Que ver en Durbuy, la ciudad más pequeña del mundo

por Cristina Monsalvo
Qué ver en Durbuy

Durbuy es uno de los lugares que ver en Bélgica. Se encuentra al sur del país, en la región francófona de Valonia. Aunque por su pequeño tamaño pueda parece un pueblo, recuerda cuando la visites estás en la ciudad más pequeña del mundo. Disfruta de sus calles empedradas, de sus buenos restaurantes y de todos esos lugares que ver en Durbuy y que podrás visitar en unas horas.

Durbuy

Durbuy, la ciudad más pequeña del mundo

Esta encantadora localidad que ver en Valonia está a tan solo 45 kilómetros de Lieja, la ciudad más grande de la región.

Durbuy está enclavada en los meandros del río Ourthe, un afluente del Mosa, el río que baña otra de las localidades más bonitas del sur del Bélgica: Dinant.

Esta coqueta y cuidada localidad recibió el título de ciudad en 1331. Se lo otorgó en 1331 Juan I de Bohemia. Por aquel entonces, Durbuy era un importante centro comercial.

Actualmente, esta ciudad belga basa su economía principalmente en el turismo. En sus pocas calles, entre los lugares que ver en Durbuy, abundan los hoteles y los restaurantes. En 2007, la ciudad fue galardonada por su excelente gestión en materia de turismo sostenible por el programa europeo EDEN (European Destinations of Excellence).

Cómo llegar a Durbuy

La mejor forma de recorrer Valonia es sin duda el coche. Aunque el transporte público comunica casi todos los puntos del país, a algunos rincones apartados que merecen una visita y a los que no resulta sencillo llegar en tren o autobús.

Si llegáis a Durbuy en coche, recordad que el centro es peatonal. Y que los lugares para estacionar son todos de pago. No sale barato en ese aspecto pasar un día en la ciudad, pues incluso los que están a las afueras de la localidad son también estacionamientos de pago.

Estos son los aparcamientos en Durbuy más cercanos al centro (el precio es de 2 € hora):

  • Parking Place aux Foires.
  • Parking de l’Anticlinal.
  • Parking Allée Louis de Loncin.
  • Parking Centre-Passerelle.
  • Parking Philippart.

Hay otro aparcamiento más alejado, el Durbuy Kayak Parking Aan De Ourthe. Está a 1.500 metros del centro de Durbuy. Aquí cuidado con el tema del pago. Hay usuarios que afirman que es gratuito, otros que confirman que el precio es de 7 € por día. Y alguno que hasta le pusieron una multa para no pasar por las maquinas de pago para registrar la hora de llegada al parking. Es una opción, pero hay que asegurarse de los precios antes de dejar allí el coche.

En cuanto al transporte público para ir a Durbuy, la mejor opción es el tren. Se puede utilizar este medio de transporte desde Lieja (1 hora de viaje). También se puede llegar a Durbuy desde Bruselas o Namur, pero en ese caso hay que hacer transbordo en la estación de Marloi, por lo que viaje desde la capital del país se va a más de dos horas. Desde Namur tardaremos poco más de una hora en llegar a nuestro destino.

Hoteles en Durbuy

Los lugares que ver en Durbuy se pueden conocer en un solo día. Pero merece la pena quedarse a dormir en Durbuy porque al caer la tarde, gran parte de los turistas que visitan la ciudad se marchan, dejando las calles mucho más tranquilas (incluso vacías en los meses de temporada baja).

Si decidís hacer noche en esta preciosas ciudad que parece sacada de un cuento, os dejo aquí algunas recomendaciones.

  • Hotel Victoria. Este hotel está en el corazón de la ciudad y fue en el que nosotros nos alojamos. Ocupa una antigua casa histórica con mucha madera y piedra en algunos muros. Cada habitación tiene una decoración individual, con mucho espacio, camas muy cómodas y grandes baños. Ofrecen desayuno todas las mañanas y tiene un agradable salón común.
  • La Chambre Rose. Se trata de otro de esos hoteles con encanto en Durbuy. También está en el centro y su decoración ecléctica es de lo más resultona. No ofrecen servicio de desayuno, y para compensar, las habitaciones tienen nevera y cafetera. También hay varias cafeterías cerca.
  • Logies l’Epicerie. Los que prefieran un apartamento seguro que caen rendidos ante este. En el corazón de Durbuy, cuenta con una habitación y un sofá cama. Aunque no es muy grande, no le faltan ni una cocina con comedor ni una agradable zona de estar.
  • Les Chambres du Vivier. La última sugerencia es para aquellos a los que nos les importe alojarse a cierta distancia de la ciudad. Este establecimiento está a 4 kilómetros de Durbuy y cuenta con tres habitaciones de distintos tamaños decoradas con mucho estilo, cada una con su propia zona exterior. Existe la opción de reservar la habitación con o sin desayuno.

Qué ver en Durbuy

Los lugares que ver en Durbuy están repartidos a ambos lados del río Ourthe. Este río se puede cruzar por dos puentes, por lo que perfectamente se puede hacer una ruta circular.

El mejor momento para visitar Durbuy es sin duda una día entre semana, mejor en primavera, cuando los días son más largos y probablemente más soleados. Las primeras semanas de otoño también son un buen momento para conocer la ciudad y el bello entorno natural que la rodea.

Nosotros estuvimos en la ciudad en diciembre en nuestra ruta por Valonia en Navidad. La ciudad estaba realmente bonita y bastante tranquila, aunque supongo que durante los fines de semana de ese mes, cuando abre su mercado de Navidad, es más que probable que lleguen a ella muchos más visitantes que en noviembre o enero.

En verano es cuando más turistas visitan Durbuy. Muchos llegan en excursiones organizadas, en autobuses con más de 40 ó 50 personas a bordo. Es el momento de vacaciones para la mayoría, pero si podéis ir en otra época estoy segura de que disfrutaréis más de la ciudad.

Sea cuando sea el momento en el que vayáis a conocer esta localidad belga, estas son mis recomendaciones de lugares que ver en Durbuy.

Castillo de los Condes de Ursel

Es sin duda la construcción más imponente que ver en Durbuy. Eso sí, solamente desde el exterior de los muros que lo rodean ya que se trata de una propiedad privada y por ahora, no abre sus puertas a los visitantes.

Por suerte, desde las calles del centro peatonal y desde la orilla del río Ourthe se tienen buenas vistas de esta construcción levantada originalmente en el siglo XI y reconstruida en el siglo XVII.

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Iglesia de San Nicolás

Justo frente al castillo está la pequeña iglesia de San Nicolás. Es pequeña, muy acorde con el tamaño de Durbuy. Se construyó en el siglo XVII y fue ampliada 150 años más tarde por los hermanos Agustinos Recoletos. Poco les duró el disfrute de su nuevo templo, pues algunos años más tarde fueron expulsados durante la Revolución Francesa. .

Dentro de la iglesia hay que buscar la pila bautismal del siglo XVI. En el exterior es imposible no fijarse en el campanario, que data del siglo XIX. Como veréis este pequeño templo es el resultado del trabajo realizado a lo largo de varios siglos.

Anticlinal, uno de los lugares que ver en Durbuy

Al salir de la iglesia, girando a la derecha está el edificio que fue convento de esta congregación religiosa. Basta caminar unos metros más por la Rue des Récollets para llegar a uno de los lugares más singulares que ver en Durbuy: el anticlinal.

Yo no sabía lo que era eso del anticlinal. Por si vosotros tampoco lo sabéis, aquí os dejo su definición: pliegue de la corteza terrestre que presenta los estratos más antiguos en su núcleo.

Al anticlinal de Durbuy se le calculan nada menos que 300 millones de años y lo que se ve cuando se llega frente a él es una serie de pliegues en la roca sobre un pequeño estanque. Imaginad que la corteza terrestre era plana en ese lugar. Debido a presiones o desplazamientos provocados por los materiales en capas más profundas, este terreno se fue plegando y elevando, haciendo que las capas más antiguas de las rocas que allí había salieran a la superficie,  pasando de su posición horizontal a una vertical.

(No pongo ninguna foto de este lugar porque cuando fuimos estaba tan oscuro que fui incapaz de lograr una foto en la que se vean bien los pliegues.)

Las calles más bonitas que ver en Durbuy

Dejando atrás el anticlinal, llega el momento de dar un paseo por el centro de la ciudad. Allí están Rue de la Prevoté, Rue des Recollectines y Rue Alphonse Eloy. Probablemente las tres calles con más encanto que ver en Durbuy. Piedra en el suelo, piedra en las casas. Puertas pintadas de color pastel, hiedra en los muros y plantas adornando las ventanas.

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Los cafés y restaurantes de esta parte de la ciudad sacan sus mesas a la calle en una invitación a los visitantes para que hagan un alto en el camino. Aquí y allá, pequeño hoteles comparten protagonismo con cuidadas heladerías y bonitas tiendas.

Tampoco hay que pasar por alto la estrecha Rue Auguste Daufresne de la Chevalerie (une las Rue des Récollets y de la Prevoté). La calle debe su nombre a un poeta de las Ardenas que vivió en el siglo XIX y conserva el pavimento antiguo realizado con piedras del río Ourthe.

Durbuy

Seguramente encontréis en vuestro paseo por el centro de Durbuy un par de esculturas. Una, la de un hombre sentando en un banco en Rue des Recollectines. La otra, la de un niño sentado en el suelo, leyendo, en Rue Alphonse Eloy. De la primera no os puedo dar ninguna información sobre que representan. La segunda es un homenaje al antiguo Festival del Cómic.

Durbuy

Durbuy History & Art Museum (DHAM)

Aunque nosotros no visitamos este museo que ocupa un edificio de entramado del siglo XIV, el Halle aux Blés (mercado del trigo), lo que no pudimos es dejar de fijarnos en su llamativo exterior. Esta construcción también alojó el Ayuntamiento y el Tribunal Supremo. Llegó incluso a haber una cervecería en su interior.

Ahora, este edificio con tanta historia que fue restaurado en 1718, aloja el Museo de la Historia de Durbuy y ofrece exposiciones temporales de arte contemporáneo. Si queréis visitarlo, recordar que cierra los viernes y durante los cambios de exposición.

Parc des Topiaires, un jardín singular que ver en Durbuy

Nos quedamos con ganas de dar un paseo por este parque que ver en Durbuy. Para llegar a él solamente hay que cruzar el río Ourthe por el puente que hay cerca de la Iglesia de San Nicolás. Hacerlo no solamente nos llevará al otro lado del rio. También nos tendremos otras perspectiva del Castillo de los Condes de Ursel.

Una vez cruzado el puente (originalmente fue de madera y tuvieron que reconstruirlo en varias ocasiones) hay que bajar hacia la orilla del río, hacia la izquierda, para ver la reconstrucción de una antigua rueda de molino y tener la que es, probablemente, la mejor panorámica del castillo.

Unos metros más adelante,  a la derecha, está la entrada al Parc des Topiaries. Su nombre hace referencia nada menos que a un término que hace muchos siglos utilizó Plinio para sus jardineros. Esclavos sirios y egipcios que daban forma a las plantas de boj con las iniciales de su amo.

Los romanos fueron también aficionados al arte topiario, gustándoles especialmente las figuras mitológicas. Durante mucho tiempo este arte cayó en desuso, pero poco a poco muchos jardineros han vuelto a adornar parques y jardines con distintas figuras. Gracias a sus tijeras de podar consiguen dar formas fabulosas a las plantas de ciprés, boj, tejo o laurel entre otras.

Esas figuras son las que se pueden ver en Parc de Topiaires de Durbuy. Cuidados setos podados con formas sinuosas entre los que sobresalen figuras que representan a personas y animales.

Precios y horarios del Parc de Topiaires

  • Entrada general 4,5 €, mayores de 60 años 4 €, niños de 6 a 12 años 1 €, menores de 6 años gratis.
  • De marzo a octubre de 10:00 a 18:00 horas.
  • Finales de febrero, noviembre y principios de diciembre de 10:00 a 17:00 horas.
  • Resto del año, cerrado.

Mercado de Navidad de Durbuy

Al principio del post os dije que nosotros visitamos Durbuy en un viaje por tierras valonas en Navidad. En esta pequeña ciudad se instala cada año uno de los mercados más grandes del sur de Bélgica. Atracciones para los niños, tiendas de artesanía, puestos de comida. Cada fin de semana esta localidad se convierte en punto de reunión de muchos belgas que acuden a ella para disfrutar de su bonito mercado.

Nosotros no lo vimos abierto porque solamente es durante los fines de semana cuando abren todos los puestos. Aún así, por lo bonita que estaba Durbuy en esas fechas, mereció y mucho conocer la ciudad en diciembre. A pesar de los días grises y la niebla. Esta última a mi me parece que le da una aspecto mágico a la “ciudad más pequeña del mundo”.

Qué ver cerca de Durbuy

Si tenéis tiempo para hacer más visitas durante vuestro paso por Durbuy y, sobre todo, si hace buen tiempo puede que os apetezca disfrutar del Laberinto de Durbuy. Está a 2 kilómetros de la ciudad y allí encontraréis un laberinto gigante formado por plantas de maíz que ocupa 11 hectáreas al que se le suman otras atracciones pensadas para disfrutar en familia.

Otro lugar situado en la misma zona que el anterior parque es Adventure Valley Durbuy. Toboganes gigantes, zonas de escalada, espacios para los más pequeños, vías ferratas. Un lugar para pasar el día haciendo ejercicio en familia rodeados de naturaleza.

Dónde comer en Durbuy

Ya os decía que Durbuy es una ciudad muy turística. Prueba de ello la cantidad de restaurantes que vais a encontrar en sus calles. Los hay informales, elegantes y algunos que presumen con un cartel en la puerta de haber aparecido en la Guía Michelín. Aquí os dejo algunas sugerencias por si las queréis tener en cuenta.

  • Le 7 by Juliette. El lugar perfecto para una comida rápida sin muchas pretensiones. Platos para compartir, hamburguesas, tapas y cócteles forman parte de su carta. La pega de este lugar si hace frío (cómo nos pasó a nosotros) es que está abierto y si no encuentras una mesa bajo uno de los calefactores es casi mejor buscar otro lugar en el que comer. Con buen tiempo es una buena idea para comer, cenar o, sencillamente, tomar una cerveza.

  • Le Fou du Roy. Uno de los restaurantes más elegantes y románticos de Durbuy. Sus dueños, una pareja de cocineros, elaboran refinados platos franceses y belgas con ingredientes de temporada. Han sido mencionados en la Guide Michelin. No es barato, pero si quieres disfrutar de un lugar especial, puede que esta local sea una gran elección.
  • La Vieille Demeure. Es imposible no fijarse en este restaurante en Rue du Comte Théodule d’Ursel. Ocupa uno de los edificios más bonitos que ver en Durbuy. Es un buen lugar para desayunar o comer los pequeños crepes que han popularizado a este local.

  • Edouard Garden Café. Este local abre solamente los fines de semana hasta las 18:00 horas en temporada alta. Entre semana y en temporada baja, cierra una hora antes. Se trata de un buen lugar para desayunar, tomar un café, comer o disfrutar de su completo brunch.
  • Aux 10 clefs. Un local sin pretensiones pero bien valorado por los clientes. Cuentan con menús cerrados a precios aceptables para estar en Bélgica. Puede ser una buena opción si no te quieres llevar un susto cuando llegue la cuenta a tu mesa.

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