Son muchos los que deciden viajar a Cerdeña atraídos por sus playas. Y no es de extrañar, ya que esta isla italiana cuenta con un buen número de ellas. Las hay de piedras, de arena, perfectas para ir en familia o para pasar el día haciendo snorkel. Nosotros fuimos a varias de las mejores playas de Cerdeña. Algunas de esas que todo el mundo recomienda y que son también lugares que ver en Cerdeña. Y otras que descubrimos por casualidad.
Fussen es una de las ciudades más bellas y turísticas que ver en Baviera. Su cercanía al conocido como Castillo del Rey Loco, los lagos que la rodean y la propia historia de la ciudad la convierten en un visita imprescindible en el sur de Alemania. Además, por si fueran pocos sus atractivos, los lugares que ver en Fussen forman parte de la última parada de la Ruta Romántica alemana.
Son muchos los restaurantes en Cerdeña. Es imposible conocerlos todos, por lo que yo os voy a recomendar, de entre los que visité, cuales son mis preferidos. Esos en los que creo merece la pena comer o cenar si lo que se busca es buena comida sarda o italiana.
Si os gusta la comida italiana, está claro que comer en Cerdeña será para vosotros un placer. Nosotros hemos disfrutado de muchas cosas en esta isla, y os aseguro que una de ellas ha sido su gastronomía. Buenas pastas, pescado fresco, deliciosos quesos. Comida sencilla elaborado con productos de la tierra, del mar y yo diría que siempre, con una buena dosis de cariño. Uno se sienta a la mesa y muchas veces siente estar comiendo en casa algún plato preparado por la mamma o la nonna.
¿Sabías que hay más de 1.700 restaurantes en Nantes? A la vista de esos datos está claro que el que no come en Nantes es porque no quiere. Hay locales para todos los gustos y bolsillos. Desde los dos restaurantes que presumen de su estrella Michelín a un buen número de crêperies en los que disfrutar de una comida relajada con todo el sabor de Bretaña.
El norte de la provincia de Cáceres, desde el Valle del Jerte hasta la Sierra de Gata, es un lugar en el que las montañas y los bosques son protagonistas. Con pequeños pueblos salpicando su geografía, esta parte de Extremadura es sin duda un gran destino para disfrutar en verano. Poca gente, atractivas localidades, buena gastronomía y las fabulosas piscinas naturales de la Sierra de Gata convierten a los pueblos de esta tierra extremeña en un verdadero paraíso veraniego.
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