La silueta del Castillo de la Mota se recorta en el horizonte. Es solamente el anuncio de que estamos llegando a una villa que en siglos pasados tuvo gran importancia, tanto histórica como económica. Situada en la vía que une Arévalo con Tordesillas, las cosas que hacer en Medina del Campo acercan al viajero a un pasado y un presente de lo más atractivos.
Es posible que muchos sepáis la relación que tuvo Isabel la Católica con esta localidad vallisoletana. Yo también estaba al tanto de ella. Pero con algunos errores que gracias a mi visita a Medina del Campo he aclarado y que os iré contando a lo largo del post.
También os contaré porque a esta villa se la conoce como “Villa de las Ferias” y que hacer en Medina del Campo para desgranar la historia de esas ferias que colocaron a la población en el centro del mundo gracias a su gran poder económico.
Entre las cosas que hacer en Medina del Campo también hay actividades más lúdicas, gran parte de ellas relacionadas con la bebida y la comida. Porque en esta parte de nuestro país se come mucho y bien, se disfruta de buenas sobremesas y de ratos de charla con una buena copa de vino.
Índice del artículo
Qué hacer en Medina del Campo
Lo primero que os quiero decir es que, aunque el Castillo de la Mota es sin duda el monumento más destacado que ver en Medina del Campo, no os vayáis de la ciudad sin invertir tiempo en conocer el resto de su patrimonio, de su gastronomía y de su historia.
Gracias a un casco histórico pequeño, el centro de la ciudad, a unos 15 minutos a pie del castillo, se puede recorrer perfectamente caminando. Es así como durante el paseo van a apareciendo plazas, iglesias y antiguas fachadas que recuerdan el pasado de una ciudad en la que el comercio y la cultura atraían a gentes de toda Europa.
A lo largo del año, hay diversos eventos que añaden atractivo a las cosas que hacer en Medina del Campo. Su festival de cine, la Feria Imperiales y Comuneros o las fiestas de San Antolín son algunos de los acontecimientos que tienen lugar en la villa a lo largo del año. Sin olvidad por supuesto la Semana Santa, de Interés Turístico Internacional.
Cualquier momento del año es bueno para conocer esta población que más de uno habrá visto mientras circulaba por la A-6. No os quedéis con la imagen del castillo desde la carretera. Parar en Medina del Campo porque os aseguro que merece y mucho la pena conocerla.
Visitar el Castillo de la Mota
Una de las cosas imprescindibles que hacer en Medina del Campo es sin duda visitar su castillo. Esta construcción debe su nombre a la mota o colina sobre la que fue levantado. Fue Juan II quien comenzó con la construcción del castillo tal y como hoy lo podemos ver. Las obras terminaron bajo el reinado de Enrique IV, y fueron los Reyes Católicos quienes añadieron una gran barrera defensiva al castillo. Esa barrera, formada por un gran foso y una galería de tiro subterránea (se puede recorrer con una visita guiada), convirtieron a este castillo vallisoletano en un referencia entre las fortalezas europeas de la época.
Durante mucho tiempo se pensó que Isabel la Católica falleció en este castillo. Pero no fue así. Siempre que la reina estaba en Medina del Campo se alojaba en el hoy conocido como Palacio Testamentario, en la Plaza Mayor. Y fue en ese palacio donde murió.
Solamente hay constancia de que la reina estuviera una vez en el Castillo de la Mota. Y fue para ver a su hija Juana, que estuvo encerrada ocho meses en el castillo en un intento de evitar que siguiera a su marido a Flandes. En esa reunión entre madre e hija, ambas discutieron. Juana finalmente marchó a Flandes e Isabel, muy enferma, no pudo regresar a Segovia, falleciendo seis meses más tarde en el palacio que os he mencionado.
El Castillo de la Mota ha pasado por momentos de esplendor, pero también de olvido. En 1904 fue declarado Monumento Nacional, comenzando con la restauración de los espacios que habían desaparecido con el paso del tiempo. Aquí estuvo en los años 40 la escuela de mandos de la Sección Femenina (se conservan algunas de las salas que utilizaron). Actualmente cuenta con espacios que se utilizan para diversas actividades culturales y otros abiertos a las visitas turísticas.
Horario del Castillo de la Mota
El castillo abre todos los días, pero los lunes no hay visitas guiadas ni abre el Centro de Visitantes.
- Lunes a sábado: de 11:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 18:00 horas (hasta las 19:00 horas del 1 de abril al 30 de septiembre)
- Domingos y festivos horario solamente de mañana.
Para información y reserva de todas las visitas guiadas al Castillo de la Mota, se puede contactar con el siguiente teléfono: 983 81 00 63.
Subir a la Torre del Castillo de la Mota
Si bien hay parte del castillo que se puede visitar por libre, tanto en la zona interior como exterior, la subida a la torre es guiada. Es un recorrido que comienza en lo que fue el patio de armas del castillo y que continúa, escaleras arriba, hasta lo alto de la Torre del Homenaje.
Durante el ascenso se hacen paradas en distintas salas. Algunas son esas que utilizó la Sección Femenina. En una de ellas está el llamado Mirador de la Reina. El único lugar el castillo en el que se conserva parte de la policromía original de los techos.
Más arriba, tras subir varios escalones (más altos de lo normal, la subida no es apta para todos), se hace una parada en la llamada Sala Borgia. En ese lugar estuvo la cárcel del castillo. Pero no en la que encerraban a cualquier delincuente. Por ese espacio pasaron personajes como Rodrigo Calderón, mano derecha del Duque de Lerma, o César Borgia, personaje que da nombre a la sala.
La visita termina en lo alto de la torre. Desde ahí se tiene una buena panorámica de Medina del Campo y del entorno del propio castillo.
Degustar quesos del mundo
Justo frente al edificio de las Reales Carnicerías, el mercado de abastos más antiguo de España, está Los Quesos de Juan. Una quesería que abrió sus puertas hace casi un década. Es un comercio en el que se pueden comprar quesos artesanos de distintos lugares del mundo, vinos de la zona y otros productos perfectos para acompañar al queso en una comida.
Esta quesería ofrece a sus clientes una lista de más de 50 quesos. Los hay de leche cruda, pasteurizados, de cabra, de vaca y de oveja. La tienda es en si misma una nevera, el lugar perfecto por humedad y temperatura para conservar los productos a la venta.
Puedes comprar varios de ellos y hacer tu propia degustación en casa. O mejor aún. Reservar la experiencia y pasar un agradable rato en la sala de catas de la propia tienda. Puedes reservar una cata aquí: Cata de quesos en Medina del Campo.
Paloma, la dueña del negocio, además de organizar con mucho mimo la mesa y los quesos que se van a probar, acompaña a los clientes en la cata, explicando la peculiaridad de cada queso. Su composición, elaboración y origen. Un recorrido por el mundo del queso que se ha convertido en una de las mejores cosas que hacer en Medina del Campo.
Recorrer la Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Medina del Campo, con sus 14.000 m2, es la más grande de España. Ahí es nada. En ella se pueden visitar algunos de los edificios más destacados de la villa. Pasear bajo sus soportales. Tomar una café en las mesas que los bares y restaurantes sacan a la plaza. O sencillamente, caminar por ella encontrando pequeños detalles que nos van descubriendo la historia y la importancia que este espacio tuvo en el pasado.
Os decía al principio del post que a Medina del Campo se la conoce como la “Villa de las Ferias”. Pues bien, esta plaza tiene mucho que ver precisamente con esas ferias que hicieron famosa a esta localidad de Valladolid. Fue en ella y en las calles colindantes donde, durante casi 200 años, se instalaban los comerciantes que llegaban a la villa para realizar sus negocios. Si os fijáis en el suelo del centro de la plaza, podréis ver algunas placas que indican que comerciantes se situaban en cada zona de la misma.
Paseando por la plaza, hay que fijarse en los soportales que la rodean. Estos se deben precisamente a la necesidad de los comerciantes de protegerse del sol, la lluvia y esas aguas sucias que se lanzaban desde las ventanas de las viviendas. Esos pórticos convierte a Medina del Campo en un antecedente de las posteriores plazas porticadas que podemos encontrar repartidas por toda nuestra geografía.
Tampoco nos podemos perder en esta plaza la Colegiada, el Palacio Real Testamentario ni el Ayuntamiento. Iglesia, corona y municipio uno al lado del otros.
Conocer a Isabel la Católica en el Palacio Testamentario
Si estáis interesados en conocer un poco más la historia de Isabel la Católica, visitar este palacio es una de las cosas imprescindibles que hacer en Medina del Campo. Este palacio fue una de las residencias habituales de la reina. Aquí dictó su testamento y aquí murió el 26 de noviembre de 1504.
No solamente la reina católica está ligada a este emblemático edificio. Su padre, Juan II, nació en él, y Fernando de Antequera se proclamó rey de Aragón en el palacio. En cuanto a los Reyes Católicos, acudían a Medina del Campo y se alojaban en este palacio habitualmente en Semana Santa, Navidad o en verano.
El último acontecimiento relacionado con la realeza que tuvo lugar entre los muros del Palacio Real de Medina de Campo fue la coronación de Juana I como reina de Castilla. Acto al que ella no asistió pues se encontraba en Flandes.
Las salas del palacio se han convertido en un espacio museístico en el que a través de cuadros, paneles y otros medios informativos el visitante puede ir desgranando los distintos acontecimientos que tuvieron lugar entre sus muros. Y también la historia de la reina Isabel y de su relación con Medina del Campo.
Colegiata de San Antolín, patrón de Medina del Campo
A pocos metros del palacio se encuentra la entrada al gran templo católico de la villa. La Colegiata de San Antolín. Sus orígenes se remontan a una pequeña iglesia fundada por repobladores procedentes de Palencia y dedicada al patrón de su ciudad.
Sobre esa iglesia, en el siglo XVI se comenzó a levantar la actual colegiata en ladrillo en estilo neogótico. El atrio de la fachada principal recuerda la jurisdicción eclesiástica del templo como sede de la abadía. También en la fachada principal se puede ver uno de los elementos más singulares de la colegiata: el Balcón del Pópulo. Se trata de una capilla abierta a la Plaza Mayor, antecedente de las conocidas como “capillas de indios” de América. En ella se daba misa durante las ferias para que de ese modo los comerciantes no tuvieran que dejar desatendidos sus puestos.
En el interior del templo, bajo las cubiertas góticas, se reparten varias capillas. A mí me parecen especialmente interesantes dos de ellas. Una es la Capilla Mayor. En ella se conserva un gran retablo, considerado el mayor tesoro artístico del templo. La Capilla de Nuestra Señora de las Angustias, a los pies del templo, destaca por su gran tamaño. Su cúpula semiesférica de estilo barroco sobre el espacio octogonal de la cabecera de la capilla es uno de sus elementos más destacados.
Ver la plaza desde la Torre del Reloj
Aunque cueste un pequeño esfuerzo, subir los 158 escalones de la torre Colegiata es sin duda una de las cosas que hacer en Medina del Campo. El acceso se hace siempre en visitas guiadas, parando en distintos niveles en los que el guía cuenta la historia de la construcción, del templo y de los objetos que van apareciendo durante la subida.
La torre se divide en cinco cuerpos. En el de las campanas se encuentra la gran campana Santa Bárbara (popularmente se la conoce como “campana María”), rodeada de un tipo de campanas llamadas esquilones. También se pasa por el cuerpo en el que está el mecanismo del reloj de la torre adornado por dos carneros originales del siglo XVI.
Pero está claro que la gran recompensa de la subida a la Torre del Reloj de Medina del Campo son las vistas que se tienen desde el cuerpo superior. La plaza aparece a los pies del visitante. Por todas partes, tejados rojizos y muchas iglesias que ver en Medina del Campo. Y al fondo, el magnífico Castillo de la Mota.
Horario de las visitas guiadas a la Torre del Reloj
- Martes a sábado a las 10:30 y 16:00 horas.
- Domingo a las 10:30 horas
La reserva de esta actividad debe hacerse con un mínimo de 24 horas de antelación en el teléfono 983 81 00 63.
Museo de las Ferias, imprescindible en Medina del Campo
Este museo ocupa lo que antaño fue la Iglesia de San Martín, templo levantado por encargo del matrimonio Pedro de Ribera y María de Medina para que les sirviera de enterramiento. De dicho templo se conserva el artesonado mudéjar de la capilla mayor que ahora cubre interesantes obras de arte.
¿Qué vamos a encontrar en su interior para que merezca la pena visitarlo? Algo tan sencillo y complejo a la vez como un recorrido por la Medina del Campo de aquel tiempo en el que las ferias la convirtieron en el centro del mundo. Llegó a tener tal importancia la economía de esta villa española, que en Lisboa se decía que “cuando tiembla la banca de Medina, tiembla el mundo”.
Tenemos que partir de la idea de que las ferias que se celebraron en Medina del Campo durante casi dos siglos no eran ferias de ganado ni mucho menos. A la villa llegaban comerciantes de todo el mundo con sus joyas, telas y obras de arte para poner a la venta.
También se realizaban múltiples negocios financieros que se anotaban en un libro borrador. Más tarde, todos los préstamos, cambios de moneda o pagos de letras realizados durante el día, se pasaban a un segundo libro que servía de base para el registro final en el libro de caja. Estaba naciendo la banca tal y como la conocemos hoy. También en Medina del Campo nació el término “bancarrota”. Os podría contar de dónde viene esa palabra, pero creo que es mucho mejor que vayáis al Museo de las Ferias para descubrir eso y mucho más.
Horario y precios del Museo de las Ferias
- Martes a sábado de 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 19:00 horas.
- Domingos, festivos y días 24 y 31 de diciembre de 11:00 a 14:00 horas.
- El museo cierra los lunes y los días1 y 6 de enero, 23 de abril, 2 de septiembre, 6 y 25 de diciembre.
- Entrada general: 2 €
Regalarse una comida de lujo
Llegado el momento de comer, si quieres hacerlo realmente bien, hay un restaurante en Medina del Campo al que tienes que ir: el Villa de Ferias. Se encuentra a unos 15 minutos caminando del centro, pero para aquellos que tengan coche, el establecimiento cuenta con zona de aparcamiento.
Una vez en el restaurante, que tiene varios comedores amplios y cómodos, toca decidir qué comer. Aquellos que quieran algo típico, deben elegir sin duda el lechazo. Porque dicen los de la tierra que una de las cosas que hacer en Medina del Campo es probar ese asado. Se sirve en fuentes de barro recién sacadas del horno, en raciones mucho más grandes de las que yo había visto en otros restaurantes de distintos puntos de nuestra geografía.
Entre las entradas, la ensalada del perdiz, la cecina con bacalao y el revuelto de morcilla con foie son acierto seguro. Y aquellos que no quieran comer lechazo, siempre se pueden decantar por otra gran variedad de carnes y pescados. Para terminar la comida, ¿qué os parece un variado de postres de la casa? Sencillamente, para chuparse los dedos.
Si os animáis a comer o cenar en este restaurante, mejor reservar. En el siguiente enlace encontraréis toda la información: Villa de Ferias.
Sentirse como un niño en el Museo del Juguete
Este verano abre sus puertas el Museo del Juguete de Medina del Campo. Nosotros hemos podido visitarlo en primicia y os aseguro que se va a convertir en un lugar muy deseado por todos aquellos que hemos jugado con los Madelman, las Nancy, los Click o aquellos mini coches de metal que todos los niños coleccionaban.
Las salas del museo están presididas precisamente por grandes Click, y en las estanterías se exponen, ordenados por temas, juguetes que emocionan a quienes han jugado con ellos. Es un museo para niños grandes y para que los niños (los pequeños de verdad) descubran los juguetes con los que jugaron sus padres y sus abuelos.
Comer en el colmado más antiguo de Medina del Campo
Entre los muchos lugares en los que comer en Medina del Campo, hay uno que merece la pena tener en cuenta. Por singular y porque el propio cliente puede elegir los productos para comer en el local o para llevar a casa. Se trata de El Canario. El colmado o tienda de comida más antiguo de la villa.
Son varias las generaciones de la misma familia que han regentado este negocio que hace unos meses ha dado una vuelta de tuerca para convertirse, no solamente en tienda especializada en productos gourmet y vinoteca. También cuenta con mesas en las que comer y beber cualquiera de los productos a la venta.
Para ello basta curiosear entre las estanterías de El Canario en busca de lo que ese día te apetece. Eliges unos mejillones, una fabada o unas galletas. La botella de vino que más te gusté. Te acercas a la barra (en ella puede pedir también otras bebidas o el vino por copas), te lo abren y listo para comer (el incremento del precio por comer en el local con botellas y conservas a la venta es muy pequeño).
A mí me parece una idea novedosa de la que además se puede disfrutar en un local muy agradable regentado por un personal atento y cordial.
Beber el mejor verdejo de la villa
El verdejo es un vino típico de la zona Rueda y alrededores. No podía faltar por ello, entre las cosas que hacer en Medina del Campo, disfrutar de un vino elaborado con esa uva. Así que apuntad este nombre: Vinos Las Caraballas.
La finca en la que se producen estos vinos blancos nace con la firme intención de respetar el medio ambiente desarrollando una actividad agrícola ecológica. Situada a pocos kilómetros del centro de Medina del Campo, Finca Las Caraballas cuenta con 100 hectáreas en las que se plantan viñas en espaldera, muy cerca de un denso pinar que también pertenece a la finca.
El objetivo del dueño del viñedo ha sido desde el principio obtener un vino de calidad con carácter propio. Un vino que quien lo beba reconozca porque tenga poco que ver con otros verdejos. Y lo ha conseguido. Los vinos Las Caraballas tienen un color, un aroma y un sabor fácilmente reconocibles. No lo digo por decir. Nosotros hicimos una cata a ciegas y una persona poco (o nada) entendida en vinos, que nunca los había probado antes de ese día, los reconoció entre otros seis.
Si queréis hacer una cata con estos vinos, o sencillamente comprarlos para llevarlos a casa, podéis encontrarlos en los tres locales que os he mencionado a los largo del post: Villa de Ferias, Los Quesos de Juan y El Canario. De momento en la finca no venden sus productos a particulares, ni se realizan visitas excepto para profesionales del mundo del vino o de la comunicación.
Qué hacer en Medina del Campo: visitas guiadas
Qué hacer en los alrededores de Medina del Campo
Si vas a pasar varios días en Medina del Campo, puedes aprovechar para conocer otros lugares de la zona. Hay pueblos y ciudades a menos de una hora en coche de este pueblo vallisoletano que bien merece la pena conocer.
- Arévalo. A tan solo 25 minutos en coche por la A-6 encontramos este pueblo de la provincia de Ávila. Rodeado por una muralla, su centro histórico aloja museos, iglesias y edificios de arquitectura tradicional. Si visitáis este pueblo, no olvidéis acercaros a su castillo.
- Zamora. Esta preciosa ciudad bañada por el Duero cuenta con un fantástico patrimonio románico. Forma parte también de la denominada Ruta Europa del Modernismo. Palacios, iglesias y su catedral son algunos de los lugares que ver en Zamora que no te puedes perder y que encontrarás a una hora de Medina del Campo.
- Tordesillas. Al igual que Medina del Campo, esta localidad pertenece a la provincia de Valladolid. En ella se firmó el Tratado de Tordesillas, y a dicho tratado dedica un museo este pueblo en el que también hay que visitar la Plaza Mayor, el Monasterio de Santa Clara y el Museo de San Antolín entre otros muchos lugares. Y todo a tan solo 25 minutos de Medina.
Dormir en Medina del Campo
Para poder disfrutar con calma de todas las cosas que hacer en Medina del Campo, no hay duda de que la mejor opción es hacer noche en la localidad. Tener un par de días para visitar la villa es mejor que reducir la estancia a unas horas o un solo día.
En mi caso, me alojé en el Hotel Villa de Ferias. En él se encuentra el restaurante del que os he hablado antes. Cuenta con parking, zona de carga para vehículos eléctricos, bar, terraza y zona de estar común en el piso de las habitaciones. Estas últimas cuentan con amplios baños, ya sean dobles individuales o suites. Puedes ver precios y disponibilidad en el siguiente enlace: Hotel Villa de Ferias.
