Korcula: qué ver en 1 día

por Cristina Monsalvo
Korcula

Cuando comencé a preparar nuestro viaje de una semana por Croacia poco tardé en darme cuenta que teniendo el vuelo con llegada y salida por Dubrovnik nuestro recorrido tendría que limitarse a conocer lo más interesante de la región de Dalmacia. De modo que leí detenidamente mi guía Lonely Planet (Arturo dice que es mi biblia de viajes) y en ella fui descubriendo algunos lugares de los que confieso sin ninguna vergüenza que no había oído hablar jamás. Uno de ellos fue Sibenik. Otro, la isla de Korcula, la sexta más grande del Adriático, en la que me llamó la atención lo que leía sobre la ciudad del mismo nombre. Inmediatamente la añadí a la lista de lugares que íbamos a conocer y fue sin duda el mayor acierto del viaje.

La ciudad de Korcula está en un extremo de la isla del mismo nombre, el paisaje que la rodea lo forman verdes viñedos y el mar azul, sus calles son estrechas y empinadas, las casas blancas y los tejados rojos… Es un lugar para pasear sin rumbo, en el que disfrutar del casco antiguo, ir un poco más allá para descubrir alguna plaza, iglesia o restaurante especial. Estando allí pensaba que no me importaría pasar allí una semana desayunando con vistas a la catedral, pasando el día subida en una moto conociendo los alrededores y cenando en la terraza de algún restaurante con vistas al puerto.

Korcula. Croacia

Pensaba que jamás hablaría a nadie de esta ciudad tan bonita, que la guardaría en secreto para que la gente no se vuelva loca por conocerla, pero al final debo tener buen corazón y no he podido dejar de compartir con todos la existencia de este lugar tan especial y mucho menos saturado de turistas que otras ciudades croatas.

Korcula

Si pienso ahora en esta ciudad podría decir que es como una pequeña Dubrovnik: una península que se adentra en el Adriático, calles estrechas que suben y baja, una muralla, iglesias, palacios… Pero hay una gran diferencia que hace a Korcula especial: casi no hay turistas. A ver, entenderme, hay gente con la cámara de fotos al cuello, pero uno puede caminar tranquilo, no se escuchan voces en las calles, no tienes que esperar para hacer una foto y que no salga un montón de gente en ella.

Korcula es bella y es tranquila, no es tan monumental como la cercana Dubrovnik ni tiene la historia de Split. Korcula es como una ciudad de cuento por la que pasear sin rumbo fijo, en la que sentarse a tomar un vino en una enoteca decorada con gusto o disfrutar de una cena mientras se contempla la puesta de sol.

korcula croacia

Al igual que otras ciudades de Dalmacia que conocimos en este viaje, Korcula tiene muchos restaurantes y tiendas, evidencia de ser una ciudad turística, pero sin embargo uno no tiene la sensación de que esos negocios ocupan toda la ciudad. Las tiendas son discretas y bonitas, los restaurantes se encuentran sobre todo en los alrededores de la casco antiguo, creando una especie de animado paseo marítimo… Además los precios aquí son mucho más ajustados que en Dubrovnik.

Qué ver en Korcula

Catedral de San Marcos

Entre la lista de lugares que hay que visitar en la ciudad, sin duda está la Catedral de San Marcos, ubicada en la plaza del mismo nombre, en el punto más alto de la ciudad medieval. Poco tiene que ver en esos grandes templos que uno imagina cuando habla de catedrales. Esta es pequeña y delicada, con rincones que llaman al visitante a acercarse a ellos, bellos capiteles en sus columnas y una joya en el altar: el cuatro Los Tres Santos, de Tintoretto.

Si uno llega en horario de misa podrá entrar de forma gratuita al templo, de otro modo hay que pagar por acceder al interior. Una puerta desde la plaza da acceso al baptisterio, y desde él un pequeña puerta invita a subir a la torre. No es muy alta y el ascenso es sencillo (menos el primer tramo, que es muy estrecho). Nosotros subimos por la noche y la preguntamos al chico que si con la misma entrada nos dejaba subir a la mañana siguiente, a lo que sin dudar nos dijo que si. De modo que vimos la ciudad a la luz de la luna y del sol. Una preciosidad.

Catedral de Korcula

Palacios y museos

También en la plaza de la catedral está el Palacio de la Abadía convertido actualmente en el Museo Riznica (para los que quieran ver iconos y pintura dálmata) y justo enfrente el Palacio Gabriellis, sede del Museo de la Ciudad.

korcula croacia

Otro de los lugares a tener en cuenta es lo que se supone es la casa donde nació Marco Polo. Si, el de los viajes. Porque parece que está demostrado que este insigne viajero vino al mundo en esta isla que se le quedó muy pequeña. Poco queda de esa casa, apenas los muros y una bonita ventana gótica junto a una torre que poco tiene en su interior pero que para entrar en ella hay que pagar. Nosotros lo hicimos. ¿Vale la pena? Pues mira, la verdad es que dentro hay poco o nada que ver, aparte de la vista desde la parte más alta. Yo ahora sabiendo lo que hay, pues me la hubiera saltado y ahorrado esas kunas.

En la ciudad también está el Museo Marco Polo, un lugar muy popular sobre todo para familias con niños.

Tiendas Marco Polo, Korcula

Casco antiguo de Korcula

Pero sobre todo insisto en que esta ciudad es para subir y bajar por su calles, buscar rincones secretos tras puertas abiertas, descubrir plazas, iglesias…. En Korcula el tiempo parece haberse detenido, la gente sonríe más que en otras ciudades croatas, el cielo y el mar la rodean de intenso azul. Me sentí muy cómoda en esta pequeña ciudad que se construyo de tal forma que el viento maestral la refresca en verano al entrar por la calles occidentales, mientras que en invierno las curvas calles orientales minimizan la fuerza del bura, el frío viento del este.

korcula croacia

Si con lo que os cuento he conseguido animaros a conocer esta ciudad, os dejo aquí algunos datos prácticos… Pero sobre todo no le contéis a mucha gente que hay una preciosa ciudad llamada Korcula en la que nació el más grande los viajeros (así conseguiremos que mantenga su encanto sin estar constantemente llena de visitantes).

Cómo llegar a Korcula

  • No queda más remedio que hacerlo por mar.
  • Si vais con coche podéis embarcar en el ferry de Jadrolinija en Split tal y como nosotros lo hicimos. En verano hay dos diarios, uno por la mañana y otro por la tarde. Se tardan tres horas en llegar de tierra firme hasta Vela Luka, y desde allí hay que cruzar la isla por carretera para alcanzar Korcula.
  • También se puede llegar en 15 minutos con el coche en el ferry de al misma compañía que sale cada hora y une Korcula con Orebic.
  • Por el contrario, si uno viaja sin coche, además de poder utilizar estos barcos tendrá la opción de utilizar como medio de transporte un catamarán que entre junio y septiembre une Split con Vale Luka, haciendo parada en Hvar.

Dónde dormir en Korcula

Cuando uno camina por las calles de Korcula encuentra muchos carteles en las puertas de las casas que dicen “sobe” o “apartman”, indicativo de que allí el viajero puede encontrar alojamiento en casas privadas que cuentan con habitaciones en alquiler. Las hay de muchos tipos, algunas comparten baño con otros huéspedes, otras son pequeños apartamentos ubicados en la parte baja de algún antiguo palacio. Pero lo que en Korcula está casi garantizado es que tendrán tranquilidad y el ruido más fuerte que se escuchará será el de las risas de los niños.

Fiorino Rooms Korcula, Croacia

Nosotros nos alojamos en Fiorino Rooms, a pocos metros del casco histórico. Tienen dos habitaciones modernas y limpias, con baño propio, aire acondicionado y wifi. Lo único malo es que la ventana da una calle sin ningún encanto…. pero ¿quien va a querer estar en la habitación pudiendo estar en las calles de esta ciudad?

Dónde comer en Korcula

Seguro que cada viajero encuentra en Korcula su restaurante ideal. Los hay con vistas al mar, con mesas en las estrechas calles, con comedores interiores…. En cuanto a que comer uno no debe dejar de probar las ensaladas en las que cada producto que en ella ponen sabe a lo que de verdad tiene que saber: tomates de intenso color y sabor, sabrosos pepinos, aceitunas de la tierra. Y si a uno le gusta el vino, lo mejor es acompañar cualquier plato con uno de la tierra, o quizás con alguna de las cervezas que también se fabrican en Croacia.

Un local a tener en cuenta es Adio Mare (Ul. Svetog Roka), con su comedor junto a la cocina y su jardín sobre la ciudad. Eso si, hay que recordar reservar mesa o uno se quedará con las ganas de probar sus platos que además no son nada caros.

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