Monasterio de Ardenica y la boda de Skanderbeg

por Cristina Monsalvo
monasterio de ardenica

Es probable que al viajar a Albania queráis incluir en la ruta por el país alguno de los yacimientos arqueológicos albaneses. Uno de ellos es Apolonia, una ciudad que fundaron los griegos en territorio ilirio y que más tarde ocuparon los romanos. Y ya puestos a hacer una parada en este lugar fundado hace siglos, no hay que dejar de acercarse al Monasterio de Ardenica, uno de los lugares más tranquilos que se pueden ver en Albania.

Esta antigua ciudad es el recinto arqueológico más grande que ver en Albania y una desviación a tener en cuenta si desde Tirana se va en coche hacia el sur del país o en dirección a los lugares que ver en Berat, una de las ciudad Patrimonio de la Humanidad en territorio albanés.

qué ver en Apolonia

A tan solo 25 kilómetros está el Monasterio de Ardenica. En un fantástico enclave, en lo alto de una montaña, rodeado de pinos, no hay que desanimarse por el estado de la carretera ni por las curvas. Son pocos kilómetro y cuando se llega al destino uno siente enseguida que ha merecido la pena desviarse para conocer este lugar.

Si en vuestro viaje a Albania no vais a tener coche de alquiler ni otro medio de transporte privado, os recomiendo reservar esta excursión a Apolonia y al Monasterio de Ardenica.

Historia de Ardenica

La historia de este monasterio se remonta al siglo XIII. Fue fundado por el emperador bizantino Andrónico II para celebrar su victoria ante Carlos de Anjou. El origen del nombre del monasterio podría deberse a que fue levantado, al parecer, sobre un antiguo templo dedicado a Artemisa.

El monasterio no tardó en crecer, en parte gracias a la cercanía a la Via Egnatia. Llegó a tener una gran biblioteca con más 30.000 obras, algo que convirtió al Monasterio de Ardenica en una importante centro intelectual en el que se formaban monjes, sacerdotes y hasta futuros obispos. La biblioteca fue pasto de las llamas en 1932, perdiéndose manuscrito de un gran valor.

MOnasterio de Ardenica

En el año 14511 tuvo lugar en este monasterio una celebración muy especial. La boda de Skanderbeg, militar considerado el héroe albanés por excelencia, con Donika Kastrioti.

La principal iglesia del complejo monástico está dedicada a la Natividad de la Virgen. Fue construida a mediados del siglo XVIII y financiada por los comerciantes de la actual Voskopojë.

El lugar ha llegado en pie hasta hoy gracias al obispo Banushi. Tras estar cinco años en prisión se convirtió en la gran figura religiosa opositora al régimen del dictador Enver Hoxha (si visitáis los lugares que ver en Gjirokaster podréis entrar en la que fue su casa, actual Museo Etnográfico). El obispo consiguió salvar el Monasterio de Ardenica de la destrucción en 1967, al recordar a los estudiantes que querían destruirlo el matrimonio en ese lugar de Skanderbeg (símbolo en ese momento de la propaganda comunista).

En 1969 fue depósito militar, más tarde se declaró Monumento Cultural. En 1991 lo devolvieron a la iglesia. Y desde 1996 vuelve a alojar a una comunidad de monjes ortodoxos. A fecha de hoy es el único monasterio ortodoxo en activo en Albania.

Visitar el Monasterio de Ardenica

El acceso a este tranquilo y cuidado monasterio es gratuita, pero hay que comprar un folleto explicativo que cuesta 100 leks y que vende con increíble humildad el vigilante del recinto. Saldrá a vuestro paso de forma sigilosa. Si amables con él, puede que consigáis, casi sin querer, ver algún lugar habitualmente cerrado al público.

El complejo, uno de los pocos monasterios fortificados en Albania, ocupa una superficie de 2.500 m2 y está rodeado por altos muros. El acceso se realiza por un pórtico abovedado.

Un vez dentro del recinto se puede ver a la derecha la Iglesia de la Natividad, de estilo bizantino. Por el resto del complejo monástico se reparten los establos, un antiguo molino de aceite, la casa de huéspedes, las celdas de los monjes y hasta una panadería. Los lugares a los que no pueden acceder los turistas están cerrados con cuerdas que impiden el acceso.

El edificio más importante que ver en el Monasterio de Ardenica es la Iglesia de la Natividad de la Virgen, en el centro del complejo. Fue construida en estilo bizantino con materiales que se trajeron desde Apolonia.

Monasterio de Ardenica

Una vez dentro de la iglesia son muchos los elementos a los que prestar atención. Desde el iconostasio de madera ricamente esculpido y dorado al singular púlpito. Hay que recordar vestir con decoro y que no se pueden hacer fotografías en el interior.

Entre los iconos es muy llamativo el que representa a la Virgen dando a luz (está a la izquierda de la puerta a los pies de la iglesia). Es obra del pintor Konstantin Shpataraku, realizado en el siglo XVIII. También de este artista son los retratos de dos soberanos (Jovan Vladimir y Karl Thopia) y el Cristo en la Cruz.

No hay que pasar por alto los frescos que cubren las paredes, con retratos de distintos personajes, escenas del Testamento o el Juicio Final. A nosotros nos acompañó amablemente el señor que nos había vendido los folletos. Gracias a él descubrimos algunos iconos y frescos que de otro modo habrían pasado desapercibidos ante nuestros ojos.

monasterio de ardenica

Al salir de la iglesia se me ocurrió preguntar si había sido en ahí donde se había casado Skanderbeg. Entonces me sonrió y nos indicó que le siguiéramos quitando una de las cuerdas que limitan los movimientos de los visitantes. Nos llevó a una pequeña capilla oculta tras la iglesia de la Natividad. Abrió la puerta y nos dejó entrar mientras nos contaba que era allí y no en la gran iglesia (construida mucho después) donde se había casado el héroe nacional de Albania.

Espero que os animéis a conocer el Monasterio de Ardenica. Un lugar algo alejado de las rutas más trilladas por Albania y que bien merece ser conocido.

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