Si te hablo de Toscana seguro que vienen a tu cabeza las bellas ciudades de Florencia, Pisa o Siena. Son sin duda las ciudades más turísticas de esta región italiana. Pero hay mucha Toscana más allá del Ponte Vecchio, la Torre de Pisa o la Fiesta del Palio. Yo he podido comprobarlo en una escapada de fin de semana a una comarca toscana en la que he podido disfrutar de la mejor gastronomía italiana, conocer el origen de la motocicleta más famosa del mundo o pasear por pequeños pueblos de aspecto medieval. Hay mucho que hacer en Valdera, una comarca que es la prueba de que hay una Toscana interesante y olvidada más allá de sus más famosas ciudades.
Durante tres días he podido recorrer una parte muy desconocida de la Toscana italiana junto a una amigas. Ha sido un fin de semana de esos que no olvidaremos en mucho tiempo. Por lo que hemos aprendido, comido y por lo mucho que nos hemos reído. Y es que no hay duda que viajar con amigas es una terapia que de vez en cuando viene más que bien regalarse.
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Que hacer en Valdera: recorriendo la Toscana menos conocida
Pero ¿qué hemos hecho durante ese fin de semana largo en Italia? ¿De verdad hay tanto que hacer en Valdera como para dedicarle tres días? Sin duda la respuesta es sí. Sobre todo para aquellos que busquen huir de la rutas convencionales y su objetivo no sea solamente visitar grandes museos e impresionantes edificios. Valdera es una tierra para visitar sin prisa y en la que regalarse tranquilos paseos, disfrutar de la buena comida y descubrir como es el día a día de mucha de la gente que vive en esta fértil tierra italiana.
De modo que voy a recomendaros diez cosas que hacer en Valdera y que convierte a esta parte de Toscana en una escapada más que recomendable.
Descubrir el mundo de la trufa
Si hablamos de trufa seguro que a todos os viene su aroma inconfundible a la cabeza. Y ese gusto tan peculiar que da a los platos. Hasta ahí llegaba mi conocimiento de este hongo tan valorado en la cocina. Lo que no sabía es que la Toscana presume de ser el lugar que produce las mejores trufas del mundo. Siendo así no podíamos dejar de visitar en nuestra escapada italiana una empresa dedicada al mundo de la trufa: Savini Tartufi.
Se trata de un negocio familiar que funciona desde 1920. Ya son cuatro las generaciones que lo han dirigido y hoy es una de las empresas de Valdera que ofrecen visitas guiadas por el bosque en busca de trufas así como explicaciones detalladas sobre este hongo en su tienda/museo de Palaia. Fue en ese lugar donde nosotras aprendimos que no solamente existe la valorada trufa blanca, sino que dependiendo de la época se pueden encontrar otros tipos de trufa hasta un total de siete variedades dependiendo del mes. También nos explicaron que ya no se utilizan cerdos para buscar trufas. ¿La razón? Es muy difícil que nos se las coman. Por esa razón se entrenan perros para que sean capaces de localizar los hongos a cambio de galletas.
Y para demostrarnos la cantidad de posibilidades que ofrece la trufa en la cocina, nos ofrecieron un aperitivo en el que probamos desde deliciosas patatas fritas al aroma de trufa a cremas o aceites. Todos esos productos los tienen a la venta, además de otros como pasta, sal o arroz al aroma de trufa. Un lugar que volverá locos a todos los que disfruten con los platos condimentados con este valorado hongo.
Visitar el Museo Piaggio
¿Te gustan las motos? Pues esta es una de las cosas que hacer en Valdera que seguro te van a encantar. Porque visitar este museo que abrió sus puertas en el año 2000 es hacer un recorrido por la historia de los vehículos Piaggio y sobre todo, por la de la icónica Vespa, la motocicleta italiana por excelencia.
Este museo se encuentra en Pontedera, la ciudad que vio nacer a la Vespa y en la que se encuentra desde 1924 la fábrica Piaggio. En ella se construyeron aviones, trenes y diferentes vehículos. Muchos de ellos se pueden ver en la exposición del Museo Piaggio que ocupa la que tienda de herramientas, uno de los edificios más antiguos del complejo industrial de Pontedera. El museo se divide en cuatro áreas. Una está dedicada a exposiciones temporales. Otra a los vehículos Piaggio, como los famosos motocarros. La tercera zona la ocupan las motos de marcas de motociclismo y deportivas: Aprilia , Gilera y Moto Guzzi. Y la última de las partes del museo es la dedicada a la Vespa.
Para mi la parte en la que se recorre la historia de la Vespa es la más atractiva. Se pueden ver motocicletas de todas las épocas e ir comprobando como cambiaba ligeramente el diseño según avanzaba el siglo XX. También en esta parte del Museo Piaggio hay una parte dedicada a prototipos y otra en la que se exponen diferentes Vespas decoradas por artistas locales. Todo un mundo alrededor de una moto que parece no querer pasar de moda.
El acceso a este museo es gratuito y cierra solamente los lunes. De martes a sábado está abierto de 10:00 a 18:00 horas y abre el segundo y cuarto domingo de mes con ese mismo horario.
Pasear por Lari
No hay ninguna localidad en Valdera que destaque por su monumentalidad. Pero si hay unas cuantas lo suficientemente atractivas como para recorrerlas en busca de sus atractivos. Una de ellas es Lari. Allí pasamos nosotras una mañana conociendo el pasado etrusco de esta típica población de Toscana encaramada sobre una colina. En la parte superior de ésta es donde pudimos visitar el recinto amurallado dominado por el Castello dei Vicari.
Calles estrechas y empedradas con edificios renacentistas giran en torno al castillo que domina Lari. Subiendo unas escaleras se llega a este edificio. Se puede pasear a su alrededor y visitar su patio de armas de forma gratuita. Solo por disfrutar de las vistas sobre los campos de Toscana merece la pena el ascenso. Para acceder al interior del castillo, a la parte convertida en museo, hay que pagar una entrada de 4 € que permite visitar varias salas, entre las que se encuentran las que sirvieron como cárcel. Aunque el castillo no es muy grande, la visita es muy entretenida gracias a diferentes elementos interactivos que hacen que vídeos y audios informen sobre cada estancia que se visita.
Si se visita Lari no hay que perder la oportunidad de buscar el taller de Giorgio Salvadori. Un artesano que lleva años creando las maravillosas armaduras que se pueden en las fiestas del Palio de Siena y de Buti. Este jubilado ama lo que hace, sabe tanto sobre armaduras y es tal la pasión que pone en lo que cuenta que yo me hubiera quedado horas y horas viéndole trabajar y escuchando sus explicaciones. Para localizar su taller y preguntar si se le puede visitar, lo mejor es acercarse a la Oficina de Turismo de Lari.
Descubrir el Street Art de Valdera
Parece que no hay lugar en el siglo XXI que se resista al street art. Ni tan siquiera pueblos tan pequeños como los de Toscana se han resistido a esta tendencia. Uno de ellos es Lajatico, el pueblo natal del cantante Andrea Bocelli. Alrededor de la Piazza Vittorio Veneto se pueden ver muros y puertas decorados con singulares rostros que muy probablemente pertenezcan a algún vecino de la localidad.
Estando en Lajatico merece la pena dar un paseo por el pueblo para ver algunos edificios renacentistas, la iglesias parroquial o ese busto de hijo más célebre de la ciudad realizado por la actriz Gina Lollobrigida.
Para los incondicionales de Andrea Bocelli hay otro lugar que les puede interesar visitar. Se trata del Teatro del Silencio. Se encuentra a 2 kilómetros a sur de Lajatico y debe su nombre a una razón muy sencilla: solamente hay actuaciones allí dos veces al año. Es entonces cuando el cantante regresa a su tierra para ofrecer dos únicos conciertos. Si te interesa este evento recuerda que se tiene lugar en julio y que las entradas se agotan con mucha anticipación. El resto del año el lugar es mucho más bello por el entorno que por el propio teatro que no es más que un escenario con una escultura que cambia cada año.
Cata de vinos
Hablar de Toscana es hablar de vinos. De Chianti, Brunello o Montepulciano. En Valdera hay muchos viñedos, por lo que una forma interesante de descubrir más sobre el mundo de los vinos es visitar alguna de las bodegas de la zona.
Nosotras fuimos a Tenuta de Ghizzano, propiedad de la familia Venerosi Pesciolini que llegó a Ghizzano en el siglo XIV. Dedicados al cultivo y producción de vino y aceite, ofrecen diferentes tipos de catas. La que hicimos nosotras era en grupo y el precio por persona fue de 10 €. Incluye una explicación (en italiano) sobre la historia de la familia, los edificios, jardines y terrenos de su propiedad, una pequeña visita a la bodega y una cata de aceites y vinos.
Tomar el aperitivo a la italiana
Cuando llega la tarde y uno ya está cansado de hacer turismo, además es invierno y en la calle hace frío ¿hay algo mejor que buscar un local para tomar el aperitivo? Y si es el aperitivo a la italiana, mucho mejor. Porque algo que hacer en Valdera y en toda Italia es quedar con los amigos a media tarde para tomar un vino, un spritz o una cerveza en alguno de los muchos locales que ofrecen aperitivo. ¿En que consiste? Muy sencillo, durante el horario que podemos denominar de “merienda”, los bares ofrecen un buffet de platos no muy elaborados. Generalmente se pueden encontrar embutidos, salchichas, pizzas o emparedados. Durante ese horario el precio de la consumición aumenta unos 2 € y permite comer todo lo que quieras hasta que se retira el servicio.
En otros locales, en lugar de colocar un buffet te sirven en la mesa una gran bandeja con canapés, aceitunas y otros aperitivos. No puedes decir que no quieres comer, si entras en el local en ese horario tendrás que pagar el incremento del aperitivo. Así que lo mejor es ir con hambre. Incluso te puede servir de merienda-cena si no eres de mucho comer.
Además el aperitivo es un momento perfecto para socializar con los muchos italianos que disfrutan de esta costumbre. Aunque no sea complicado para un español y un italiano entenderse, nada mejor que viajar a Italia con alguna noción de esta bella y cantarina lengua. Con Babbel es fácil conocer típicas expresiones italianas y aprender a comunicarse en ese idioma en poco tiempo. ¿Te animas a aprender italiano y practicarlo mientras te tomas un spritz? Ningún sitio mejor para ello que Valdera. Dicen los oriundos de esa tierra que allí se habla el más puro italiano del país.
Descubrir los secretos de la pasta
Cuando os hablo de los secretos de la pasta, no me refiero a como cocinarla, que también tiene su aquel. Me refiero a como se fabrica la pasta de forma tradicional. Algo que puede parecer sencillo pero que encierra un montón de secretos. Y es que la pasta se puede fabricar en cinco horas… o dedicar un año al mismo proceso. Eso es lo que hacen en Martelli, una empresa familiar que lleva en funcionamiento desde 1926.
Pudimos visitar la pequeña fábrica en Lari, a los pies del Castello. En una calleja que lo dice todo: Via dei Pastifici. Allí está Martelli, con sus puertas abiertas a todo el que quiera conocer como se fabrica la mejor pasta italiana de forma tradicional. Nos explicaron cuales son los mejores ingredientes, cuales los materiales que se utilizan en la maquinaria, el tiempo de secado y hasta la razón por la que la pasta debe ser porosa y no lisa: para que absorba bien el sabor de los condimentos y salsas con los que va a ser cocinado.
Nos permitieron ver como se hacen los spaghetti y los maccheroni cambiando solamente una pieza de una máquina. Vimos los primeros colgados para secarse lentamente y no pudimos resistir la tentación de comprar esa pasta elaborada al modo tradicional para traerla con nosotras a casa.
Probar el limoncino
Yo pensaba que el limoncello era limoncello en todas partes. Pero no es así, y lo descubrí junto a mis amigas al visitar otra empresa tradicional de Valdera: Morelli. Como veréis hay muchas cosas que hacer en Valdera relacionadas con la alimentación, la bebida y los negocios familiares.
La pequeña empresa Morelli se encuentra en Palaia, muy cerca de Savini Tartufi. Es una negocio familiar que funciona desde 1911 aunque la actual factoría se inauguró en 2009. Son pocos los trabajadores empleados en la empresa, pero en contra de lo que podáis pensar, todo aquí se hace a mano. La producción es limitada, pero garantizan la calidad de cada uno de los licores que producen. Ellos mismos diseñan las etiquetas y se pegan a mano una a una en las botellas, las cuales también se cierran de forma manual.
Una visita a la fábrica permite ver cada proceso. Desde como se pela un limón a los recipientes en los que las cáscaras de cada fruto se dejan macerando en alcohol. A la salida nos ofrecieron una degustación de licores. Y ahí es donde aprendimos que el limoncello, en el norte de Italia se llama limoncino. El de Morelli está fantástico. Y su licor de regaliz también. La verdad es que todos los que nos ofrecieron estaban bastante buenos.
Comer, comer, comer
En Italia se come mucho. Y se come bien. Mientras se está comiendo, además de habla de comida. Así que no hay duda de que una de las cosas que hacer en Valdera es comer. La oferta gastronómica es amplia y deliciosa. Las localidades más grandes como Pontedera cuentan con un buen número de restaurantes. En las más pequeñas, como Lari, no faltan tampoco locales en los que disfrutar de la mejor comida toscana. Pasta, pan, aceite, carnes, embutidos, legumbres,…
Todo lo que llega a la mesa en Valdera nos supo a gloria. Creo que lo único que no nos gustaba de comer en Valdera era no tener el estómago más grande para no dejar nada en el plato. Porque allí las raciones son grandes, como las que te pone tu madre. Y si dejas algo en el plato alguien vendrá a preguntarte si no está bueno. Porque ni se plantean que a lo mejor lo que ocurre es que si comes más ¡revientas!
Dormir en un hotel rural
Estando en Toscana nada mejor para dormir que hacerlo en un lugar apartado del mundanal ruido, rodeado de cipreses, de olivos y con vistas a las colinas de Toscana. Así es el Hotel Casale Le Torri. Ubicado a las afueras de Ponsacco, este hotel nació de la reconstrucción de una casa tradicional toscana. Me encantó la atención de su personal (la mayoría habla español) y la presencia de unos tranquilos gatos que forman parte de la familia del hotel.
Entre sus estancias hay habitaciones y apartamentos. Nosotras estuvimos alojadas en habitaciones que sin ser un lujo si que están decoradas con gusto y cuentan con todas las comodidades. Desde wifi a secador, varias almohadas para cada cliente, TV, teléfono, minibar, caja fuerte, hervidor de agua y amenities con productos orgánicos. Me encantó el cabecero que decoraba mi habitación y ese armario que parecía rescatado de un anticuario.
El hotel ofrece desayuno, pero no se si sería por estar en temporada baja y tener pocos cliente, la verdad es que me pareció un poco pobre en cuento a variedad de productos. También cuenta con una piscina, un verdadero regalo para esos días de calor veraniego.
Aún siendo un hotel pequeño, hay dos áreas de estar para uso de los clientes. Para nosotras fueron lugar de reunión, de risas y de confidencias. Seguro que siempre recordaremos los ratos que pasamos allí por la noche antes de irnos a dormir y coger fuerzas para la jornada siguiente.
Cómo llegar a Valdera
Valdera es una escapada perfecta para un fin de semana. Forma parte de la provincia de Pisa, por lo que la mejor forma de llegar hasta allí es en avión. La compañía Ryanair vuela cada día entre Madrid y Pisa, por lo que en dos horas dejas de pisar suelo español para pisar suelo italiano.
Una vez en Pisa, la mejor forma de disfrutar de todo lo que hay que hacer en Valdera es alquilar un coche. Se puede hacer en el propio aeropuerto. O si el tiempo acompaña, mejor aún, alquilar una Vespa y recorrer Toscana sobre dos ruedas. Si te gusta esa idea, puedes llegar desde el Aeropuerto de Pisa a Pontedera en tren. La estación está a cinco minutos del aeropuerto y por 2,5 € estarás en Pontedera en unos 20 minutos. Para informarte sobre donde alquilar una Vespa lo mejor es ir a la Oficina de Turismo de Pontedera (a 2 minutos de la estación). Allí te darán todo tipo de información sobre Valdera. Desde qué ver a donde comer o cualquier otro dato que necesites.
Desde aquí quiero dar las gracias a Simona, Maria, Chiara, Giulia, Marco y Daria por lo mucho que nos ayudado y descubierto en la desconocida Valdera.
También gracias a Mar, Cristina y Carmen. Sin ellas este viaje no hubiera sido igual.
12 comentarios
¡Qué bien lo pasamos en Valdera! Al leerte me han venido a la mente todos esos días de descubrimientos, de risas y confidencias y, sobre todo, de mucho comer.
Ha sido un placer explorar contigo esta zona tan auténtica de la Toscana.
Besos.
Lo mismo digo, ha sido un viaje para recordar mucho tiempo y que del que nos han quedado un montón de buenos recuerdos. ¡Un abrazo!
¡Quiero volver! Qué bien lo pasamos chicas, espero que esta no sea la última vez que nos juntemos las cuatro, da igual el lugar, sois estupendas las tres. En Valdera conocí gente y lugares maravillosos y comí como una reina, totalmente recomendable, repetiría sin dudar, gracias por recordármelo Kris, un beso!
No creo que se nos olvide este viaje en mucho tiempo Carmen, 🙂
desde luego, cuando uno piensa en la Toscana no se le ocurre pensar en Valdera. Está bien conocer estas comarcas más rurales, menos conocidas. El tema de la trufa, por ejemplo, me ha parecido muy interesante. También estas empresas tradicionales que se dedican a elaborar el limoncino o la pasta local.
Espero poder acercarme por aquí algun día.
Recorrer Valdera es una buena forma de acercarse a la Italia más rural, esa que vive un poquito anclada en el pasado y en la que las tradiciones están muy arraigadas.
¡Hola Kris!
Hasta que no fuisteis vosotras yo ni había oído hablar de Valdera, ¡y resulta que está a 45 minutos de casa de Andrea!
Así que en alguna visita nos pasaremos por allí, porque parece un sitio súper interesante y, si se come bien (aunque realmente en Italia se come bien en todos lados) ya sabes que eso nos gana… Sobre todo el tema de la trufa, que nos encanta, aunque tiene que costar una pasta, ¿no?
No sabía que la Vespa era de la zona, ¡me apunto el museo!
¡Un besote!
¿A 45 minutos y no habéis ido aún? ¡¡¡Ya le estáis poniendo remedio!!!
Tomo nota de este lugar. Es verdad que sus ciudades vecinas se llevan toda la atención y seguro que tienen prioridad a la hora de elegir un viaje con tiempo limitado, pero para un segundo viaje merece la pena explorar un poco mas allá de los lugares mas conocidos
Gracias
GranPumuki
Las grandes ciudades siempre están en la lista de imprescindibles, y estos lugares más desconocidos son perfectos para conocer un poco más a fondo Toscana.
La Toscana es una región que de verdad que no sabemos porqué aún no la hemos visitado… Y sí, antes de leer tu post las “únicas” ciudades que se nos venían a la mente eran Pisa, Florencia y Siena, así que ¡gracias por descubrinos Valdera!
¡Qué chulo el Museo Piaggio! Esas “antiguas” (porque todavía se siguen utilizando) vespas son un amor y son tan tan italianas…. Muy curioso el tema trufas, no teníamos ni idea de su gran fama por esas tierras…
Y of course, lo de Italia con la comida no es normal. En nuestra escapada a Trastevere no dábamos a vasto y qué rico estaba todo, jejeje. Por supuesto siempre después del correspondiente spritz ¡Nos encanta!
Me alegra haberos descubierto un poquito más de Italia, a ver si de esta os animáis a conocer Toscana, sin duda una de las regiones más bellas de Europa.