Son muchas las razones por las que merece la pena quedarse a dormir en Guadalupe. Para mi, la principal, es poder disfrutar con calma de esta bonita localidad serrana rodeada de montañas en la que se respira aire puro y cerca de la cual se pueden dar agradables paseos por la montaña. En nuestro caso llegamos a Guadalupe una tarde que aprovechamos para disfrutar de esos deliciosos platos que comer en Extremadura, dimos un paseo y tras una noche de descanso, regresamos al día siguiente para conocer con detalle el impresionante Monasterio de Guadalupe.
Hace años que teníamos ganas de conocer Guadalupe, capital de la región de las Villuercas, en Cáceres. Por distintas razones parecía no llegar el día de visitar esta localidad Patrimonio de la Humanidad. Por fin, al comenzar a organizar nuestra Ruta de los Descubridores por Extremadura tuvimos claro que en este viaje íbamos a poder descubrir todos los lugares que ver en Guadalupe. Fue precisamente en este pequeño pueblo rodeado de montañas donde comenzamos nuestro periplo, del mismo modo que fue aquí donde se dio el pistoletazo de salida a la que sería la Era de los Descubrimientos.
Nunca hubiera imaginado que íbamos a comer tan bien en Fuerteventura. Sin que la gastronomía de la isla cuente con una gran lista de platos típicos, está claro que han sabido sacar provecho a sus productos tradicionales y ofrecer a los viajeros lo mejor de su tierra (y su mar). Cuando llegamos a la isla, en la primera casa rural en la que nos alojamos, preguntamos por restaurantes en Fuerteventura. Lugares lejos de los núcleos turísticos en los que poder ir a comer o cenar. Desde aquí tenemos que dar gracias a nuestros anfitriones porque todas sus recomendaciones fueron excelentes. Ahora, me animo también a compartir con vosotros los restaurantes que más nos gustaron en esta isla de las Canarias.
Soy de la opinión de que todo viaje tiene su origen en algo que nos ocurre. Una noticia que la radio, una exposición que hemos visitado, un documental, una charla con amigos o puede que una película. En mi caso, el gusanillo de descubrir los lugares que ver en Plasencia «me picó» a raíz de leer un libro, y más tarde, de la serie basada en el mismo. El libro es de una de mis autoras preferidas, Isabel Allende. Y el título del mismo «Inés del alma mía». La protagonista es Inés Suárez, una mujer a tener en cuenta cuando se habla de los descubridores extremeños, pues ella, junto a Pedro de Valdivia, conquistó Chile y fundo Santiago de Nueva Extremadura, la actual capital chilena.
Son muchas las playas paradisiacas que ver en el Algarve. Las orientales son perfectas para practicar surf y la mayoría de ellas están rodeadas por esos acantilados dorados que atraen a tantos bañistas y turistas. Por el contrario, las playas de la parte occidental, son grandes arenales. Playas kilométricas en el que el horizonte es el límite. Una de esas playas, mi preferida de entre todas las que he conocido en el Algarve, es Praia do Barril. Una preciosa playa de arena fina y dorada en la que se puede ver un singular cementerio de anclas que llama la atención de todo el que pasa por allí.
La mayoría de los que emprendemos viaje a Camboya lo hacemos con destino a un lugar muy concreto: Siem Reap y los templos de Angkor. Es sin duda el objetivo de miles de turistas que cada año visitan uno de los lugares religiosos más impresionantes del mundo. Para muchos, su viaje a Camboya termina ahí. Ni tan siquiera se plantean visitar la capital del país, Phnom Penh. ¿La razón? Han oído tantas veces que esa ciudad no merece la pena, que no tiene nada interesante y que además es peligrosa que directamente se olvidan de ella.