Gastronomía belga: 10 platos que tienes que probar en Valonia

por Cristina Monsalvo
gastronomía belga

Comer en Valonia es garantía de satisfacción. Os lo digo por experiencia. La calidad de la materia prima, la tradición culinaria y la buena presentación hacen que sentarse a la mesa en cualquier local de esta región de Bélgica sea un placer. Porque la gastronomía belga es otra de las buenas razones por las que merece la pena viajar a Valonia.

Cuando uno se sienta a comer en Bélgica, tiene que hacerlo con hambre y con tiempo. Los belgas no comparten el concepto de comida rápida. Ellos disfrutan de la comida y también del tiempo que invierten en comerla. No es raro que una comida se alargue dos horas, ni que en un restaurante tarden más tiempo de lo que los españoles consideramos apropiado en traer la carta.

En tierra belgas, al sentarte a comer o cenar, debes hacerlo sabiendo que el primer vino o la primera cerveza son para abrir boca. Para tomarse el tiempo necesario para decidir los platos que vas pedir. Más tarde llegará el tiempo para disfrutarlos, saborearlos y acompañarlos de otro vino o otra de esas cervezas de abadía que en Valonia elaboran como nadie.

Gastronomía belga en Valonia

Si vas a viajar a Valonia, entre lo platos de la gastronomía belga que no puedes dejar de probar están estos de los que ahora te hablo. Algunos son populares en toda Bélgica. Otros son típicos de la región sur del país, la que hace frontera con Francia, Alemania y Luxemburgo y en la que se funden sabores que acercan a la historia y tradiciones de Valonia.

También la geografía valona influye en lo que llega a la mesa. La abundancia de ríos y los bosques habitados por corzos, ciervos y jabalíes llenan la mesa de caza y pesca según la temporada.

Patatas fritas, un imprescindible de la gastronomía belga

Nadie hace las patatas fritas como los belgas. Un comida sencilla que forma parte del patrimonio del país y que se pueden comer como acompañamiento a muchos platos o en un cucurucho comprado en alguno de los muchos puestos repartidos por ciudades, pueblos y en todos los restaurantes en los que comer en Bruselas.

El origen de típico plato de la gastronomía belga se remonta a finales del siglo XVIII, a la ciudad de Namur, capital de Valonia. Se cuenta que en 1781, la ciudad vivió uno de los inviernos más fríos. Tanto, que el río Mosa se congeló y la gente de la ciudad no podía pescar. Así que empezaron a cortar las patatas en forma de pescado y a freírlas. Un plato sencillo que se ha convertido en emblema de un país.

Pero ¿por qué están tan ricas estas patatas fritas? Supongo que por la calidad del producto y por esa doble cocción que hace que estén blanditas por dentro y súper crujientes por fuera. Un delicia de lo más básico.

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Tarta Al d’jote, para los amantes del queso

Este plato, similar a una quiche, es un plato típico de la ciudad de Nivelles, cuya colegiata románica es uno de los lugares que ver en Valonia. Un plato que ya se elaboraba en el siglo XIII y que ahora es tan popular en la ciudad que no es raro verlo listo en muchos restaurantes de la ciudad.

Los ingredientes principales de este plato de la gastronomía belga son las acelgas, el queso y la mantequilla. Se gratina y se sirve caliente. Para que te guste esta tarta es imprescindible que te guste el queso, pues el sabor que predomina.

Como recomendación, deciros que no cometáis la locura (cómo hice yo) de querer comeros una tarta Al d’jote vosotros solos. Es muy contundente, un plato pesado. Llega un momento que sientes que la boca se queda pegada con tanto queso. Está muy buena, pero que no os pueda el ansia y pedir este plato para compartir mientras os tomáis una Cheval Godet, una cerveza de Nivelles.

Tarta Al d’jote Nivelles

Boulets à la liégeoise

Las albóndigas son uno de esos platos que se pueden comer en distintos lugares y que se diferencian por el tamaño, la carne y la salsa que las acompaña. Las albóndigas de Lieja son grandes y se hacen elaboran, generalmente, con carne de cerdo y ternera. Se cuecen en un salsa agridulce con cebolla, azúcar y vinagre en la que no puede faltar otro producto estrella de Lieja: el sirope.

Es uno de los platos típicos más tradicionales no solamente de Valonia, también de la gastronomía belga. Se sirve acompañado de patatas fritas y, en ocasiones, de puré de manzana. Es tan popular, que en Lieja hay locales que tienen poco más en su carta que este plato.

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Croquetas de queso de Orval

Yo soy muy fan de las croquetas (a veces creo que podría alimentarme solamente de ellas) y confieso que en Bélgica he comida algunas de las mejores. Más grandes que las que hacemos en España y a veces cuadradas en lugar de redondas, si vas a tierras belgas seguro que las comes en algún momento.

Entre las croquetas más típicas de la gastronomía belga que vais a poder comer Valonia están las de pollo y las de gambas. Pero si queréis probar unas especialmente cremosas y típicas de la región sureña de Bélgica, no dudéis en probar la de queso de Orval.

Este queso se comenzó a elaborar en 1928, poco después del regreso de los monjes a la abadía de Orval (un lugar imprescindible que ver en Bélgica), destruida a finales del siglo XVIII. Es un queso elaborado con leche entera pasteurizada que se caracteriza por su cremosidad, algo que da un toque especial a las croquetas al fundirse.

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Trucha, del río al plato con leyenda incluida

Uno de los pescados más típicos que comer en Valonia es la trucha. Viven en muchos de los ríos de la región y son un plato muy popular. Se encuentra en gran parte de los restaurantes valones, pero si hay un lugar en que le merece la pena probarla, es en Orval (si, de nuevo esta localidad conocida por su abadía).

La trucha no tiene mucha preparación, se hace al horno y saben dejarla en su punto. Pero la razón para que os recomiende comerla en este rincón de Valonia es su relación con una leyenda. Esa que cuenta como la condesa Matilde de Canossa perdió su anillo nupcial, recuerdo de su difunto marido, al caer a una fuente. Rezó para encontrar de nuevo la joya, y ésta apareció de la forma más insospechada: en la boca de una trucha que recogió el anillo y lo subió a la superficie para entregárselo a Matilde.

Jamón de las Ardenas, el mejor embutido de la gastronomía belga

Existen dos versiones del jamón de las Ardenas. Una es el jamón curado, típico de las Ardenas francesas. La segunda, es el jamón ahumado, el tradicional de Valonia y de la gastronomía belga.

Este segundo jamón es típico de la región sureña belga. Para conseguirlo, hay que salar y ahumar la pata del cerdo, y gracias a la temperatura y humedad del territorio de Valonia, se consigue que este producto madure y seque en el tiempo oportuno. Dicen los valones que con otro clima, el jamón de las Ardenas sería bien diferente. Desde luego el que ellos producen es realmente sabroso y perfecto para comer en cualquier momento del día, acompañado siempre por una buena cerveza de la de abadía.

Magret de pato a la N’ice Chouffe

Los platos de caza están muy presentes en la gastronomía valona. Y los de magret de pato están entre los más apreciados. Hay muchas recetas para prepararlo y presentarlo, pero sin duda el magret de pato a la N’ice Chouffe es una de las más belgas, ya que en su elaboración se incluyen cerveza y chocolate.

Una vez terminada la cocción del pato en el horno, se emplata el magret con col y tiras de tocino. Y como remate, se añaden trocitos de la galleta más belga, los spéculoos. El mejor sitio para probar este plato es sin duda ese en Brasserie d’Achouffe, a 70 kilómetros al sur de Lieja. Allí se elabora la cerveza N’ice Chouffe, una cerveza oscura, condimentada con tomillo, curaçao y piel de naranja. Sin duda sabores perfectos para cocinar un plato de pato.

Paté gaumaise, empanada estilo valón

Esta especie de empanada de carne de cerdo se puede tomar fría o caliente. Pero hay que probarla, pues es uno de los cinco platos de la gastronomía belga de Valonia con la etiqueta de Indicación Geográfica Protegida.

La masa fermentada se rellena con piezas del cerdo marinadas en vinagre o vino y con hierbas y especial. Es una receta de Gaume, una subregión al sur de la provincia de Luxemburgo, y se puede comprar ya preparada en carnicerías y panaderías.

Gofre de Lieja, la tentación más dulce de la gastronomía belga

Quién no ha probado alguna vez los famosos gofres belgas. Un dulce con un olor inconfundible cuya masa se elabora con leche, harina, azúcar, mantequilla y un poquito de canela.

Pero, ¿sabías que hay gofres de Bruselas y gofres de Lieja? Es muy sencillo diferenciarlos. Los primeros son más finos y con una forma completamente rectangular. Los segundos, mis favoritos, son más gruesos y con bordes irregulares. También se rematan con un ingrediente imprescindible en los gofres de Lieja: el azúcar perlado. No necesitan nada más para ser deliciosos, pero ya que estamos en la tierra del chocolate ¿por qué no poner un poco de chocolate por encima? Nosotros los hemos comida en varios mercados en nuestro viaje a Valonia en Navidad y estaban todos deliciosos.

gastronomía belga, gofres de lieja

Couque de Dinant, la galleta caramelo

Dinant es una de las ciudades más bonitas de Valonia. Y también tienen un dulce típico: las galletas de Dinant. Se trata de una galleta elaborada con harina de trigo, azúcar y miel. Se cuece a alta temperatura, lo que hace que la miel se caramelice con rapidez dando como resultado una galleta dura. Hay que tener buenos dientes para comerla, por lo que lo mejor es dejar que se vaya deshaciendo en la boca, igual que si fuera un caramelo.

Dicen que el origen de esta galleta es medieval. Pero en pleno siglo XXI se siguen elaborando de la forma tradicional. La Patisserie Jacobs, en la Rue Grande de Dinant, tiene un escaparate con un montón de estas galletas de gran tamaño expuestas. Ellos mismos organizan visitas organizadas en las que se explica el modo en el que se hace esta singular galleta.

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