Dormir en Colonia: las mejores zonas de la ciudad

Si vas a viajar a Colonia y tienes pensando dormir en esta ciudad, seguramente te plantees cual es el mejor barrio para alojarse en ella. Después de haber visitado la ciudad no tengo duda de que el Altstadt es el barrio perfecto para dormir en Colonia. Sin embargo, esta zona es más cara que otras, algo que puede hacer que algunos viajeros prefieran alejarse un poco del centro para así ahorrarse unos euros.

Dónde dormir en Colonia

Os voy a contar un poco de cada barrio de esta ciudad alemana para que sepáis que podéis encontrar en ellos. Y por supuesto, os voy a dejar mis impresiones sobre el hotel en el que yo me he alojado en Colonia en mi viaje a esta ciudad.

Dormir en Colonia en el centro histórico

El Altstadt es el centro histórico de cualquier ciudad alemana. El de Colonia se divide en dos zonas separadas por la Cäcilienstraße. La parte norte del Altstadt es la parte más atractiva de Colonia. Es en esta parte de la ciudad donde se encuentran la Catedral, antiguas iglesias románicas, multitud de restaurantes y los mejores museos que ver en Colonia. A mi me parece el barrio perfecto para alojarse en Colonia, pero como podréis imaginar, los precios en esta parte son más elevados que en otros barrios.

Por su parte, el sur del Altstadt es también un buen lugar para dormir en Colonia. Sus precios más económicos lo convierten en una interesante opción de alojamiento para los que quieran estar a cerca del centro sin gastarse por ello más de lo necesario.

Dormir en Colonia: Neustadt-Nord

Allí donde termina la parte norte del Altstadt comienza Neustadt-Nord. En este barrio encontrarás establecimientos de grandes cadenas hoteleras de categoría a precios muy inferiores a los que esos mismos hoteles tendrían si se encontraran en el centro de la ciudad. Se trata de una buena opción para dormir en Colonia si no te importa tener que caminar un poco más para llegar a los lugares de interés de la ciudad.

Dormir en Colonia al otro lado del Rin

El último de los barrios en los que dormir en Colonia que os permitirá ir caminando hasta el centro es Deutz. Para llegar hasta este barrio en el que alojarse en Colonia hay que cruzar el Rin por los puentes Hohenzollern o Deutzer. Al otro lado del río se encuentra Deutz, un población que a finales del siglo XIX pasó a formar parte de Colonia.

Los más perezosos siempre podrán ir hasta en transporte público si deciden alojarse en Deutz, pero el paseo a pie por los puentes, con las bonitas vistas de Colonia al fondo hacen que merezca la pena cruzarlos a pie. En cuanto a los precios, como podréis imaginar, son también bastante más económicos que en el Altstadt.

Dormir en Colonia: Aachener Straße

Aquellos a los que no os importe depender del transporte público ni invertir tiempo en desplazamientos, siempre podréis encontrar un lugar para dormir en Colonia a lo largo de Aachener Straße. Aquí los alojamientos son más sencillos y por supuesto más económicos que en el centro y los barrios cercanos al mismo. El tranvía 1 recorre toda esta avenida desde Haumarkt, una de las plazas más emblemáticas del centro histórico de Colonia y cercana a los lugares turísticos de la ciudad.

Hotel Mondial am Dom, un alojamiento perfecto en Colonia

En mi fin de semana en Colonia me he alojado en el Hotel Mondial am Dom Cologne MGallery, probablemente uno de los mejores establecimientos para dormir en Colonia. Empezando por su ubicación y terminando por la excelente atención recibida, os aseguro que alojarse en este hotel de Colonia es todo un acierto.

Ubicación

Uno de los puntos fuertes de este hotel es su magnífica ubicación. A pocos metros del Museo Ludwig y y el Museo Romano-Germánico, de la Catedral de Colonia y de la Estación Central, alojarse en el Hotel Mondial am Dom es estar cerca de los principales lugares de interés de la ciudad. El río está a pocos metros de la salida del hotel, el puente Hohenzollern a un cortísimo paseo e incluso tiene una situación perfecta ir a algunos de los locales más atractivos en los que comer en Colonia.

Por si fuera poco, cada día, al salir del hotel, lo primero que se ve es la imponente estampa de la Catedral elevándose portentosa a pocos metros de distancia.

Habitaciones

Las habitaciones del Hotel Mondial am Dom se reparten en tres pisos por encima del lobby. Se puede solicitar una habitación con una cama grande o bien con dos camas. Algunas de ellas dan a un gran patio central, por lo que no tienen vistas a la ciudad. Unas pocas, las que dan a la fachada principal, tienen vistas de la Catedral. Nosotras nos alojamos en la parte opuesta, la que da al río. Al tener una habitación en el último piso teníamos vistas del Rin, de algunas de las casas del centro y al asomarnos a la ventana de la torre de una de las iglesias románicas que ver en Colonia: Groß St. Martin.

Al entrar, la habitación, decorada en tonos azules y mostaza, nos pareció un poco pequeña, pero la verdad es tenía un tamaño bastante cómodo. Sin ser una gran estancia, el espacio estaba muy bien aprovechado, con muebles ligeros y prácticos. Habíamos pedido dos camas y eso nos dieron. A cada lado una mesita y a los pies, además de la TV, un escritorio. Un mueble hacía las veces de armario, estantería para el hervidor y el servicio de café y hueco para la nevera. Utilizando una esquina creada por las paredes del baño, un pequeño sofá perfecto para utilizar como descalzadora.

En cuanto al baño es otra de esas estancias pequeñas aprovechadas para sacarlas el máximo partido. La ducha me pareció especialmente amplia, y a pesar de no haber mueble en la baño, una serie de repisas se convierten en el lugar perfecto para dejar toallas y artículos de aseo. No faltaba en el baño un surtido de amenities con gel, champú y crema del cuerpo, además de jabón de manos, todo de CO Bigelow, una marca de cosmética fundada en 1838. También teníamos algodones, lima y un pequeño costurero.

Desayuno

El desayuno cuando estoy de viaje es uno de los mejores momentos del día. No me importa madrugar para desayunar con calma, sobre todo cuando lo hago en el hotel y éste tiene un buffet lleno de cosas tan ricas como las del Hotel Mondial am Dom. Si además el comedor es luminoso y las mesas grandes y cómodas, todo perfecto para tomarse con calma la primera comida de la mañana.

Entre los productos que se ofrecen en el desayuno no falta el zumo de naranja: te lo preparas en el momento. Distintos embutidos (algunos típicos alemanes), quesos, frutas, huevos, cereales, panes, yogures,… Hasta te podías preparar mini gofres. También había variedad de leches, zumos y mermeladas. De todo para empezar el día con energía.

Lo único malo del buffet del Hotel Mondial am Dom es el precio: nada menos que 27 € por persona. ¿Los vale? Pues todo depende de lo mucho o poco que vayas a comer. De todos modos, si alguien quiere desayunar más ligero y no gastarse ese dinero, en el hotel ofrecen un desayuno más económico fuera del área de buffet. Sólo hay que preguntar por él en recepción.

Servicios del hotel

• Aparcamiento.
• Gimnasio, spa y sauna.
• Masajes (de pago).
• Wi-Fi en todo el hotel.
• Restaurante.

Hotel Mondial am Dom: lo mejor

• La ubicación, cerca de la estación de tren, del metro y entre la Catedral y el Rin.
• Las camas son comodísimas, con buenos colchones y distintos tipos de almohadas.
• La limpieza: todo está impoluto.
• Me gustó la decoración en general, sencilla y con estilo.
• Toallas esponjosas y albornoces.
• Estupendo tanto el aislamiento lumínico como acústico.
• La atención del personal, tanto en la recepción como en el desayuno, sobre todo el camarero que hablaba un poquito de español y estuvo pendiente de nosotras.

No tiene casi ningún pero este hotel, pero si hay un par de cosas que yo cambiaría:

• No me gustó la moqueta en los pasillos. Es inevitable que de cierto olor y sin duda es mucho más limpio el suelo de tarima de las habitaciones.
• El armario me pareció demasiado pequeño. Cabían los dos abrigos y las estanterías, al estar altas, resultaban algo incómodas.

Si me preguntáis si recomendaría este hotel, sin duda os diría que sí. Me ha parecido muy cómodo y un lugar perfecto para alojarse en él un fin de semana.

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