Lohr am Main, la ciudad de Blancanieves

por Cristina Monsalvo

“Érase una vez una jovencita que vivía en un castillo rodeado por un frondoso bosque. Su padre, viudo, volvió a casarse y en su gran residencia no faltaba un espejo que hablaba. Más tarde la joven vivió en una ciudad con siete colinas y con unas minas en las que trabajaban personas enanas o muy bajitas.” Ahora metemos todo eso en un cuento, agitamos ¿y qué sale? Blancanieves, la historia de una jovencita que bien podría haber vivido en Lohr am Main.

Lohr am Main y el origen de Blancanieves

Parece ser que los hermanos Grimm se basaron en la historia de Mª Sofía Margarita Catalina von Erthal para escribir el que es sin duda uno de los cuentos más famosos de todos los tiempos: Blancanieves. Y es que la historia de Mª Sofía, nacida en 1725 en Lohr am Main, se asemeja y mucho a la de la joven del cuento.

En Lohr am Main hay un castillo y un bosque, Spessart. La zona era famosa por la elaboración de espejos. De hecho, en el castillo se puede ver el que perteneció a la familia de Mª Sofía. Hablar no hablaba, pero cierta curvatura en el cristal podía emitir eco. Por no faltar, no falta ni la madrastra. No sabemos si querría ser más bella que su hijastra ni si tenía como afición envenenar manzanas.

Mª Sofía se fue a vivir a Bamberg, una ciudad rodeada por siete colinas y con minas en las que trabajaban personas con enanismo. Fue en esa ciudad en la que la joven que inspiró el cuento de Blancanieves falleció, ciega, a los 71 años.

El cuento original de los hermanos Grimm se publicó en 1857. En él la madrastra, empeñada en matar a Blancanieves, termina quemada y la joven no despierta porque la bese un príncipe. Lo hace porque escupe el trozo de manzana que la había envenenado. El tema del beso fue una licencia de Disney para su película, que ganó un óscar honorífico (con siete más pequeños) por su innovación en el campo del entretenimiento.

Lohr am Main

Dónde está Lohr am Main

Antes de mi viaje invernal a Franconia, no tenía ni idea de la existencia de Lohr am Main. Ni de que allí hubiera nacido “Blancanieves”. Ha sido sin duda un grato descubrimiento conocer esta ciudad que me parece a tener en cuenta entre los lugares que ver en Baviera.

Para situar esta ciudad alemana en el mapa, indicaros que se encuentra en el estado de Baviera. Más concretamente en la región de Baja Franconia, dentro del área de Spessart-Mainland. A 85 kilómetros está Frankfurt y a 46 kms, Würzburg. Esta última ciudad es la capital precisamente de Baja Franconia.

Cómo llegar a Lohr am Main

El aeropuerto más cercano a la ciudad es el Aeropuerto de Frankfurt. Allí mismo se puede alquilar un coche o bien ir en tren hasta la estación central de la ciudad y desde allí subir a otro tren hasta Lohr am Main (aproximadamente 2 horas de viaje). Otra opción es ir en tren desde el aeropuerto hasta Hanau y coger en esta ciudad el tren hasta nuestro destino. De este modo, dependiendo de los horarios, nos podemos ahorrar hasta 25 minutos en el viaje.

También podemos llegar en tren hasta Lohr am Main desde Würzburg y Aschaffenburg sin hacer transbordos en otros localidades.

Aunque sin duda, la mejor forma de viajar hasta Lohr am Main es sin duda en coche. Eso permite tener transporte para visitar otros lugares del fascinante bosque de Spessart o para hacer una ruta por la región.

Dormir en Lohr am Main

La oferta hotelera de esta ciudad de Spessart-Mainland se reparte entre la propia localidad y los pueblos de los alrededores. Os dejo unas sugerencias, en primer lugar la del hotel en el que yo me alojé.

  • Boutique Hotel Bundschuh. Tiene muy buena ubicación, junto a la Antigua Escuela y a un corto paseo del centro histórico. Las habitaciones son sencillas pero con mucho color. La moqueta reproduce los zapatos de los enanitos, y cada habitación tiene un mural en el que se narra alguna escena del cuento de Blancanieves. Tiene aparcamiento, jardín y el desayuno es buffet. Ofrecen frutas frescas, pan recién hecho, embutidos y quesos de la región y todo lo que uno quisiera tener en la nevera a la hora del desayuno.
  • Weekly Boardinghouse. Si preferís una apartamento para vuestra estancia, en este establecimiento tienen los más bonitos de la ciudad. Están decorados con mucho estilo y además su ubicación es estupenda, muy cerca del centro.

Qué ver en Lohr am Main

Esta ciudad alemana atravesada por el río Meno se puede recorrer a pie perfectamente. Muchas de sus calles son peatonales, lo que hace más agradable y tranquilo ir descubriendo los lugares más interesantes de la ciudad. El casco antiguo es muy compacto, y los sitios que hay que ver fuera del mismo están también a un corto paseo.

Así que listo para caminar, y llevar los ojos bien abiertos. Porque donde menos esperéis podéis encontrar un enanito o alguna referencia curiosa a Blancanieves.

Torre Bayer

Esta torre anuncia la entrada al centro histórico de Lohr am Main. La Torre Bayer es la única que queda de aquellas que tuvo la muralla de la ciudad. Data de los siglos XIII/XIV, y tiene 40 metros de altura.

En invierno está cerrada, pero cuando llega la temporada alta, abre su puerta a los visitantes, que tras subir los 147 escalones que llevan a lo más alto pueden disfrutar de una bonita panorámica de la ciudad, con el Spessart y el Meno tras ella. Además de visitar la estancia en la que vivían el guardián de la torre y su familia. Es precisamente una de las familias que guardó la torre durante 200 años, los Bayer, la que terminó dándole su nombre.

Lohr am Main

Barrio de los Pescadores

A los pies de la Torre Bayer se encuentra el barrio que más me ha gustado. Casitas de entramado pintadas de colores, con puertas y ventanas decoradas con bonitos detalles. Dicen de este barrio medieval en los arrabales de la ciudad que es el mejor conservado en la Baja Franconia de entre todos los de este tipo que hay en la región.

Lohr am Main

Son dos las calles que cruzan el barrio: Fischergasse y Musselgasse. O lo que es lo mismo, la calle de los pescadores y la de los mejillones. Sin duda una clara referencia a quienes vivían en este lugar. No hay que perderse la fuente de piedra en la que se rinde homenaje a los pescadores de Lohr am Main.

Lohr am Main

Fue en este barrio donde estuvo la sinagoga de la ciudad, hoy desaparecida. Pero antes de ello, hubo una pequeña sala de oración en una casa alquilada a la que los judíos accedían por un patio trasero. Parece ser que esto fue una práctica habitual en el siglos XIX, teniendo que cumplir para ellos con sencillas pautas: que al menos hubiera diez hombres y contar con uh rollo de la Torá.

Lohr am Main

Iglesia de San Miguel

Dejando atrás el Barrio de los Pescadores y rodean la Torre Bayer, se avanza hacia el centro de la ciudad. Antes de llegar a la calle principal hay que torcer a la derecha para llegar a la Iglesia de San Miguel, que se encuentra en el centro de un plaza.

En la Alta Edad Media, la iglesia se convirtió en una iglesia fortificada (entre los lugares que ver en Rumanía se conservan varios recintos de ese tipo). Era el centro de un recinto cerrado, algo que todavía a día de hoy es fácil percibir. Basta observar la disposición de las casas y la puerta que lleva a Kapuzinergasse, que fue el acceso al recinto fortificado.

Lohr am Main

La actual iglesia es de estilo gótico y fue construida entre los siglos XIII y XV sobre edificios anteriores. La parte más antigua del templo es la sacristía románica. Alrededor de la iglesia y en el interior se pueden ver algunas lápidas, probablemente una pequeña muestra de las muchas que hubo en el cementerio que hubo en la plaza y del que se conserva una antigua cruz.

Hauptstraße

Llegamos a la calle principal de la ciudad. Es peatonal y cruza el centro histórico de Lohr am Main. Se trata de una vía comercial en la que los modernos negocios se ubican en los bajos de edificios históricos de entramado, atractivos protagonistas de Hauptstraße.

Algunas de esas casas son de estilo gótico, y no es raro encontrar en sus fachadas figuras de la Virgen. Teniendo en cuenta que Alemania es un país de mayoría protestante, puede que precisamente los católicos quisieran dejar patente que lo eran, anunciando con esas vírgenes en sus casa la fe que profesaban. Es algo que hemos visto en otras muchas ciudades. Dando un paseo por los lugares que ver en Amberes, no faltan fachadas con vírgenes en hornacinas. En esa ciudad, los que tenían esa figura en su casas estaba exentos del pago de impuestos. ¿Puede que en las ciudades alemanas pasara lo mismo?

En esta animada calle hay más cosas en las que fijarse. Desde no hace mucho, allí espera a los visitantes uno de los siete enanitos del famoso cuento inspirado en la ciudad. Y algo más adelante, una singular Blancanieves con un espejo en la mano saluda a los visitantes.

Lohr am Main

Otra de las señas de identidad de Lohr am Main son los letreros dorados de sus negocios. Una tradición que hace siglos anunciaba a los viajantes que podían encontrar en cada edificios. Posadas, relojeros, zapateros. Una forma mucho más elegante que los neones que llegaron en el siglo XX.

Lohr am Main

Plaza del Mercado y Ayuntamiento

En el centro de esta calle está la Plaza del Mercado. Y en ella, el edificio del antiguo ayuntamiento, rodeado por antiguas posadas y una fuente obra de Hermann Amrhein, un artista de la ciudad.

Lohr am Main

El viejo ayuntamiento se construyó entre 1599 y 1602.  Lohr am Main era un ciudad relevante en aquel entonces, siendo ello la razón de levantar el magnífico edificio que podemos ver actualmente. Bajo él se ha celebrado siempre el mercado semanal, permitiendo los grandes arcos que hay bajo el edificio que los jinetes pudieran acceder a la zona cubierta sin tener que desmontar. Esa zona se cerró en el siglo XIX, y actualmente es una espacio en el que se celebran exposiciones y conciertos.

Una de las curiosidades del ayuntamiento es que en su construcción participaron nada menos que 21 canteros. Cada uno de ellos tenía su propia marca, la cual se puede ver en las piedras. No hay que dejar tampoco de fijarse en las cabezas que hay pegadas por todo el edificio.

Lohr am Main

Antiguas bodegas

La Oficina de Turismo de Lohr am Main se encuentra en este histórico edificio del siglo XIV. La parte superior es de entramado, mientras que la inferior, como en todas las construcciones de este tipo, es de piedra. Aquí se fabricaban barriles de madera para el vino que ya desde hace tiempo se produce en esta región alemana.

Castillo de Lohr am Main

La estrella entre los lugares que ver en Lohr am Main es sin duda su castillo. Tanto por ser el hogar de la joven que inspiró el personaje de Blancanieves como por el museo que aloja en su interior.

El nombre oficial del castillo es Kurmainz, y comenzó a ser construido en 1340 por los condes de Rieneck. Con el paso de los siglos, la fisonomía del castillo ha ido cambiando. Se añadió un foso, una muralla que rodeaba y las torres que lo convierten en un castillo de cuento.

Lohr am Main

Spessart Museum

Este museo, en el interior del palacio, es un recorrido por la historia, la cultura y las tradiciones de Lohr am Main. Repartidas en tres niveles, las salas del Spessart Museum se dividen por conceptos.

Hay una sección dedicada al vidrio (en el segundo piso) que comienza con una recreación de la elaboración de ese material. Distintos objetos se exponen en vitrinas, hasta llegar a una sala en la que los protagonistas son los espejos. El más espectacular de todos ellos es el que perteneció a la familia de Mª Sofía.

Otra de las zonas del museo está dedicada a la importancia de la madera y del bosque en el desarrollo de la economía de la ciudad. Muebles, instrumentos musicales y otros objetos de madera se exponen en las alas del primero nivel del museo.

En la planta baja se recrean las salas que estuvieron en esa zona del castillo. Desde una cocina a una mazmorra. Además de objetos relacionados con la historia de la ciudad.

No hay que olvidar tampoco, sobre todo si se viaja con niños, la zona dedicada a Blancanieves. Allí hay figuras de la famosa protagonista del cuento de los hermanos Grimm y un teatrito con una figura de la joven perfecta para hacer simpáticas fotos.

Horarios y precios del Museo de Spessart

El precio de la entrada es de 3 € (2 € niños en edad escolar) e incluye audioguía en varios idiomas (sí, español también).

  • Cerrado los lunes.
  • Lunes a sábado: 10:00 a 16:00 horas.
  • Domingos y festivos: 10:00 a 17:00

Vieja escuela de Lohr am Main

Dejando atrás el centro histórico, hay algunos lugares a los que merece la pena acercarse. Uno de ellos es la vieja escuela de la ciudad. Un edificio de estilo neorrenacentista construido a principios del siglo XX.

Arte urbano de Blancanieves

Muy cerca del anterior edificio, junto a Kaibach, un riachuelo que cruza la ciudad, se puede ver una bonita muestra de arte urbano. En ella se representa a una joven Blancanieves acompañada de niños que pescando. Incluso, si te fijas bien, encontrarás un gatito esperando a que alguien se acuerde de él y le de algún pececito que llevarse a la boca.

Lohr am main

Alte Mainbrücke

El viejo puente de Lohr sobre el río Meno conecta la zona antigua de la ciudad con el barrio de Sendelbach. Fue construido en el último tercio del siglo XIX y destruido en un bombardeo en marzo de 1945. Poco más de un año después, el puente había sido reconstruido permitiendo cruzar de un lado al otro del río nuevamente.

Escultura de Blancanieves

En 2016 se instaló junto al nuevo ayuntamiento de Lohr am Main una nueva escultura de Blancanieves. A mí personalmente no me gustó, demasiado extraña. Pero el jurado del concurso convocado en 2013 no debió pensar igual cuando decidió que la obra de Peter Wittstadt fuera la ganadora. Es una figura de 3 metros de altura realizada en bronce. ¿A vosotros que os parece?

Conociendo a Blancanieves en Lohr am Main

Ya habréis visto que varios de los lugares que ver en Lohr am Main están relacionados de un modo u otro con Blancanieves. Pero no acaban ahí los atractivos que permiten al visitante acercarse a la protagonista del cuento de los Grimm. Hay otras formas de conocer a ese personaje y también a la joven que vivió en la ciudad. Os cuento algunas de ellas.

Blancanieves y Lohr am Main

Saluda a Blancanieves

Nada mejor que recorrer esta bonita ciudad de Franconia de la mano de un guía experto. Y si el paseo comienza saludando a Blancanieves, mejor aún. Es una actividad gratuita que tiene lugar solamente en determinadas fechas de vacaciones escolares y verano. Para saber si vuestra visita a Lohr am Main coincidirá con ellas, lo mejor es contactar con la oficina de turismo.

Enanitos y preguntas

Repartidos por la ciudad hay unos enanitos (en realidad es solamente su gorro lo que vais a ver, a mí me costó descubrir lo que eran). Basta levantar el gorrito para encontrar detrás una pregunta. ¿Seréis capaz de acertar con la respuesta?

¿Quieres que te cuente un cuento?

Imagina que es la propia Blancanieves la que cuenta su historia en el castillo en el que vivió. Eso ocurre cada segundo y cuarto domingo de mes entre abril y octubre. No tiene costo especial, solamente se paga la entrada al castillo. Lo malo es que si los niños no hablan alemán no van a entender nada, pero seguro que les hace mucha ilusión ver en persona a una de las protagonistas de un cuento.

Comer en Lohr am Main

La gastronomía de esta ciudad junto al Meno es la típica de Alemania y Baviera. No faltan en la mesa salchichas, verduras ni pescado. En el centro de la ciudad hay cafés y restaurantes perfectos para disfrutar de un rato de relax o de una contundente comida con sabor alemán.

Yo os recomiendo el local de estilo rústico en el que cenamos la noche de nuestra estancia en la ciudad. Bonito, animado y con una amplia bastante amplia (teniendo en cuenta que en Alemania los menús suelen ser sota, caballo y rey): Weinhaus Mehling. Está justo al lado del Ayuntamiento y es muy grande. Incluso en invierno y entresemana, conviene reservar. De entre lo que comimos, sin duda repetiría la trucha ahumada (llega a la mesa sin una sola espina) y una especie de “pizza” con pan negro, queso, tomate y jamón. Para chuparse los dedos.

Qué ver cerca de Lohr am Main

Si decidís visitar esta atractiva ciudad podéis animaros a conocer algunos otros lugares interesantes en los alrededores. O incluso pasar unas horas haciendo alguna de las muchas rutas habilitadas para caminar o montar en bicicleta repartidas por el bosque de Spessart. Paseos bajo altos árboles que son atractivos en cualquier época del año.

Castillo de Mespelbrunn

A poco más de 30 kilómetros de Lohr am Main se encuentra este castillo, uno de los más bonitos de Franconia. Rodeado por un lago, su silueta reflejada en el mismo es de verdadera postal. En invierno el recinto cierra a los turistas, pero desde su verja y desde los alrededores se pueden conseguir buenas vistas.

Marktheidenfeld

Al sur de Lohr se encuentra esta ciudad, otra de las que el río Meno baña a su paso por Franconia. Cuanta con un bonito paseo junto al río, con edificios históricos a la sombra de los árboles. No hay que dejar de visitar su Plaza del Mercado, con una bonita escultura que rinde homenaje a los pescadores. Ni la Franck-Haus, un edificio barroco restaurado que aloja estancias históricas y exposiciones temporales, además de un agradable café.

Würzburg

Estando a tan solo 46 kilómetros de Lohr am Main, no os podéis perder los lugares que ver en Würzburg. Ciudad en la que comienza la Ruta Romántica alemana y en la que la Residencia de los príncipes-obispos es visita obligada. Además es una localidad con mucho ambiente y un buen número de restaurantes.

Wertheim

Media hora se tarda en llegar en coche desde Lohr a esta ciudad, una de las más bonitas del sur de Alemania. Con su castillo dominando la ciudad y los ríos Tauber y Meno como parte de su fisonomía, Wertheim está formado por un laberinto de callejuelas por las que es un placer perderse antes (o después) de visitar algunos de sus museos.

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