Bressanone: una de las ciudades más bonitas del Tirol italiano

por Cristina Monsalvo
Bressanone

Una de las ciudades más bonitas que se pueden ver en Trentino Alto Adige es sin duda Bressanone. Una localidad que hasta la Primera Guerra Mundial perteneció al Imperio Austrohúngaro, pero que tras esa contienda pasó a formar parte del territorio italiano. Gran parte de la población de la ciudad sigue hablando alemán y  Bressanone conserva su nombre en esa lengua: Brixen.

Bressanone

Dónde está Bressanone

Bressanone se encuentra en el corazón de la región de Trentino Alto Adige, o Südtirol, en la ruta que une dos de las ciudades más grandes de la zona, Bolzano y Brennero. Esta última junto a la frontera con Austria.

Para que os hagáis una idea de las distancias, Bressanone está a 42 kilómetros de Bolzano, a 47 de Brennero y a 88 de Innsbruck, ya en territorio austriaco.

Cómo llegar a Bressanone

La forma más rápida y, al menos para mí, la más cómoda para llegar a Bressanone y descubrir otros lugares de esta atractiva región, es el coche. Existe una autopista de peaje que une Bolzano y Brennero, el camino más corto. Los que quieran ahorrarse unos euros, siempre pueden optar por ir por las carreteras estatales. La única pega es que pueden atravesar varias localidades, con todos los radares que suele haber instalados en ellas. En cualquier caso,  ya sabéis que Google Maps os mostrará siempre todas las opciones.

Una vez en el destino, hay que tener en cuenta que a no ser que uno se aleje mucho del centro, todo serán zonas de aparcamiento regulado. Así que hay que estar atentos y no olvidar pasar por el parquímetro.

Otra buena opción para llegar a Bressanone es el tren. Desde Bolzano sale uno cada 30 minutos con destino Brennero y parada en Brixen. El tiempo del trayecto ronda los 30 minutos. Si el viaje se hace desde Brennero, durará cerca de los 40 minutos. Desde la estación de tren de Brixen solamente se tardan 15 minutos en llegar al centro de la ciudad.

Los que se pregunten sobre los aeropuertos internacionales para llegar a Bressanone, deben saber que el de Innsbruck es el más cercano. Desde esa ciudad austriaca se puede ir también en tren hasta el corazón de Brixen.

Qué ver en Bressanone

La razón por la que nosotros llegamos a esta ciudad fue por celebrarse en ella uno de los mercados de Navidad más bonitos de Italia. Fue un viaje que organizamos en poco tiempo y en el que sabíamos que Bresanona tendría que estar en nuestra ruta.

A pesar de su reducido tamaño y de tener una población que no alcanza los 20.000 habitantes, es la tercera ciudad más importante de la zona y un popular centro de esquí. No es raro encontrar por su calles a personas con toda la equipación que han llevado en la pistas.

Los lugares que ver en Bressanone se encuentran concentrados en su centro histórico, o Altstadt en alemán. Es muy sencillo recorrerlo a pie, y además es placer de caminar por sus calles peatonales llenas de rincones encantadores, merece la pena.

Bressanone

Via Bastioni Maggiori

Nosotros dejamos nuestro coche aparcado junto a unos de los muros del cementerio, en la Via Roma. Desde allí fuimos caminando hacia Via Bastioni Maggiori. Una bonita calle jalonada de edificios de colores que sirven como marco a las montañas que rodean la ciudad. Se trata de una agradable calle para ir de compras o sentarse a tomar un café. Es probable que de haber entrado en la ciudad por otra parte no la hubiéramos llegado a ver.

Bressanone

En esta calle se puede ver la Heilig-Geist-Kirche, una iglesia que formaba parte de un hospital fundado  por una hermandad laica en el siglo XIV, el mismo en que la peste mató a una tercio de la población de Brixen.

También en Via Bastioni Maggiori se encuentra uno de los accesos al centro histórico. Justo frente a la iglesia que os acabo de mencionar, hay una torre encajada entre dos edificios. A sus pies, un arco que es la entrada a la parte con más atractivos de la ciudad. No hay que dejar de mirar hacia arriba cuando se cruza ese arco: hay una figura colgada que parece estar controlando quien entra y quien sale de la ciudad. Es probable que tenga una explicación, pero yo no la he encontrado.

Calles con pórticos

Al igual que algunas calles que ver en Merano o en Bolzano, en Bressanone no faltan las calles con pórticos: Via Portici Minori y Via Portici Maggiori. En ellas, los edificios datan de los siglos XV y XVI. Las plantas bajas de los mismos alojan desde hace siglos diferentes negocios, siendo sin duda el corazón comercial de la ciudad ayer y hoy. Cómo curiosidad, contaros que en Via Portici Minori vivieron desde 1769 a 1773 Leopold Mozart y su hijo, el famoso Wolfgang Amadeus Mozart. Una plaza entre dos arcos de los pórticos recuerda ese hecho.

Bressanone

Merece la pena pasear por esas calles porticadas y desviarse en cualquier rincón. El casco histórico de esta localidad invita a caminar sin rumbo, en cualquier esquina esperan al viajero bonitas puertas, atractivas tiendas (algunas con aspecto de no haber cambiado demasiado con el paso de los años) y agradables cafés en los que sentarse a disfrutar de esta tranquila zona de Brixen.

Columna Milenaria

Si al final de via Portici Minori se continúa caminando de frente, se llega a la Piazza Palazzo Vescovile. Esa plaza se levantan la llamada Columna Milenaria. Su nombre viene dado por haberse levantado para conmemorar el primer milenio de Bressanone (la ciudad se fundó en el años 901, siendo una de las más antiguas del Tirol). En lo más alto de la columna se puede ver un cordero, símbolo de la ciudad.

Bressanone

Palazzo Vescovile

El Palacio Episcopal fue desde medidados del siglo XIII hasta 1973 la residencia de los obispos príncipes (lo mismo que la Residencia, unos de los lugares imprescindibles que ver en Würzburg). Fue en ese año del siglo XX cuando la sede episcopal se trasladó a Bolzano. Desde esa fecha, el palacio aloja el Museo Diocesano. Nosotros no lo visitamos, pero no hay duda de que tenga tiempo de entrar en ese museo, podrá disfrutar también de un paseo por 70 de las salas de edificio.

Piazza Duomo

El corazón del centro histórico de Bressanone es esta plaza. Se trata de un espacio amplio y elegante. En ella se encuentran algunos de las iglesias más importantes que ver en la ciudad. Esta plaza es también el lugar en el que cada año se instala uno de los mercados navideños más atractivos de Italia. Si estáis en esta parte del país en diciembre, no dejéis de acercaros a Brixen para recorrer su mercadito, admirar sus puestos de adornos navideños y, por supuesto, tomar un vin brulé (vino caliente con especias).

En la Piazza Duomo se encuentra el ayuntamiento, y frente a él, en el espacio que ocupa cada diciembre el árbol de Navidad, se puede ver el resto del año el escudo de la ciudad, con su cordero, hecho con flores y plantas.

Duomo di Bressanone

La esbelta y armónica fachada de la catedral de estilo barroco atrae todas las miradas en la plaza en la que se encuentra. Sus dos torres están precedidas de un pronaos neoclásico, pero este templo no fue siempre así. El edificio original se construye en el año 980, pero dos incendios obligaron a reconstruirlo en el siglo XIII, en estilo románico y ya con dos campanarios.

Bressanone

En el siglo XVIII, la catedral fue renovada, adquiriendo el estilo barroco del que hoy hace gala. Los mármoles, de 33 tipos diferentes, son uno de los elementos más destacados de un interior decorado con frescos. Entre estos destaca el que representa la Adoración del Cordero, en el techo, con un tamaño de unos 200 m2. El retablo del altar mayor está considerado uno de los mejores ejemplos del barroco en el Tirol.

Claustro de la Catedral

A la derecha de la puertas de acceso a la catedral, hay una entrada que lleva directamente al claustro de la misma. El acceso es gratuito y es sin duda uno de los lugares que no hay que dejar de ver en Bressanone. Se trata de una construcción que forma parte del complejo catedralicio en el que destacan las bóvedas góticas de crucería y los frescos que decoran los pasillos, incluidos los techos.

Se trata sin duda duda de una magnífica muestra de pintura medieval religiosa, un repaso por las historia de la Biblia. Hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos muchos ciudadanos no sabían leer, y la única forma de acercarles a las escrituras era a través de estas luminosas pinturas que decoran el claustro.

En el claustro está también la entrada a una pequeña iglesia, Nuestra Señora del Claustro. Dado su tamaño parece que se hubieran empeñado en meter demasiadas cosas dentro. Y es que en ella se cuentan nada menos que seis altares y muchas imágenes de la Virgen.

Dormir en Bressanone

Nosotros teníamos nuestro alojamiento para varios días en Bolzano. Nos pareció la mejor idea para recorrer la zona sin estar todo el día cargando con la maleta. Pero si alguno quiere dormir en Brixen, oferta os aseguro que no falta. Apartamentos, hoteles de diferentes categorías, agroturismo.

Os dejo unas sugerencias por si decidís dormir en Bressanone. Seguro que entre ellas encontráis la mejor para vosotros:

  • Hotel Jarolim. Un establecimiento sencillo que ocupa un edificios del siglo XIX, muy cerca del centro.
  • Hotel Traube. Este es un hotel pequeño, de gestión familiar, con mucho encanto y situado junto al Palacio Episcopal.
  • Tourist Hotel. Ofrece habitaciones modernas y alquiler gratuito de bicicletas.

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