Cuando viajamos a Myanmar aún no era el país de moda en el que parece haberse convertido, faltaba un mes para las elecciones que fueron el comienzo del cambio para los birmanos y por ello pudimos disfrutar de un viaje que ahora sería difícil repetir. Pudimos disfrutar de un país con poco turismo, con muchos lugares que se podían recorrer sin cruzarse con un solo viajero y con unos precios mucho más bajos de lo que lo son ahora. Gracias a ello nos pudimos permitir el capricho de alojarnos varios días en el Hotel Aureum Palace de Bagan, un verdadero lujo del que hoy en día tendría que prescindir.
A la hora de buscar alojamiento en la ciudad de las pagodas de Myanmar valoramos en un principio la ubicación, pero más tarde, viendo que para llegar a todos los lugares que había que ver en Bagan no quedaba más remedio que moverse en todas direcciones empezamos a buscar un hotel que nos gustara por encima de los demás. Y así encontramos el Aureum Palace. Nada más verlo pensé que sería prohibitivo, pero para mi sorpresa no solo tenía precios dentro de nuestro presupuesto. Es que los precios eran tan buenos que pudimos alojarnos en una villa con vistas a un estanque y a las pagodas. ¿Podía ser mejor?
Consultamos en la página web del hotel Aureum Palace el plano con todas las villas y finalmente reservamos una de las llamadas Jasmine Villa, pero no conformes con ello escribimos al hotel diciendo cual de las villas que había con ese nombre era la que queríamos. Estaba frente al estanque, con un terraza frente a las pagodas, cerca de la piscina y del restaurante, era el alojamiento perfecto… y en aquel entonces por menos de 100 euros la noche.
El día de nuestra llegada no dábamos crédito al ver la preciosa habitación que íbamos a tener cuatro noches: era grande, con salón, vestidor, aseo, baño, jacuzzi, una cama fantástica,… era como una pequeña casa perfecta decorada con mucho gusto y en la que no faltaba un detalle, desde gran variedad de amenities de calidad a albornoces, servicio de té/café, caja fuerte, aire acondicionado… Solamente hubiera podido mejorar en una cosa: en lugar de estar en Bagan, estar en un lugar donde no tuvieras que pasar el día fuera del hotel y así poder disfrutar más de todo lo que la habitación y el Aureum Palace ofrecen.
Entre las instalaciones y servicios del hotel lo que no olvidaré es la piscina. Rodeada de tumbonas, cuando te bañabas y comenzabas a nadar parecía que lo hacías hacia un infinito lleno de pagodas. Es sin duda una de las piscinas de hotel más bonitas y logradas que conozco, un lugar perfecto para relajarse al final del día. El Aureum Palace cuanta además con otra piscina cercana al edificio del hotel en el que están las habitaciones, pero pudiendo estar en la infinity pool, ¿quién iba a querer ir a la otra?
Todo el hotel está decorado con muebles de estilo asiático y complementos de marcado carácter birmano. En el lobby no faltaba un detalle y desde él se accedía al gran restaurante abierto donde cada mañana era un placer sentarse a desayunar, sin duda no podía soñar con mejores vistas cuando reservé habitación en este hotel para nuestra estancia en Bagan.
Cosas como la atención o la limpieza eran perfectas, no puedo poner ninguna pega a nada en este hotel que sin duda recuerdo como uno de los más bonitos en los que he estado. Sin embargo, el detalle de la ubicación terminó siendo un poco pesado. Y es que el Aureum Palace está lejos de todo. Hasta para salir a cenar había que llamar a un taxi, con lo cual, si a la cena fuera del hotel le sumabas el importe del transporte, al final el precio se subía hasta el mismo nivel que cenar en el hotel. Aún así nosotros salíamos porque no nos gusta quedarnos siempre en el mismo sitio, pero una noche si cenamos en el hotel y la verdad es que todo estaba delicioso pero los precios eran elevados incluso para aquella época, así que si todo ha subido en la misma proporción me imagino que alojarse o cenar en este precioso establecimiento debe ser ahora un pequeño lujo.
A pesar de ello, si alguno se quiere dar un capricho no hay duda de que encontrará en este hotel el lugar perfecto para hacerlo, porque además de todo lo que os he contado el Aureum Palace cuenta con Spa, gimnasio y hasta un servicio de limusinas. Para que luego digan que los ricos no viven bien… Y recordad que a pesar de la distancia cualquier ubicación en Bagan es buena para ir en busca de las cientos de pagodas y Budas que hay en Bagan, e incluso para hacer una escapada al cercano Monte Popa.
