Restaurantes en Verona para comer y beber

El centro histórico de la ciudad de Romeo y Julieta está lleno de todo tipo de locales en los que saciar el hambre y la sed. Cafés, enotecas, locales de cadenas internacionales llenas las calles. Sin tener referencias es complicado elegir entre tantos restaurantes en Verona. Yo os voy a dejar aquí algunas recomendaciones para facilitaros la búsqueda a la hora de llenar el estómago.

Restaurantes en Verona

Aunque se pueden encontrar restaurantes en Verona en cualquier zona, es el centro, en torno a las plazas principales de la ciudad, donde se concentran la mayor parte de ellos.

Yo he estado tres veces en esta ciudad, la última en diciembre, en una ruta para visitar algunos de los mercados de Navidad  de Italia. En este viaje aprovechamos las recomendaciones de la directora de nuestro hotel y de una española a la que conocimos tomando un vino. En los otros dos viajes fuimos sobre la marcha y la verdad es que tampoco estuvo mal: aún recuerdo los spaghetti carbonara que me comí en la Piazza dei Signori bajo la atenta mirada de Dante. Más ricos imposible.

Aquí os dejo los restaurantes en Verona que conozco y creo que se pueden recomendar casi sin dudarlo.

Taberna di Via Stella (Via Stella, 5)

A pocos metros de la Casa de Julieta, uno de los lugares que ver en Verona, se encuentra este restaurante que hace gala de ofrecer en su carta los platos tradicionales de la cocina veronesa. Los que llevan años cocinando las abuelas y que a pesar de su sencillez, son dignos de presentarlos a los más exigentes comensales.

Embutidos recién cortados, quesos, pastas, polenta, pescados y postres caseros llenan el menú. Sin olvidarnos de una de las especialidades de este restaurantes: el risotto Amarone. Nos dijeron que es el mejor de Verona y yo solamente os puedo decir que estaba realmente bueno.

En cuanto al local, es tan acogedor como sencillo. Importante reservar, pero siempre de forma presencial o llamando por teléfono, no aceptan reservas por correo electrónico.

Pizzeria Impero (Piazza dei Signori, 8)

Antes os hablaba de los mejores spaghetti carbonara que he comido. Igual el tiempo me hace recordarlos mejor de lo que eran, o puede que se juntaran muchos factores para convertir ese plato en inolvidable. El sol de un día de mayo, estar comiendo al aire libre en una de las plazas más bonitas de Verona, el hambre que podía tener en ese momento.

En cualquier caso, yo os quiero recomendar también este local, su ubicación es envidiable, y sobre todo cuando el tiempo acompaña, comer bajo una de sus sombrillas es sin duda un auténtico placer. Respecto a la carta, ofrece platos típicos de Verona como el carpaccio de trucha o el bigoli de con pato y trufa.

Se puede reservar directamente desde su web, lo cual facilita las cosas: Pizzeria Impero.

Antica Bottega del Vino (Via Scudo di Francia, 3)

Uno de los restaurantes más antiguos de Verona. Y probablemente también uno de los más bonitos. Su historia se remonta al siglo XVI, cuando su nombre era Osteria lo Scudo di Francia. En el siglo XVIII, cuando parte de las regiones del Veneto, Lombardia y Alto Adige, formaban parte del imperio Austro Húngaro, el local cambió su nombre a Biedermeier. A partir de 1890, ya fue Bottega del Vino, y en 2011 se convirtió, hasta ahora, en la Antica Bottega del Vino.

Nosotros no comimos en este restaurante, pero hicimos una parada para tomar unos vinos antes de cenar. Cuentan en la Antica Bottega con una de las mejores cartas de vino de Italia y han recibido varios premios de revistas especializadas. Ni el precio de los vinos ni de los platos de la carta es barato, pero al final, cuando se está de viaje, tampoco está de más darse un capricho de vez en cuando.

San Matteo Church (Vicolo San Matteo, 4)

No muy lejos de la Arena se encuentra uno de los restaurantes de Verona más singulares. Ocupa una iglesia desconsagrada que se convirtió en pizzeria en 1991. El local cuanta con dos pisos y lo frecuenta sobre todo gente joven. Su carta cuanta con una amplia variedad de platos tradicionales, pero sin duda las pizzas son su fuerte.

Yo personalmente me esperaba que interior fuera más atractivo, que se hubieran cuidado más determinados detalles de la decoración y la luz. Pero tengo que reconocer que lo importante, que eran las pizzas que nos comimos, estaban deliciosas.

Enoteca San Lorenzo (Corso Porta Nuova, 18a)

A pocos metros de Piazza Bra, en lo que fue una antigua tienda de electrodomésticos (aún conserva su cartel) se encuentra este restaurante que hace las veces de bar. Cuenta con un pequeño número de mesas, un reservado y una zona más informal pensada para tomar un vino y picar algo ligero. O tomar una copa después de la cena.

La carta es una recorrido por la gastronomía típica veronesa e italiana. Quesos, embutidos, ensaladas, sopas, carnes, pescados y, por supuesto, pastas. Las tablas de antipasti nos parecieron generosas, sin embargo, la pasta no terminó de convencernos: demasiado fuerte para nuestro gusto.

El local tiene grandes ventanales y está decorado con bastante estilo. También tienen una amplia terraza en el exterior, un buen lugar para sentarse a tomar uno de los muchos vinos que tienen en su vinoteca.

Hasta aquí mis recomendaciones de restaurantes en Verona. Hay muchos más, y si alguna vez regreso a la ciudad, prometo apuntar mis nuevos descubrimientos gastronómicos.