Qué ver en Zamora en 1 ó 2 días

por Cristina Monsalvo

Dicen que Zamora no se ganó en una hora. Y por supuesto, es imposible conocerla en ese tiempo. Su patrimonio es amplio, con una destacada representación de edificios románicos y también modernistas. Yo os recomiendo dedicar al menos un día a descubrir los lugares que ver en Zamora. Aunque si podéis dedicar un par de ellos, las posibilidades son aún mayores.

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Qué ver en Zamora en un día

Os tengo que contar que soy medio zamorana, y puede que por eso tenga un cariño especial a esta ciudad. De pequeña iba con cierta frecuencia a pasar unos días con mis abuelos y mis tíos. Disfrutaba de la ciudad del modo que lo hacen los niños, jugando e ignorando los atractivos de la ciudad.

Siendo ya adulta, he regresado en varias ocasiones a recorrer la ciudad y compartir con mis acompañantes los encantos y lugares que ver en Zamora. La he visitado en Semana Santa y en todas las estaciones. La última vez fue hace unas semanas, y gracias a esa visita voy a poder escribir este post contando como organizar un recorrido por Zamora en un día. ¿Os animáis a seguir mis pasos?

Puerta Nueva y Murallas

Empezamos el recorrido por la ciudad en su Puerta Nueva.  Para ponernos en situación, contaros que a Zamora se la llama “la bien cercada”. Y con razón, ya que contaba nada menos que con tres recintos que la amurallaban y que la ayudaron a protegerse entre los siglos XI y XIII.

De la puerta queda poco (por no decir nada), pero a ambos lados del hueco que debió ocupar, se pueden ver lienzos que pertenecieron al segundo y tercer recinto amurallado. La Puerta Nueva perteneció a este último, que fue levantado durante el reinado de Alfonso XI.

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Iglesia de Santa María de la Horta

Dejando atrás la muralla y caminando en paralelo al Duero, hay que desviarse a la derecha en la Calle San Julián del Mercado para llegar a la pequeña plaza en la que se encuentra la Iglesia de Santa María de la Horta, uno de los templos románicos que ver en Zamora.

En esta iglesia, levantada en el siglo XII, destacan el ábside y las portadas, alguna de estas últimas con capiteles decorados con motivos variados. Formó parte del convento que perteneció a los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, y desde el siglo XVI hasta la desamortización, fue el hogar de monjas de la misma orden.

Puente de Piedra, un icono que ver en Zamora

Volviendo al paseo junto al Río Duero, se llega en pocos minutos al Puente de Piedra. Uno de los símbolos de la ciudad y la forma más atractiva de cruzar el río. Fue construido en el siglo XII, siendo reformado durante los siguientes siglos. Durante mucho tiempo fue el único paso existente entre los diferentes barrios de Zamora.

Aunque este puente es conocido como el Puente de Piedra, anteriormente se llamaba Puente Nuevo. Y es que antaño hubo otro puente cruzando el Duero, El Puente Viejo o de Olivares, del que aún se pueden apreciar algunos restos emergiendo de las aguas del río.

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El Puente de Piedra es peatonal, cuenta con dieciséis arcos y sobre los pilares se pueden ver desaguaderos, unos huecos que ya usaban los romanos y que en caso de crecida de los ríos evitan en gran medida que el puente pueda ser derribado por las aguas. En la última remodelación que se hizo en el puente se eliminaron los diferentes elementos defensivos con los que contaba, tales como las almenas o las torres.

Paseo junto al Río Duero

Una vez que estamos al otro lado del Duero, lo mejor es bajar las escaleras que llevan al sendero que discurre paralelo al río. Desde mi punto de vista, es el paseo más bonito que se puede dar por Zamora. Las vistas del río con la ciudad amurallada y la Catedral al fondo no tienen parangón.

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La panorámica sobre la ciudad va cambiando a medida que avanzamos. En algunos puntos, entre la vegetación, se puede ver el Puente de Piedra. En otros, lo que queda del Puente Viejo. Pero siempre, como protagonista, “la bien cercada”. Tan presumida y sabedora de su belleza que no puede dejar de mirarse en las aguas del río que lleva siglos formando parte de su fisonomía.

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El Duero está magnífico a su paso por Zamora y su orilla es tan buen lugar para disfrutarlo que además de sus miradores, hay hasta un lugar de recreo: la Playa de los Pelambres. Una zona con mesas, césped, un quiosco, sombrillas y hasta fina arena junto al agua. Un lugar perfecto para contemplar la que es una de las perspectivas más bonitas de las que podemos tener de una ciudad española. Y si el tiempo acompaña, pues hasta hacer un picnic o darse un baño en el río.

Barrio de Olivares

Para regresar al centro de la ciudad y continuar la ruta por los lugares que ver en Zamora, lo mejor es cruzar por el Puente de los Poetas. Una vez atravesado el río, solamente hay que caminar hacia la derecha para llegar al Barrio de Olivares (también conocido como Arrabal de Olivares). Un barrio que te hace sentir en un pequeño pueblo que se articula en torno a su iglesia y que vive mirando al río. Sus casas bajas y sus calles tranquilas poco tienen que ver con lo que nos espera en el centro histórico de la ciudad.

Aceñas de Olivares

Junto al Duero se encuentra uno de los muchos lugares curiosos que ver en Zamora: las aceñas de Olivares. No son las únicas de la ciudad, pero si las que más acercan al viajero a como eran estos molinos harineros de agua. Su nombre proviene del árabe as-saniya, cuyo significado es “la que eleva” haciendo referencia a las ruedas que subían el agua del río las muelas de piedra que se utilizar para trasformar el grano en harina.

Esta construcción data del siglo X y desde 2008, tras ser restauradas, se han convertido en un museo que permite conocer la arquitectura y funcionamiento de las aceñas. Durante mi visita las Aceñas de Olivares estaban cerradas de forma indefinida, esperamos que finalizada la pandemia vuelvan a abrir sus puertas a los visitantes.

Iglesia de San Claudio de Olivares

La iglesia del Barrio de Olivares fue construida en el siglo XII, y como tantas otras que ver en Zamora, su estilo arquitectónico es el románico. Es una de las iglesias más pequeñas de la ciudad, pero la belleza de la decoración de sus capiteles interiores y de las arquivoltas de sus portada hacen que merezca la pena una parada en ella.

Puerta del Obispo

Tras subir una empinada calle, volvemos al centro histórico, a la ciudad amurallada. Entramos en ella por la Puerta del Obispo, la entrada a la ciudad por el sur y el acceso más cercano a la Catedral. Esta puerta formaba parte del primer recinto amurallado.

Casa del Cid

Nada más cruzar la anterior puerta, a la derecha, está la conocida como Casa del Cid, aunque su nombre oficial es Palacio de Arias Gonzalo. Esta construcción destaca por ser una de los pocos ejemplos de arquitectura civil románica que se conservan en España. El nombre del palacio se debe al que fue albacea de Fernando I, y cuentan que en ella crecieron junto con el Cid los infantes de León y Castilla: Alfonso, Sancho, Urraca, García y Elvira.

Catedral de San Salvador, imprescindible que ver en Zamora

Frente a la Casa del Cid se encuentra el edificio eclesiástico más importante que ver en Zamora: su Catedral. Su sobriedad no le resta belleza a esta construcción románica levantada en el siglo XII. Se trata de una de las catedrales más pequeñas y antiguas de Castilla y León y domina la ciudad desde le punto más alto de la misma.

Recorriendo su perímetro se pueden ver las tres puertas románicas originales, siendo la Puerta del Obispo la que contiene la mejor muestra de ese estilo. Pero si hay algo que destaca en la Catedral de Zamora sobre el resto de elementos que la conforman es sin duda su cúpula gallonada. Se encuentra en el crucero del templo, y para verla hay que estar a cierta distancia.

A lo largo de los siglos, la fisonomía de esta catedral fue cambiando según se iban incorporando nuevos elementos a su estructura. De entre todo ellos, el más llamativo es su torre de cinco cuerpos, levantada en el siglo XIII.

Plaza de la Catedral y Parque del Catillo

Este gran espacio aglutina un buen puñado de los lugares que ver en Zamora. Además de ofrecer buenas vistas panorámicas desde la muralla que lo rodea. Allí donde acaba la plaza, comienza el parque.

Desde el parque se tiene acceso por varias pasarelas a los miradores desde los que hace siglos los soldados debieron defender la ciudad. Hoy no hay nada que defender, solamente hay que aprovechar el privilegio de estar en esos miradores y admirar el panorama.

También en en esta zona se pueden algunas de las puertas de la muralla. Una es la de Santa Colomba, justo bajo el castillo. La otra, la Puerta de la Traición o Portillo de la Lealtad. Cuenta la tradición que por esta puerta entró Vellido Dolfos tras dar muerte al rey Sancho y liberar Zamora. Así lo recuerda una placa en esa puerta. Recuerdo cuando de pequeña mi padre me contaba esa historia y me decía “¿ves la sangre del rey aquí debajo?”. Y yo la veía. Vaya forma de tomarme el pelo mi progenitor.

Fundación Baltasar Lobo

En la conocida como Casa de los Gigantes, al lado de la Catedral, se encuentra el espacio museístico dedicado a Baltasar Lobo, escultura zamorano conocido por sus figuras que representan madres e hijos. Si bien para entrar al museo hay que contar con más tiempo (yo lo incluiría en que ver en Zamora en dos días), no hace falta el acceso al edificio para disfrutar de algunas de las obras del artista, ya que en el Parque del Castillo hay varias de ellas.

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Antiguo Convento de San Jerónimo.

Poco queda del que fue unos de los edificios más grandes de Zamora. Construido en el siglo XVI, estuvo en uso hasta la desamortización. Como recuerdo de lo que debió ser un imponente convento quedan en pie una de sus portadas y algunas columnas de uno de sus claustros.

Castillo de Zamora

Este fortaleza, en uno de los extremos del parque, parece que fue mandada construir por Alfonso II o Fernando I en el siglo XI. Apenas queda nada de aquella época en este castillo asentado sobre la roca y adaptado a su forma natural. Cuenta con tres torres, un foso y un contrafoso y hasta un puente levadizo por el que se llega al arco apuntado que da acceso al interior de la fortaleza y en el que se encuentran diferentes estancias.

Desde hace algo más de una década, y tras un largo periodo de restauración, los visitantes pueden entrar al castillo de forma gratuita, pasear por su interior y subir a las almenas desde las que se tienen unas vistas privilegiadas.

Horarios del Castillo de Zamora
  • Cerrado los lunes.
  • Mañanas de 10:00 a 14:00 horas.
  • Tardes de 16:00 a 18:30 en invierno y de 17:00 a 20:00 horas en verano.

Iglesia de San Isidoro

Dejando atrás el Parque del Castillo y frente al mismo podemos ver esta iglesia. Otra muestra del románico en Zamora. Se construyó en el siglo XII y es la sede desde el siglo XVII de la cofradía del Carmen. Parece ser que fue mandada construir para conmemorar el paso de la reliquias de San Isidoro en su traslado a León.

Mirador del Troncoso

Callejeando por el centro histórico en dirección al río se llega a este mirador. Hay que dejar atrás la Plaza de Arias Gonzalo y la Oficina de Turismo para recorrer la pequeña calle Travesía del Troncoso. En los muros de la misma está lo que se conocer como “Rincón de la poesía zamorana”. Basta leer lo que hay escrito en esas paredes para entender la razón de ese nombre.

Al final de la estrecha calle esta el Mirador del Troncoso. Un espacio con bancos, buenas vistas y un bonito mural dedicado a Claudio Rodríguez, poeta nacido en la ciudad.

Iglesia de San Pedro y San Ildelfonso

Volviendo sobre nuestro pasos hacia la Plaza de Arias Gonzalo, seguimos el recorrido por los lugares que ver en Zamora por una serie de calles que corren paralelas al Duero, pero por el interior de la ciudad amurallada. En una de las esquinas de la Plaza Fray Diego de Deza se levanta una de las iglesias zamoranas más imponentes.

Comenzaron sus obras en el siglo XII sobre lo que fue una iglesia visigoda. Posteriormente fue sufriendo modificaciones que hicieron que quede poco el edificio románico original. Entre esos elementos románicos que se conservan se cuentan el ábside central, la portada meridional y la portada norte, esta última oculta detrás de la fachada neoclásica.

Iglesia de Santa María Magdalena

Al final de la Calle San Pedro hay que torcer a la izquierda y luego a la derecha para llegar a otras de las más bellas iglesias románicas que ver en Zamora. Su arquitecto, Giral Fruchel, es el mismo que diseño la Catedral de Ávila.

Esta iglesia cuyo interior sorprende por la falta de retablos. Su esbeltez, la cubierta de madera y la tumba románica perteneciente a una dama desconocida son algunos de sus elementos más destacados.

Trampantojo de la Calle Moreno

Caminando desde la anterior iglesia, en línea recta, hacia la Plaza de Viriato, hay que girarse de vez en cuando para no perderse algunas de las obras de arte urbano que decoran algunos muros del centro histórico de Zamora. Una de esa obras está en la Calle Moreno. Se trata de un trampantojo muy logrado en el que una fachada pintada pasa a formar parte de la ciudad.

Pocos metros más adelante, en la Rua de los Francos hay pintada una gran mosca. Hay que ir atento si se la quiere ver, pues a pesar de su gran tamaño, si vas caminando y no te giras, no llegarás a verla.

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Plaza de Viriato

Se trata de una de las plazas más armónicas y atractivas que se pueden en esta ciudad. Y también uno de los lugares más emblemáticos de la misma. Esta plaza, ante de ostentar su actual nombre, se llamó Plaza de Cánovas del Castillo. Pero desde que la escultura de Viriato se encuentra en este espacio público, es este personaje lusitano quien la da nombre. Un pastor que se convirtió en guerrero y consiguió derrotar en más de una ocasión a las tropas romanas.

Además de la escultura, obra de Eduardo Barrón González, en esta plaza se pueden ver magníficos edificios como el antiguo Hospital de la Encarnación del siglo XVII y el Palacio de los Condes de Alba y Aliste, actual Parador de Turismo. Aunque determinadas zonas de este antiguo palacio (s.XVI) están reservadas para sus huéspedes, merece la pena cruzar la puerta para ver el patio central de estilo plateresco y la magnífica escalera que lleva al piso superior.

Iglesia de San Cipriano

A la espalda del Parador de Turismo se encuentra esta iglesia, una más de esas que forman uno de los conjuntos románicos más importantes de Europa. Es una de las iglesias más antiguas de Zamora y junto a ella se encuentra otro de esos magníficos miradores con los que cuenta la ciudad. Su construcción data del siglo XI, pero diferentes reconstrucciones posteriores han ido cambiando su aspecto.

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La única fachada original, la más sencilla, es la que da al sur. En ella se puede ver una portada con tres arquivoltas y algunas piezas del templo románico. La más curiosas son las que representan a un sirena y a un herrero. Aunque realmente toda esa decoración exterior está tan desgastada por el paso de los siglos que no es sencillo interpretar lo que estamos viendo.

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Plaza de Santa Lucía

Aquellos a los que no les importe volver a subir la empinada cuesta que hay que recorrer para llegar a esta plaza deberían animarse a bajar hasta ella. La Plaza cuentan con sencillas viviendas en dos de sus lados, mientras que los otros dos están ocupados por la Iglesia de Santa Lucía y el Palacio del Cordón. En ambos se expone la colección del Museo de Zamora.

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El Palacio del Cordón es uno de los ejemplos más interesantes de arquitectura civil que ver en Zamora. Data del siglo XVI y su fachada está enmarcada por ese cordón que le da nombre. Sobre él se pueden ver los escudos de los que fueron dueños del palacio, los Condes de Puñonrostro.

En cuanto a la Iglesia de Santa Lucía, poco queda del edificio románico original debido a que en el siglo XVII fue reconstruida. Los que quieran encontrar elementos de la construcción primitiva pueden encontrarlos en el muro norte y en el hastial.

Nota para “vagos”: los que quieran ahorrarse la subida para continuar recorriendo el casco antiguo, pueden visitar esta plaza antes de cruzar el Puente de Piedra que se encuentra muy cerquita.

Teatro Ramos Carrión

En la calle del mismo nombre, apenas dejamos atrás la Plaza de Viriato, podemos ver este teatro de color azul dedicado al periodista y dramaturgo nacido en Zamora en 1848. Su diseño se debe al arquitecto Francisco Ferriol, uno de los artífices del cambio de fisonomía que sufrió la ciudad dejando atrás en gran medida su pasado medieval para convertirse en una de ciudad de referencia en arquitectura modernista.

Plaza Mayor

Siguiendo el paseo por el centro de la ciudad sin dejar la Calle Ramos Carrión llegamos a la Plaza Mayor. Una de las más animadas de la ciudad y grandes de Zamora. En ella se encuentran los dos ayuntamientos. El Ayuntamiento Viejo es un edificio porticado que data de la época de los Reyes Católicos, cuando las Leyes de Toledo ordenaron que toda ciudad y villa que dependiera de la Corona debía tener su propia Casa Consistorial. Actualmente el edificio alberga la sede de la Policía Local.

Justo enfrente, al otro lado de la plaza, está el Ayuntamiento Nuevo. Es un edificio del siglo XIX conocido como la Casa de las Panaderas y que comenzó a ser la sede del ayuntamiento en 1950. Justo a la izquierda de su fachada se encuentra uno de los edificios modernistas que ver en Zamora, la Casa de Juan Gato.

El tercer edificio de relevancia que podemos ver en esta plaza es la Iglesia de San Juan Bautista. Estando en Zamora no podía dejar de ser una iglesia románica. Sus obras comenzaron en el siglo XII y finalizaron en siglo XIV. En su exterior se puede ver el rosetón con diseño de rueda de carro que se ha convertido en el símbolo del románico zamorano. Otra curiosidad de esta iglesia es que hasta mediados del siglo XX tuvo casas adosadas. Cuando se derribaron la plaza adquirió el tamaño que presenta actualmente.

Si os fijáis en el suelo de la plaza se puede ver un trazado que discurre paralelo a la iglesia y que indica el lugar en el que estuvo el primer recinto amurallado de Zamora.

Por último, entre los lugares que ver en esta plaza, mencionar el Monumento al Merlú, junto a la iglesia. En esta escultura se representa a una de las parejas de congregantes de la Cofradía de Jesús Nazareno cuya función es, a toques de corneta y tambor, ir reuniendo al resto de nazarenos la noche del Viernes Santo.

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Calle Balborraz, la calle más bonita que ver en Zamora

Ya os decía al principio del post que he visitado con frecuencia Zamora. Y sin embargo, no recordaba haber pasado (ni tan siquiera haberla visto) la Calle Balborraz. Para mí la calle más bonita de la ciudad.

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Sus casas con miradores, puertas de colores y balcones de hierro, se sitúan a ambos lados de esta empinada calle que baja en dirección al Duero. A lo largo de la calle hay pequeñas tiendas de artesanos que resultan de lo más atractivas. También, al comienzo de la calle hay dos edificios representativos del Modernismo zamorano.

En ambos lados hay grandes escalones que hacen más sencillo el paseo a los peatones. Eso sí, el que se anime a bajar hasta el final, que recuerde que le tocará subir para seguir conociendo la ciudad.

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Palacio de los Momos, el más bello que ver en Zamora

Una de las fachadas más bonitas que ver en Zamora es la del Palacio de los Momos. Se levantó en el siglo XVI, pero en tiempo de Carlos II quedó abandonado. Tras ser hasta 1946 casa de arrieros y mesón, actualmente en su interior se encuentra el Palacio de Justicia.

El palacio estuvo tanto tiempo abandonado que quedó en ruinas y todo lo que se salvó es su magnífica fachada cuyo estilo es de transición entre el gótico tardío y el renacentista. Sus cuatro ventanas con arcos lobulados y gabletes son típicas de la época de los Reyes Católicos.

Para llegar al Palacio de los Momos hay que dejar la Plaza Mayor por la Calle San Torcuato. A pocos metros llegamos a la Plaza de Zorrilla que se abre delante del palacio. En en el centro de esta plaza hay una fuente con una bonita escultura de Baltasar Lobo en la que una madre juega con su hijo.

Casino, un lugar de encuentro que ver en Zamora

Justo al otro lado de la Plaza de Zorrilla se encuentra uno de los edificios modernistas más grandes de la ciudad: el que aloja el Casino de Zamora. Está abierto desde 1910, siendo restaurado en los años noventa del siglo pasado. El edificio se ha modernizado, pero sin perder el encanto de sus orígenes. En su interior hay diferentes salones y un agradable café perfecto para hacer una parada en ruta.

Iglesia de Santiago del Burgo

Esta iglesia, una de las mejor conservadas que ver en Zamora, se encontraba fuera del primer recinto amurallado. Cuando la ciudad fue creciendo, pasó a estar en el interior del segundo recinto de murallas. Ahora la podemos ver en una de las calles más animadas del centro, la Calle Santa Clara.

Cuenta con tres portadas son sencillas, una de las cuales identifica sin lugar a dudas a esta iglesia románica. Se trata de la portada sur: en el interior de sus arquivoltas hay dos arcos gemelos que descansan en una ménsula. Sobre esa misma puerta hay un rosetón con doble celosía.

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Mercado de Abastos

Atravesando la Plaza de la Constitución frente a la que se encuentra la anterior iglesia, se llega a la Plaza del Mercado. En el centro de ella se encuentra, lo que le da nombre, el mercado de abastos. Se trata de un edificio de hierro y ladrillo construido a principios del siglo XX. Desde hace más de un siglo este mercado es referencia en la ciudad para aquellos que quieren adquirir productos frescos y de calidad.

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Edificios modernistas que ver en Zamora

Ya he mencionado durante este paseo por Zamora algunos de los edificios modernistas que se pueden encontrar en la ciudad. Unos edificios que llegaron para reemplazar a las antiguas casas medievales que seguían en pie en el corazón de Zamora. Si queréis saber más de estos edificios que forman parte del Ruta Modernista de Europa, podéis leer el post Modernismo en Zamora.

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Qué ver en Zamora: visitas guiadas

Aquellos que prefieran descubrir esta bonita ciudad española acompañados por los mejores guías, pueden hacerlo en grupos, de forma privada e incluso en algún free tour. Os dejo a continuación los enlaces en los que podéis ver varias posibilidades, sus precios y condiciones. Seguro que encontráis la visita guiada perfecta para vosotros.

Qué ver en Zamora en dos días

Si bien todo lo que es he contado anteriormente se puede ver sin problema en un día (Zamora es pequeña y descubriréis que todo está cerca), pasar dos días en esta ciudad permite visitar otros lugares.

Interior de la Catedral de Zamora

Cuando la falta de tiempo no se convierte en un impedimento, no hay duda de que merece la pena incluir entre los lugares que ver en Zamora una visita al interior de su Catedral. Hay que prestar especial atención a sus ábsides, de estilo gótico, que sustituyeron en el siglo XV a los originales románicos.

Entre las capillas destaca la de Nuestra Señora de la Majestad, con la imagen en su retablo de la Virgen de la Calva (tiene ese nombre por su amplia frente). Sin embargo, la figura más representativa que ver en la Catedral es la del Cristo de las Injurias, en la Capilla de San Bernardo. Cada Miércoles Santo, los nazarenos de la Cofradía del Silencio lo acompañan en procesión por las calles zamoranas.

Dentro de este importante templo también se pueden visitar el Museo Catedralicio (hay que fijarse en la escalera de acceso) y el claustro.

Horarios de la Catedral de Zamora

  • Mañanas: todos los días de 10:00 a 14:00 horas.
  • Tardes de octubre a marzo, de 16:00 a 19:00 horas.
  • Tardes de abril a septiembre, de 17:00 a 20:00 horas.

Hay que tener en cuenta que las puertas se cierran a los visitantes 30 minutos antes del cierre, y que durante el culto, no se puede visitar. Es más, las puertas se cierran 10 minutos del comienzo de cada misa.

La entrada a la Catedral es de pago e incluye la visita al propio templo y al Museo Catedralicio. Los domingos por la tarde (excepto puentes), la entrada es gratuita.

Museo de la Ciudad

En uno de los rincones más tranquilos del centro histórico de Zamora, la Plaza de Santa Lucía, se encuentra el Museo de la Ciudad. En la plaza se encuentra el Palacio del Cordón que aloja las exposiciones temporales del museo. Tras éste, en una construcción cúbica, se pueden ver las salas con la exposición permanente. En ella se encuentran objetos de la Edad de Bronce, joyas prerromanas y objetos que se han conservado de las épocas romana y medieval.

Se puede visitar de martes a domingo de 10:00 a 14:00. Excepto el domingo, el museo abre también sus puertas de martes a sábado de 16:00 a 19:00 en invierno y de 17:00 a 20:00 horas en verano. Los sábados y domingos la entrada es gratuita.

Museo de la Semana Santa

La Semana Santa de Zamora está considera de Interés Turístico Internacional. Es todo un acontecimiento en la ciudad que desde la década de los 60 del siglo XX cuenta con un museo dedicado a su Semana Santa. Se encuentra muy cerca de la Plaza de Viriato y en su interior se pueden ve casi cuarenta de los pasos que se sacan en procesión por la ciudad cada año.

La entrada a este museo es de pago, cierra los lunes y el resto de la semana abre de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. Domingos y festivos solamente en horario de mañana.

Centro de interpretación de las ciudades medievales

A pocos metros del río Duero, en la Calle Pizarro, se encuentra un edificio contemporáneo de tres plantas dedicado a acercar al visitante a Zamora y las ciudades medievales. Se inauguró en el año 2008 y en las salas de la primera planta se pueden maquetas, paneles y audiovisuales que explican como era la Zamora medieval, sus gentes y la evolución de esta ciudad y otros núcleos medievales. La segunda planta se dedica a exposiciones temporales y en la tercera hay un mirador con vistas al río.

El acceso a este museo que ver en Zamora es gratuito. Cierra los lunes durante todo el año. El resto de la semana estos son sus horarios:

  • Del 18 octubre al 12 diciembre de 10:00 a 14:00 horas y 16:00 a 18:30 horas.
  • Del 1 julio al 17 octubre de 10:30 a 14:00 horas  y 17:00 a 20:00 horas.

Museo Etnográfico

El Museo Etnográfico acerca al visitante a la cultura tradicional en una exposición que se va renovando periódicamente. El edificio que lo aloja se encuentra en un solar en el que estuvieron la Cárcel Real (se conserva su portada en la fachada trasera del museo) en el siglo XVI, la Casa de Misericordia en el siglo XVIII y varias fábricas y almacenes. También hubo en este lugar una salón de baile.

Este museo abre de martes a domingo de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Los domingos solamente por las mañanas.

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2 comentarios

Paco 06/04/2022 - 6:10 PM

Hola Cristina, para la próxima visita a Zamora, acuérdate de visitar la estación de Renfe, un saludo.

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Cristina Monsalvo 07/04/2022 - 1:27 PM

Gracias por la recomendación 🙂

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