Hay un pueblo en Extremadura considerado uno de los más bonitos de España. Su nombre es Olivenza y su historia hace de él el pueblo más portugués de nuestro país. Las placas con el nombre de las calles recuerdan ese pasado, así como las portadas de sus edificios y el interior cubierto de azulejos de sus iglesias. Si no te quieres perder nada de esta localidad, sigue leyendo para descubrir los mejores lugares que ver en Olivenza.
Olivenza se encuentra en la provincia de Badajoz, a tan solo 15 kilómetros de la frontera portuguesa. Su pasado está ligado para siempre al del país vecino. Y es que la que fue aldea extremeña hasta 1297 pasó a formar parte del territorio de Portugal en esa fecha tras la firma del Tratado de Alcañices, perteneciendo a ese país hasta 1801.
Nada menos que 504 años pasaron hasta que Olivença (nombre luso del pueblo) pasó de nuevo a formar parte de España gracias al Tratado de Badajoz. En dicho tratado se acordaba que la frontera entre los dos países de la Península Ibérica sería el río Guadiana, por lo que la localidad de la que hablamos dejó atrás su pasado portugués para continuar su historia como pueblo español.
Cinco siglos de historia no se olvidan de golpe, y esos 500 años de Olivenza como localidad portuguesa siguen patentes en sus calles, en las que conviven el nombre actual de cada una de ellas con el que tuvieron durante cinco siglos. Otro recuerdo de aquel pasado es que mucho vecinos de la población hablan tanto español como portugués. Desde hace más de una década los oliventinos puede solicitar su cartão de cidadão, equivalente portugués del DNI, pasando a tener la doble nacionalidad.
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Qué ver en Olivenza en 1 día
Recorrer las calles y monumentos que ver en Olivenza es un viaje en el tiempo que inevitablemente nos recordará a Portugal, a lugares que ver en el Alentejo como la cercana Elvas e incluso a Andalucia. Sus casas blancas con rejas hasta el suelo, sus portadas manuelinas, sus azulejos y el trazado de su fortificación forman un conjunto arquitectónico tan singular como bello.
Este pueblo, uno de los más bonitos en tierras extremeñas, se puede recorrer perfectamente en un día. La luz del sol hace que Olivenza pase de los tonos plata de la mañana a los dorados de la puesta de sol. En los días más calurosos es mejor evitar las horas del mediodía para hacer turismo. A esa se come, se descansa y se cogen fuerzas para terminar el día subiendo a la torre del castillo para disfrutar de una panorámica completa de los lugares que ver en Olivenza y del paisaje que rodea el pueblo.
Convento de San Juan de Dios
La historia de este convento que ver en Olivenza es bastante convulsa. Su construcción comenzó en el siglo XVI. Fue entonces cuando una dama de la alta burguesía de la localidad invirtió en la construcción de un convento para monjas Clarisas. Las obras se demoraron y no fue hasta el primer tercio del siguiente siglo cuando las monjas ocuparon el edificio. No pudieron vivir mucho tiempo en el convento, pues estalló la Guerra de Restauración y las monjas cedieron el edificio a los Monjes Hospitalarios de San Juan de Dios que convirtieron el convento en hospital militar. Los soldados que eran atendidos en el hospital y fallecían en él eran enterrados allí mismo.
Pasaron los siglos y llegó la Guerra Civil. El antiguo convento y hospital pasó a ser cuartel de la Guardia Civil. Allí mismo hubo fusilamientos, y cuentan en el pueblo que los asesinados fueron enterrados en zanjas o arrojados a un pozo.
Durante décadas el edificio estuvo abandonado. Fue a finales del siglo XX cuando comenzaron las obras de restauración del que fue convento de clarisas para dar un nuevo uso a lugar como escuela de teatro, museo y oficina de turismo. Pero, no hay que dejar de contar que durante esas obras aparecieron un gran número de restos humanos y comenzaron los fenómenos paranormales. Voces, sombras y apariciones son algunos de los fenómenos de los que hablan alumnos y profesores de la escuela. Hasta Cuarto Milenio ha hecho un programa sobre estos fenómenos.
Ciertos o no, la verdad es que no está de más darse una vuelta por este convento, pedir allí información en la Oficina de Turismo, darse una vuelta por el claustro o visitar la reforma iglesia que ahora se utiliza como espacio para eventos. También se puede visitar en este lugar que ver en Olivenza el Museo de Papercraft (entrada de pago), uno de los dos museos que hay en Europa dedicados a las figuras creadas con la técnica papercraft.
Puerta del Calvario y las murallas abaluartadas
A poca distancia del anterior convento se encuentra esta puerta que forma parte de la muralla abaluartada que rodea el casco histórico de Olivenza. Se construyó en el siglo XVII, está orientada hacia Portugal y es la única que se conserva de las tres puertas que tenía la muralla.
En la parte exterior se puede ver la parte más monumental de la puerta, con un frontón triangular en cuyo centro está la corona real sobre el escudo de Portugal. También se pueden ver las aperturas para el mecanismo del puente levadizo. Además es un buen lugar para contemplar dos de los baluartes de la muralla. Se conservan los nueve que fueron construidos, aunque no todos están en el mismo estado ni son totalmente visibles.
Para conocer la historia de estas murallas y de tantos lugares de este interesante pueblo te recomiendo reservar la visita guiada por Olivenza. Tiene una duración de 90 minutos, se realizado durante todo el año de martes a sábado y es la mejor forma de conocer Olivenza y su apasionante historia.
Iglesia de Santa María Magdalena
Es probablemente uno de los lugares más bellos que ver en Olivenza. Fue construida en el siglo XVI para ser residencia de los obispos de Ceuta y es principalmente de estilo gótico tardío. Gárgolas, almenas y pináculos destacan en su exterior. Tras cruzar la puerta principal de estilo renacentistas, es imposible no sentirse trasladado a Portugal al ver el interior. Sus singulares columnas recuerdan una soga y son características del estilo manuelino en el que los elementos marineros están siempre presentes. No faltan las paredes cubiertas de azulejos en tonos azules que rodean retablos barrocos y neoclásicos.
Una de las curiosidades de esta bella iglesia es que para recaudar dinero para su construcción se creo un impuesto que gravaba la venta de aceite, carne y pescado. No creo que a la gente de la época le hiciera mucha gracia, pero sin duda el resultado es digno de admiración.
Palacio Municipal
En la Plaza de la Constitución se encuentra el ayuntamiento. Uno de los edificios destacados que ver en Olivenza. Data del siglo XV y su bella portada manuelina se han convertido, junto al olivo, en símbolo de la ciudad. No faltan en esta puerta los elementos característicos de este singular estilo arquitectónico portugués. Desde los arcos polilobulados a los motivos vegetales o las esferas armilares símbolo de las conquistas marítimas. En el el centro, las armas portuguesas, el escudo de Olivenza y la Cruz de Cristo.
Muralla Medieval, otro lugar que ver en Olivenza
Si desde ella se toma la calle Duque de Cadaval se puede ver la coqueta tienda de una costurera con ventanas pintada de azul. Hacia el final de la calle aparece el Puerta Alconchel, una de las cuatro puertas que tenía la muralla medieval mandada construir por D. Dinis a principios del siglo XIV. Se trata de la mejor conservada de las tres puertas de dicha muralla que han llegado a nuestros días, con sus dos torreones semicirculares unidos por una arco central.
Las otras dos puertas que ver en Olivenza de esa muralla que rodeaba el corazón de la localidad son la puerta de los Ángeles y la de San Sebastián.
Capilla del Espíritu Santo
Si se cruza la primera de esas puertas, la de los Ángeles, se llega a otro lugar destacado que ver en Olivenza. La Capilla del Espíritu Santo. Un pequeño templo que pertenece a la Casa de la Caridad fundado por la reina Doña Leonor en 1501 para atender a enfermos pobres. Actualmente ese edificio es una residencia para personas mayores y no se puede visitar.
Esta iglesia es otra de las joyas de Olivenza. Tiene una sola nave y todo su interior está cubierto de azulejería y mármoles portugueses. Sus tres retablos son de estilo barroco y el único elemento que hay “made in Spain” es la figura de una Virgen a la derecha del altar.
Iglesia de Santa María del Castillo
Basta cruzar de nuevo la Puerta de los Ángeles para llegar a la plaza más bonita que ver en Olivenza, la de Santa María. En ella se encuentra la tercera de las iglesias que merecen una visita en esta localidad extremeña, la de Santa María del Castillo. Fue construida entre finales del siglo XVI y principios del XVII en el lugar en el que estuvo la primera iglesia de Olivenza. Su torre campanario, sobre la entrada principal al templo domina la plaza, eclipsando a la Torre del Homenaje del castillo. La entrada a la iglesia se realiza por una puerta lateral. Su interior tiene tres naves de la misma altura y su sencillez renacentista contrasta con los añadidos que se hicieron posteriormente en forma de azulejos y recargados retablos barrocos.
Nada más entrar, a la izquierda, hay que fijarse en un gran retablo con el Árbol de Jesé. Está realizado en madera tallada y policromada. Una representación de la genealogía del Jesús y de varias de la profecías. En este árbol de Olivenza, considerado el más grande de este tipo, aparecen desde el propio Jesé a los doce antepasados de Jesús, reyes de la casa de Judá. En alto está María con el Niño Jesús. Por si no lo sabéis, Jesé, el personaje que da nombre a este singular árbol genealógico, era padre del rey David y eslabón en la línea genealógica desde Abrahán hasta Jesús.
Castillo y Museo Etnográfico
En la misma plaza que la anterior iglesia esta el castillo de Olivenza. Fue restaurado en la década de los 70 del siglo pasado para recuperar el aspecto que tuvo antiguamente y habilitar sus estancias para convertirlas en el Museo Etnográfico Extremeño González Santana (entrada de pago).
La visita al museo permite ver la patio de armas y subir a lo más alto de la Torre del Homenaje. No tiene escalones, al igual que la Giralda de Sevilla, esta torre tiene rampas, lo que hace algo más ligero el ascenso. Merece la pena llegar a lo más alto para contemplar Olivenza.
En cuanto al museo, es una verdadera joya. En sus salas hay desde restos arqueológicos a arte sacro. Pero es sin duda la recreación de espacios como una barbería, una bodega o una zapatería lo más atractivo del museo. También hay una parte del museo en el que se reproducen estancias de viviendas típicas. Dormitorios, cocinas y salones hacen entender como era la forma de vida en el pasado gracias a la gran cantidad de objetos expuestos que forman parte de pequeños y completos decorados. Fotografías, juguetes, ropa, vajillas, muebles, loza y muchas cosas más se pueden ver en un recorrido por este museo que parece pequeño pero al que merece la pena dedicar mínimo 1 hora.
Plaza de España
Otra de las plazas que ver en Olivenza es esta. En ella llama la atención el suelo de mosaico que tanto recuerda al de muchas ciudades y pueblos portugueses. Esta plaza es un lugar habitual de reunión gracias a los bares y restaurantes que la rodean.
En esta plaza hay que buscar uno de los cinco pasos que hay repartidos por las calles de la localidad. Fueron construidos por la Hermandad de la Llagas y son los últimos vestigios de la herencia de la Semana Santa portuguesa en Olivenza.
Calles que ver en Olivenza
En Olivenza no faltan calles con rincones singulares y atractivos. Aquí un antiguo palacete, allá una casa con una preciosa reja, al otro lado una vista especial con una torre como protagonista. Yo os recomiendo no olvidar pasar por la peatonal Calle Caridad, con su suelo de mosaico y alguna tienda tan especial como la de Comestibles Miguel Lagoa.
Las calles Díaz Brito y Santiago tienen un aspecto muy andaluz, con casas pintadas de blanco y grandes rejas en las ventanas. Desde el final de ambas de consigue una bonita vista con el campanario de la iglesia de Santa María Magdalena o la Torre del Reloj, inconfundible por su forma hexagonal, al fondo.
Otras cosas que hacer y ver en Olivenza
En Olivenza se come muy bien. Entre los platos más típicos del pueblo están las migas extremeñas, la carne de retinto, el arroz con liebre o la sopa de ajo. Los derivados del cerdo tienen también importancia en la mesa de Olivenza. Si te gusta el jamón, no dudes en pedir una ración para tomar con un vino. Entre los restaurantes que hay en Olivenza, os recomiendo el mismo del que me hablaron a mi: Casa Maila. Fuimos a comer y nos gustó tanto que regresamos para la cena. Si bien a mediodía es más sencillo conseguir mesa, por la noche, sobre todo en fin de semana, conviene reservar.
Si decidís quedaros a dormir en Olivenza, os recomiendo el Hotel Rural Olivenza Palacio. Fue el que nosotros elegimos. Nos encantó su ubicación, el palacete en el que se encuentra, las amplias habitaciones, la amabilidad del personal y el precioso patio que es zona común y comedor para los desayunos.
Podéis aprovechar vuestro paso por Olivenza para conocer los lugares que ver en Badajoz, a tan solo 30 minutos en coche. En la capital pacense podéis hacer el tour de los misterios y leyendas de Badajoz o bien una visita guiada por Badajoz para conocer su historia y sus lugares más emblemáticos, como la catedral o la alcazaba.
También os podéis reservar el tour del toro en 4×4 por los llanos de Olivenza. Un ruta de 4 horas para descubrir muchas curiosidades del toro y su hábitat que termina con un aperitivo a base de productos ibéricos.
