Diario de viaje India del sur : Munnar

por Cristina Monsalvo
Munnar

14 de Octubre – Munnar

Hoy salimos es el día en el abandonaremos Tamil Nadu, nos vamos al más conocido de los estados del sur Kerala, pero antes tenemos que desayunar… es el día de mi cumple, llevo años celebrándolo lejos de casa y esta mañana además de la felicitación de Arturo tengo una sorpresa. Cuando estoy disfrutando de una delicioso chai se acercaron a mi mesa tres personas del hotel, con una pequeña tarta, una felicitación y un ramo de rosas. Puf… la verdad es que me emocioné un poco, y casi me pongo a llorar. Fue un detalle muy bonito, aunque con el calor y el viaje que venía por delante dudé que las flores aguantaran mucho.

Hecho el check out en el hotel, subimos al coche con Vittal rumbo a Munnar, la primera de nuestras paradas en el estado de Kerala. Poco a poco vamos viendo como el paisaje cambian. Los arrozales que llegaban hasta el horizonte en Tamil Nadu empiezan a convertirse en plantaciones de té en las laderas de unas montañas. Estamos en los Ghates Occidentales, frontera entre los dos estamos más sureños de India.

Munnar, Kerala

Según vamos subiendo por la ladera de la montaña rumbo a Munnar notamos otro cambio: el calor agobiante que hemos llegado a sufrir algunos días ha desaparecido y ahora tenemos incluso que cerrar las ventanas del coche y quitar el aire acondicionado pues fuera ha refrescado bastante.
El paisaje es algo que no habíamos visto nunca: arbustos de té crecen unos junto a otros hasta donde la vista alcanza, solamente los caminos que utilizan los trabajadores cortan ese manto verde. Es realmente bonito y uno se pararía constantemente a hacer fotos, pero la carretera es estrecha y llena de curvas, así que evitamos pedir a Vittal que se detenga a no ser que veamos que es totalmente seguro.

Cuando alcanzamos a medio día la población de Munnar, otra cambio ha tenido lugar: el sol ha dejado de lucir y el cielo está plomizo, el aspecto es de que comenzará a llover de un momento a otro. Decidimos buscar en primer lugar el hotel, dejar las cosas y que mientras Vittal se ponga en contacto con el guía con el que vamos a hacer un trekking esa tarde (aunque en vista de como luce el cielo la cosa pinta mal…)
Llegamos al hotel Swiss County que está a unos kilómetros de Munnar, elevado sobre un soberbio valle. Es pequeño pero muy moderno y estiloso. Entramos con nuestro equipaje y al dar los pasaportes el recepcionista se da cuenta de que es mi cumpleaños. Me felicita y me dice que como están casi sin clientes me darán para las dos noches que vamos a pasar allí una suite en lugar de una habitación standard. Otro regalo sorpresa del día, no vamos mal.

Munnar, Kerala

Como en los alrededores no hay nada, la única opción para comer o cenar es el propio hotel, así que una vez organizado el equipaje y picado algo para comer, les comentamos que vamos a cenar en el hotel. Nos dan la carta y nos dicen que no hay problema, pero que tendremos que comer en la habitación, pues la única zona donde tienen mesas es en la azotea, y está abierta por lo que puede hacer mucho frío para la cena. Por nuestra parte no hay problema, así que les decimos lo que queremos cenar y salimos en busca de Vittal.
Justo empieza a llover cuando nos encontramos con el guía del trekking que nos dice que lo mejor es cancelar, pues los caminos se ponen intransitables con el agua. Incluso al día siguiente estará todo hecho un barrizal, así que lo mejor es olvidarnos de caminar por la montaña y buscar un plan alternativo… La primera cosa que se nos ocurre es visitar el Museo del Té, pero justo es día cierra. ¿Y qué hacemos entonces? La verdad es que la cosa pinta mal, el motivo de visitar Munnar es conocer los campos de té y las montañas, pero con lluvia no hay quien haga nada de eso. Estamos pensando en alternativas cuando me doy cuenta de que estamos paramos delante de una tienda de té. Le digo a Arturo que voy a bajar a comprar algo y una vez dentro de la tienda no se que hacer ni a quien dirigirme. En realidad son varios comerciantes que comparte local, pero en realidad todos venden lo mismo, así que me acerco a uno de ellos y le pido té y unos bollos bastante apetecibles para invitar a Vittal.
Mientras nos comemos lo que he comprado Vittal nos dice que le han contado que todos los días a pocos kilómetros hacen representaciones de kathakali. No lo dudamos dos veces y le decimos que es perfecto y al menos aprovechamos para hacer algo a pesar de la lluvia.
Llegamos al lugar y la primera impresión es un poco decepcionante. Unas maderas hacen de paredes, pero con tantos huecos que el agua entra por todas partes, el techo es de uralita y la lluvia suena tan fuerte que uno teme que pueda con el tejado…. pero bueno, es lo que hay, y cuando vemos que empieza a llegar gente, sobre todo indios, nos animamos y dejamos de sentir que nos hemos metido en un tugurio donde sencillamente nos han sacado las rupias y nos ofrecerán vete a saber que….
Media hora antes de la función ya empieza el espectáculo: uno de los actores sale al escenario y comienza a maquillarse ante nosotros. Intensos colores van cubriendo su cara hasta que deja de ser el chico que había salido para convertirse en uno de los personajes principales de lo que veremos a continuación.

Munnar, Kerala

Apagan las luces y salen unos músicos al escenario. También un actor, hombre, vestido de mujer (en el khatakali no actuan mujeres). Todo lo que veremos nos lo contarán los actores con diferentes gestos del rostro y movimientos del cuerpo, del modo que antes de que todo comience ese hombre convertido en mujer por el maquillaje y la ropa van mostrando los distintos gestos que veremos mientras un narrador describe lo que cada uno quiero decir: enfado, alegría, duda, amor….

Munnar, Kerala

Se supone que ya todos entendemos más o menos los gestos a partir de aquí, de modo que comienza el espectáculo y en el escenario van apareciendo diferentes personajes que al ritmo de la música nos van contando una historia de amor y celos, de buenos y malos, de hombre y mujeres… Una historia como las que hemos visto tantas veces en el cine o el teatro, pero aquí contado todo de otro modo, con una música de fondo que parece que te envuelve. Mucho color en el escenario y buenos actores. La verdad es que a pesar de las dudas iniciales salimos muy contentos del teatro y con la sensación de haber visto algo mejor que si finalmente hubiéramos ido en Kochi a cualquiera de los teatros de d kathakali que allí hay.

Munnar, India

Acabada la función Vittal nos llevó al hotel donde nos esperaba la cena….¡¡¡y otra tarta de cumpleaños!!! Esta la verdad es que no estaba muy buena, pero por supuesto les agradecí el detalle y disfrutamos de una rica cena que no fuimos capaces de acabar antes de irnos a descansar con la esperanza de que la lluvia no fuera nuestra compañera al día siguiente.
(Nota: las velas me las llevo siempre desde España y las soplo encima de una tarta de un plato de pasta, lo mismo da, pero lo importante es soplarlas)

15 de Octubre

Parece que el tiempo hoy va a ser benévolo con nosotros y la lluvia no hace acto de presencia al menos a primera hora del día. Subimos a desayunar a la azotea y disfrutamos de las mismas vistas magníficas que desde nuestra habitación. La calma del lugar y ese paisaje hacen que uno no quiera ni salir a pasear por los alrededores de Munnar….

Munnar, Kerala

Pero hay que movilizarse y salir a descubrir lo que los ghates tienen que ofrecernos. Vittal está puntual en la puerta y poner rumbo hacia el Parque Nacional de Eravikulam. Para llegar allí tenemos que cruzar una tras otra las plantaciones de té, hasta un punto donde debemos abandonar el coche y comprar los billetes de acceso al parque así como los del autobus que nos llevará hasta la entrada.
Somos los primeros en subir al bus, y cuando este se llena nos ponemos en marcha hacia el parque donde se supone tendremos la posibilidad de ver un tipo de cabra montesa, la Nilgiri Tahr. Y si que vimos una, pero en la carretera antes de llegar al parque.

Munnar, Kerala
Tengo que confesar que este parque fue la primera decepción de nuestro viaje por Kerala. Ni cabras ni nada que ver que mereciera la pena pagar las rupias que nos habían cobrado. Apenas una paseo de un kilómetro por un camino semi asfaltado y ya está. Con o sin cabras, desde mi punto de vista es una visita totalmente prescindible.

Munnar, Kerala

Una vez finalizado ese paseo por Eravikulam pusimos rumbo hacia Top Station, un punto en lo alto de las montañas y que es la frontera entre Tamil Nadu y Kerala. Se supone que las vistas son estupendas, pero vamos avisados de que la niebla suele ser la reina de lugar… asi que no nos sorprende cuando efectivamente no vemos mucho debido a que precisamente esa niebla cubre las laderas de la montaña. Aún así, hasta donde alcanzamos a ver los arbustos de té cubren la montaña creando un bonito paisaje.

Munnar, Kerala

Munnar, Kerala

Bajando desde Top Station paramos a ver otro lugares como el Echo Point y una presa, pero nada que destacar de estos lugares. Muchos puestos de comida, de recuerdos, coches, turistas sobre todo indios… y poco más. De nuevo lo más espectacular seguía siendo el paisaje de los campos de té.
Pero entre tanta cosa que nos dejaba ni fu ni fa, en mitad de una carretera Vittal se paró porque había visto elefantes salvajes. Estaban a cierta distancia, pero merecía la pena bajar del coche para verles a su aire paseando por las montañas.

Munnar, Kerala

Nos quedaba por ver a las trabajadoras que se encargan de la pesada tarea de la recogida del preciado té de Munnar, de modo que le pedimos a Vittal que hablara con alguien que le pudiera indicar donde encontrarlas. Pusimos rumbo hacia una de las muchas plantaciones de la zona y encontramos algunas mujeres metidas entre los arbustos del té cortando las mejores hojas con manos hábiles, y a otras transportando la voluminosa carga por las carreteras.
La verdad es que nadie me invitó a acercarme a ellas, pero como todo fueron sonrisas al verme entendí que no tenían problema en que sacara fotos. Ellas siguieron trabajando como si yo no estuviera allí, y disfruté de la soledad de estar rodeada del aromático té indio en compañía solamente de esas mujeres de curtidas por el sol, el trabajo y la vida.

Munnar, Kerala

A esa hora ya habíamos aprovechado a tope el día, y le dijimos a Vittal que nos acercara a Munnar para dar una vuelta por el pueblo, que la verdad es no ofrece mucho al viajero. Apenas nos habíamos alejado unos metros del coche cuando comenzó a llover como si no hubiera un mañana. Tuvimos que resguardarnos bajo el toldo de una tienda y esperar a que amainara un poco, pues hábilmente habíamos dejado los chubasqueros en el coche y no teníamos intención de empaparnos sin necesidad.
Cuando paró un poco dimos una vuelta por la calles llenas de agua del pueblo y pasamos junto a algunas tiendas, una de ellas una joyería donde me llamó mucho la atención la imagen de una padre de aspecto humilde junto a su joven hija. Estaban comprando joyas de oro, la hija quería las más brillantes y llamativas y yo veía la cara del padre que probablemente llevaba ahorrando desde que su hija había nacido para poder darle da mejor de las dotes…. Me entristeció todo, el padre trabajador y sencillo, la hija que solamente quería más y más, la historia de la mujer india y su dote… Cosas sin duda difíciles de entender y compartir.

Cuando regresamos al coche ya quedaba poco para que oscureciera, y como las opciones sobre que hacer eran pocas, le pedimos a Vittal que nos llevara al hotel para cenar allí y terminar el día tomando algo tranquilamente en la habitación.

Se acababa Munnar, al día siguiente emprenderíamos viaje a Kochi.

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