Trevejo: una escapada perfecta en Extremadura

por Cristina Monsalvo
Trevejo

Al final de una carretera paisajística, a tan solo 40 kilómetros de la frontera portuguesa y en un enclave idílico. Ahí es donde te encuentras a Trevejo tras casi tres horas y media en coche desde Madrid. La primera imagen de esta aldea se tiene desde la carretera, cuando después de una curva, la silueta de su castillo, uno de los lugares que ver en Trevejo, se recorta en el horizonte.

Sobre las verdes montañas emerge este pueblo de Cáceres, uno de los más pintorescos que ver en la Sierra de Gata. Es el lugar perfecto para olvidarte de la civilización, del ruido, de la contaminación y hasta del siglo XXI. Todo en Trevejo invita a relajarse, a no preocuparse por el reloj, a comer cuando se tiene hambre y a dormir hasta que duele el cuerpo. Porque a Trevejo se va a vivir, pero de verdad. Sin convenciones ni prisas. Al ritmo que a cada uno del pidan la mente y el cuerpo.

Trevejo

Por supuesto, hay que conocer los lugares que ver en Trevejo. Son pocos, no hay que correr por si te queda algo sin visitar. Pasar unos días en este pueblo permite recargar las pilas, cambiar el dichoso chip y descubrir una de las zonas más desconocidas de Extremadura. Con calma. Hoy nos vamos a Robledillo, mañana a comer a San Martín de Trevejo y al día siguiente a darnos un baño en alguna de las piscinas naturales de la zona (ojo, en invierno el agua está muy fría, hay que resistir la tentación).

¿Conjunto Histórico Artístico?

En la Sierra de Gata hay cinco localidades declaradas Conjunto Histórico Artístico. Bueno, en realidad hay tres en las que el dichoso papeleo está por finalizar, entre ellas Trevejo. Pero llegará el día en el que este pueblo pueda presumir de ese título que bien merece. Mientras tanto, esta localidad ha aprendido a sacar partido a su historia, su arte y su naturaleza. Los vecinos de Trevejo saben que viven del turismo, y lo cuidan. Vaya si lo cuidan. Buenas charlas, tardes de partida en la taberna, calles cuidadas que invitan a pasear sin rumbo.

Qué ver en Trevejo

Antes de contaros que ver en Trevejo, toca descubrir un poquito de este pueblo. Lo más llamativo es su tamaño. O más bien su población: los habitantes censados no alcanzan las dos decenas. Eso sí, cuando llega el verano el pueblo cobra vida y son muchos los que acuden para disfrutar de la casa familiar o de alguna de las casas rurales de alquiler.

Por las tierras de Trevejo pasaron musulmanes, cristianos y franceses. Todos ellos de un modo u otro participaron en la construcción del pueblo que hoy podemos visitar.

Esta aldea cacereña pertenece al Ayuntamiento de Villamiel. Este pueblo está a tan solo 3 kilómetros y allí hay supermercado, farmacia y otros servicios de los que carece el pequeño y encantador Trevejo.

Aldea medieval

Nada más entrar en Trevejo hay una zona de aparcamiento. Es el lugar perfecto para dejar el coche y olvidarse de él. Aquí todo está cerca, y si no lo está, pues tampoco pasa nada. Hay que aprovechar el campo para pasear y los miradores para sentarse a contemplar el panorama, no desde la ventanilla de un coche. Mejor sentados en alguna piedra sintiendo como el aire puro entra en nuestro pulmones.

Son varias las casas de la aldea que se construyeron con piedras del castillo. Los franceses decidieron que si no era para ellos no era para nadie, y antes de regresar a su país dinamitaron la construcción. La gente del pueblo entonces aprovechó esas piedras de granito para su casas, una forma de que lo que desapareció del castillo siga formando parte de Trevejo.

La Calle Pizarro es la gran artería del pueblo, el lugar en el la gente de Trevejo sociabiliza. En ella hay bancos de piedra (perfectos para salir al fresco cuando cae la tarde). La taberna del pueblo está también en esa calle. Hay alguna fuente. Y los gatos la tienen como lugar habitual de paseo (siempre hay alguien comiendo en la taberna que comparta con ellos su plato).

De la Calle Pizzarro parten otras calles, serpenteantes e inclinadas. Forman un pequeño laberinto que parece querer terminar siempre en algún punto desde el que se distingue la silueta del castillo.

En cuanto a las antiguas construcciones del pueblo, como las escuelas (se pueden junto al aparcamiento) perdieron su función cuando la aldea se quedó sin niños. Ahora una casa rural y el consultorio médico ocupan ese espacio.

Castillo de Trevejo

Un cuidado paseo que se ilumina al caer la noche lleva desde la aldea al promontorio en el que se alza lo que queda del castillo de Trevejo. La construcción tiene sus orígenes en una fortaleza musulmana levantada para defender la plaza de los cristianos. Al final estos últimos ganaron la batalla, se hicieron con las tierras y sobre la fortaleza levantaron un gran castillo en el siglo XV. Sus torres están decorados con blasones, esos que dicen a quien pertenecía la construcción.

Trevejo

Este castillo estuvo habitado por diferentes órdenes religiosas, como la de Santiago o la de los Templarios. Y fue desde su almenara desde donde se arrojó al vacío Fernán Centeno, un bandido que tenía amedrentada a la población, cuando consiguieron encerrarlo en la fortaleza.

Ya os decía que los franceses fueron los culpables de la destrucción del que sin duda fue un imponente castillo. Solamente quedan en pie parte de sus murallas y la torre del homenaje, suficiente para convertir su silueta en el lugar más fotografiado entre los que ver en Trevejo.

Trevejo

Actualmente el castillo es una propiedad privada. Se puede acceder a su interior con prudencia. Ciertas zonas no son accesibles y no merece la pena arriesgarse a tener un accidente. Eso sí, aquel que se encapriche del castillo, que sepa que está a la venta por un más que módico precio (alguien nos dijo que 1 €). La condición para poder adquirirlo es que el nuevo propietario tiene que hacerse cargo de su restauración. ¿Alguien interesado por aquí?

Iglesia de San Juan Bautista

A los pies del castillo se puede ver (al menos por fuera) la iglesia del pueblo. Fue construida en el siglo XVI con grandes bloques de piedra, lo que le confiere un aspecto robusto. El ábside fue una añadido posterior, en el siglo XVIII. Desde su entrada las vistas al valle y al cercano pueblo de Villamiel son preciosas.

Tumbas antropomorfas

Alrededor de la iglesia se pueden ver varias tumbas antropomorfas de distintos tamaños, todas ellas muy bien conservadas. Se distingue perfectamente la forma de la cabeza y por el tamaño, parece que los que fueron enterrados en ellas no debían ser muy altos. Lo más probable es que estas tumbas pertenezcan a una necrópolis visigoda, aunque también se baraja la posibilidad de que en ellas se enterrara a los monjes templarios que vivían en el castillo. Pero todo son especulaciones, pues no hay restos de los cuerpos ni de las losas que debieron cubrir las tumbas.

Espadaña

A pocos metros de la iglesia y en un nivel superior de la montaña, se puede ver la espadaña, una de las construcciones más peculiares que ver en Trevejo. La espadaña se levantó sobre una antigua torre defensiva (es a ella a la que debe el campanario su aspecto fortificado) en la que se ha conservado el escudo de armas del comendador del castillo.

Trevejo

Dormir en Trevejo

Ya os decía que en esta aldea de Cáceres se han reinventado. Han visto en el turismo la posibilidad de mantener vivo Trevejo, y se han puesto manos a la obra con mucho acierto. Varias construcciones del pueblo son ahora casas rurales o apartamentos de alquiler. Durante mi estancia en Trevejo yo me alojé en los Apartamentos A Fala.

Ubicados en el centro del pueblo, todos tienen cocina, chimenea y zona de estar. Están decorados con gusto y son muy acogedores. Uno de ellos tiene una habitación doble son paredes de piedra y cama con dosel que ha sido elegida como un lugar perfecto para tener una noche a lo “50 sobras de Grey”. Ahí lo dejo.

Comer en Trevejo

En la calle Pizarro está el lugar de reunión de la aldea: El Buen Avío de Trevejo. Una taberna tan encantadora como el resto de pueblo. Tiene un puñado de mesas dentro del local y otras tantas en una placita a pocos metros. Es el lugar perfecto para tomar unas raciones en las que los productos de temporada y proximidad son los protagonistas. No faltan ni buen aceite ni buen vino en la mesa, y para aquellos que se animen a echar la tarde en el local, tampoco faltan juegos de mesa a su disposición.

Aunque la carta de esta taberna no es muy amplia, cualquiera de los platos que ofrecen en ella es una buena opción. Pero de entre todo, yo me quedo con la hamburguesa con cebolla caramelizada. Muy muy rica.

El Buen Avío de Trevejo sirve también de pequeña tienda en la que los vinos, el AOVE y las conservas son los protagonistas. También venden postales y sellos. Y en la puerta tiene el buzón de correos, por si alguno conserva esa tradición tan chula de mandar postales a la gente que aprecia.

Quizás también te interese

3 comentarios

Nacho 29/10/2022 - 9:42 AM

Excelente reportaje de uno de los tesoros del Norte de Extremadura mejor guardado, Una aldea que resiste al paso del tiempo, un enclave de 360 grados desde donde podrás divisar la Sierra de Gata en parte más oriental y Portugal, Cristina y Laura de Viajera Cinéfila dejaron huella en Trevejo, en un pueblecito con magia, Trevejo tiene alma y ellas lo descubrieron.

Reply
Cristina Monsalvo 30/10/2022 - 10:19 AM

Muchas gracias, Nacho. Descubrimos en Trevejo un pequeño paraíso rural que bien merece estar en alguna lista de los mejores lugares de España para olvidarse del reloj. Un abrazo.

Reply
Paco Piniella 12/11/2022 - 8:41 AM

Esta zona me la pateé hace años y la recuerdo muy bonita. Desde luego este pueblo del que hablas es una maravilla.
Saludos blogueros
LoBo BoBo

Reply

Dejar un comentario