comprar algo para el viaje nunca tienen tiempo o no pueden ir solas. Cuando necesitan ir al baño siempre piden que alguien las acompañe. Parece que nadie se quiere dar cuenta de nada y tú, por no crear mal rollo, haces todo por ella. Menos lo de las fotos. Qué esas son tuyas ¡y solo tuyas!.

viajar con amigos

 Viajar con la amiga ideal

Por suerte todas tenemos esa amiga perfecta para viajar. A la que no le cuesta madrugar. Qué entiende que el espacio de la habitación es para dos. La parece perfecto llevar ella el bronceador y tú el aftersun. Es divertida, da gusto hablar con ella de cualquier cosa y al igual que a ti, le molesta si entra luz por la ventana al amanecer. Tan pronto se hace fotos saltando a tu lado como se divierte de compras en los zocos de Marruecos. Sabe que no hace falta estar todo el tiempo juntas. Si una prefiere visitar un museo y la otra ir de tiendas quedaréis más tarde para comer juntas comentando como han sido vuestras horas separadas. Un viaje con esa amiga, siempre es buena idea.

Ha sido sencillo y difícil a la vez escribir este post. Yo tengo amigas de todos estos tipos. Con algunas sé que no volveré a viajar nunca. No me compensa vivir esas situaciones que ponen al límite mis nervios y no quiero que por un conflicto de fin de semana pueda terminar una amistad. También se que yo estoy en alguno de estos tipos de amiga viajera. No os voy a contar cual, pero intento no importunar mucho al resto con mis defectos viajeros.

Por suerte también tengo amigas con las que es genial viajar, y aunque todas tenemos nuestros peros, con ellas es sencillo pasar todo por alto. Porque aportan tanto que merece la pena hacer lo que sea por ellas.

Y por último, tengo nuevas amigas con las que estoy desando viajar. Solo espero que antes de viajar juntas hagamos una pequeña terapia de grupo para confesar nuestros defectos viajeros. Así no nos llevaremos sorpresas desagradables y seguro que el viaje va sobre ruedas.

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9 comentarios

Laura Arteaga 30/08/2017 - 7:40 PM

Muy cierto, Cristina. Sucede hasta con familia y con parents de amistades. Todos tenemos nuestra preferencias cuando viajamos y queremos las cosas a nuestra manera. No es facial viajar con otros.

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Cristina 30/08/2017 - 7:44 PM

Así es, no es sencillo. Y cuando se pone tanta ilusión en algo lo que menos apetece es que nadie lo fastidie 🙂
Un abrazo

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jordi (milviatges) 01/09/2017 - 4:04 PM

jejeje, bonito post. Casi la peor amiga es la amigs quejica y gruñona. E incluso, a veces sin ser amigos y sin viajar con ellos los detectas por face. Que si aquí las cervezas no son frías, que si allá hay niños en los restaurantes, que si en esta playa hay demasiado gente…
En fin, que viajar con amigos no es nada fácil, desde luego.

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Cristina 04/09/2017 - 8:29 PM

Jajajaja… hay mucha gente que por sus comentarios deja claro que para mi no serían buenos compañeros de viaje. Y seguro que yo para ellos tampoco 😉

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Dónde Vamos Eva? 04/09/2017 - 8:34 AM

jajajaja, estos son esos post-reflexiones con los que muchos nos identificamos. En mi caso hago uno o dos viajes al año con mis amigas, son siempre escapadas cortas por España aprovechando algún fin de semana-puente.

La experiencia, a pesar de los roles, los estereotipos o perfiles,siempre ha sido buena, en general intercambiamos los roles que has identificado y al final, compensamos unas con otras.

Justo en estos días estoy armando un post sobre escapadas con amigas para el otoño, y haciéndolo me he dado cuenta de lo bien que me lo paso en estas rutas de amigas.

Un abrazo viajera!
Eva

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Cristina 04/09/2017 - 8:26 PM

Lo cierto es que en escapadas cortas es más fácil que reine la armonía. Aunque algunas de estas cosas me han pasado precisamente en viajes de fin de semana. Un abrazo.

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Alberto C. 04/09/2017 - 2:23 PM

Viajar con amigos siempre es una experiencia genial y divertida, sin embargo, a no ser que sean amigos MUY PRÓXIMOS o que compartan mis mismos gustos e intereses, a veces es casi mejor viajar solo. He tenido algunas malas experiencias con amigos que no les apetece hace nada de nada cuando viajan mas que sentarse a tomar cafés y salir por la noche… la verdad que no es mi idea de viajar en absoluto jaja

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Cristina 04/09/2017 - 8:25 PM

Viajar no es una cosa tan sencilla como muchos piensan. Por eso es importante dejar claro el objetivo del viaje antes de partir… y así evitar algún que otro malentendido. 😉

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Estelle 24/11/2018 - 12:32 PM

Muchas gracias por este artículo, muy interesante! 🙂

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