¿Sabías que en Albi se encuentra uno de los ocho lugares Patrimonio Mundial de la Unesco que (de momento) hay en la región francesa de Occitania? Se trata de la Ciudad Episcopal y está inscrita en la citada lista desde 2010. Pero no es este lugar la única razón para visitar los lugares que ver en Albi. Si tenéis en mente hacer una ruta por Occitania apuntad el nombre de esta ciudad. Porque os aseguro que son muchas las razones para pasar en ella al menos unas horas.
Desde que empecé a preparar nuestro viaje a Occitania y Toulouse en Navidad tenía claro que Albi sería una de las ciudades que quería visitar. Y al hacer una ruta en coche por esta región francesa tenía la oportunidad de parar en ella, verla decorada para celebrar las fiestas navideñas y conocer sus lugares más emblemáticos.
Llegamos a Albi tras haber dormido en Gaillac y teníamos que seguir viaje hasta Castres, la ciudad en la que se celebra el mayor mercado de Navidad del sur de Francia. Disponíamos solamente de unas horas para conocer los lugares que ver en Albi, la ciudad natal de Toulouse Lautrec. Es cierto que nos quedamos con ganas de pasar más tiempo en la ciudad para conocerla un poco mejor, pero con un viaje de tan solo cinco días por el sur de Francia había que aprovechar al máximo las horas de luz para poder cumplir el plan de viaje.
Lo cierto es que Albi me ha parecido una ciudad tan atractiva que no descarto regresar a ella. Está tan cerca de Toulouse y hay vuelos tan baratos a la capital de Occitania que puede que regrese en otra época del año para conocerla más a fondo.
Índice del artículo
Cómo llegar a Albi
Tanto Albi cómo Toulouse están cerca de la frontera española y seguro que eso anima a más de uno a viajar directamente hasta ellas en coche. Otra opción, más cómoda, es volar hasta Toulouse y desde allí alquilar un coche o utilizar el transporte público para llegar a Albi o a otras de las muchas y atractivas ciudades de Occitania.
Desde Madrid, Málaga, Sevilla o Alicante hay vuelos directos hasta Toulouse. En algunos casos los vuelos son diarios y con distintos horarios. Una vez en el Aeropuerto de Toulouse habrá que desplazarse hasta la Gare Matabiau si la intención es viajar directamente hasta Albi. Lo más cómodo es el autobús que va directo hasta la estación de tren. Otra opción es ir en tranvía hasta Aèrenes y desde allí viajar en metro (Línea A) hasta Marengo SNCF, a sólo 5 minutos a pie de Gare Matabiau.
Desde esa estación salen los trenes directos hasta Gare d’Albi-Ville. El viaje dura poco más de una hora y la estación de Albi está a unos 15 minutos a pie del centro de la ciudad.
Si llegáis a Albi en coche, ya sea el vuestro o de alquiler, tened en cuenta que todo el centro de la ciudad es de estacionamiento regulado con un límite de tiempo. La mejor opción sin duda será dejar el coche en una aparcamiento por horas ya que en ellos se puede dejar el coche todo el tiempo que necesites. No es lo más barato, pero si quieres dejar el coche cerca del centro no te quedará más remedio que pagar. Por si os sirve de referencia, nosotros por 5 horas pagamos 8 €.
Qué ver en Albi en un día
Hay tanto que ver en Albi que es imposible verlo en un solo día. Al menos lo fue para nosotros que somos viajeros lentos que invertimos mucho tiempo en pasear y curiosear cada calle o rincón que llama nuestra atención. Aún así creo que sacamos buen partido a las horas que estuvimos en la ciudad y pudimos ver un buen número de lugares, todos los que os voy a contar a continuación.
Pero, ¿por dónde comenzar a visitar esta ciudad de Occitania? Yo os diría que por la Oficina de Turismo. Allí encontraréis personal que habla español y que además de entregaros mapas o folletos os ayudará a resolver cualquier duda sobre la ciudad.
Tened en cuenta que la mayoría de los lugares que ver en Albi se encuentran en su casco antiguo y éste no es demasiado grande por lo que podréis llegar paseando en poco tiempo a todo los lugares que os voy a indicar.
Place Sainte-Cécile
Esta plaza es sin duda el lugar perfecto para comenzar la visita a Albi. Es en ella donde se encuentran los edificios de la antigua ciudad episcopal: la Catedral y el palacio episcopal. Dos imponentes edificios que se cuentan entre las mayores construcciones del mundo hechas de ladrillo. También en esta plaza está la Oficina de Turismo que abre todos los días (excepto domingos) de 10:00 a 17:00 horas.
Mercado Cubierto
Nada más salir de la Oficina de Turismo hay que girar en la primera calle a la derecha para llegar al Mercado Cubierto de Albi. Para su construcción se convocó un concurso en 1901 siendo el proyecto de Thierry Bourdois y André Michelin el ganador. Este edificio triangular de metal y paredes de ladrillo ocupa el centro de Saint-Julien, el barrio gourmet de Albi con sus bares, cafés, restaurantes, y por supuesto, con este mercado en el que encontrar los mejores productos frescos de la ciudad.
El mercado cierra los lunes y abre solamente por la mañanas, de 7:00 a 14:00 horas. El mejor momento para visitar este lugar es a primera hora, cuando todos los puestos están preparados para la llegada de clientes, aún no hay mucha gente y se pueden hacer fotos con tranquilidad.
Catedral de Santa Cecilia
Este impresionante templo ocupa el centro de la plaza a la que da nombre. Su austero exterior de ladrillo (es la iglesia más grande del mundo construida en este material) la hace parecer casi una fortaleza. Y esa era la intención: construir una fortaleza de la fe cómo respuesta a la herejía cátara.
Viendo los altos muros de esta catedral es difícil imaginar lo que nos espera dentro. Porque todo lo que tiene de sobria esta catedral en su exterior lo tiene de pomposo su interior. Basta cruzar la puerta de la catedral para dejar atrás el color rojizo del ladrillo que dentro del templo está cubierto por 18.500 m2 de frescos y esculturas.
No hay rincón dentro de la Catedral de Santa Cecilia de Albi que no esté decorado con alguna pintura. Desde los 1.900 m2 de sus bóvedas a cada de una de sus capillas, las paredes de este templo francés son una gran pinacoteca, una biblia gigante perfecta para que los fieles, analfabetos en su mayoría, vieran en imágenes lo que su ignorancia no les permitía leer.
Una de las pinturas más admiradas en la Catedral de Albi es el Juicio Final, rodeando el altar. Nada menos que 300 m2 en los que ángeles con trompetas anuncian la resurrección y el Juicio Final mientras los muertos salen de sus tumbas. No falta en esta obra de estilo flamenco el infierno representado cómo un lugar desordenado y lleno de monstruos. El fuego cómo telón de fondo a la representación de los castigos que sufren en el infierno los que pecan de gula, envidia o avaricia.
Otro de los elementos que destacan en la Catedral de Santa Cecilia de Albi es su jubé, ese muro que en las iglesias monásticas separaba el coro del presbiterio. El de esta iglesia es una obra magnífica que con sus 200 estatuas lo convierten en el mayor conjunto escultórico francés de la Edad Media. En su interior, el coro. Se conserva íntegro, algo que le hace único en territorio francés.
Por último hablaros del órgano, situado sobre el altar y las pinturas del Juicio Final. Es imposible no verlo: mide nada menos que 16 metros de ancho y 15 de alto. Ésto le convierte en el órgano clásico más grande de Francia.
¿Creéis que hemos acabado? Pues no. Cuándo crees que ya has visto todo en este templo francés, subes unas escaleras hacia la Sala del Tesoro y ¡voila!. Allí se puede contemplar uno de los dos mapas más antiguos en los que el mundo se representa completo. Cómo veréis, la Catedral de Albi es un suma y sigue de elementos excepcionales.
Horarios de la Catedral de Albi
- Lunes a sábado de 9:30 a 18:00 horas.
- Domingo de 9:30 a 10:15 horas y de 13:30 a 17:30 horas.
En esos mismos horarios se pueden visitar el coro y la Sala del Tesoro. Para acceder a ambos lugares hay que adquirir una entrada en el puesto de venta de recuerdos nada más entrar a la Catedral a la derecha. Con la entrada entregan audioguía en varios idiomas (entre ellos español).
Tarifas Catedral de Albi
- Billete combinado coro + tesoro: 6 €
- Entrada al coro: 5 €
- Entrada gratuita para menores de 12 años.
- Billete combinado incluido con el Albi City Pass
Palacio de la Berbie, imprescindible que ver en Albi
Construido junto a la Catedral, este palacio se cuenta entre los edificios más grandes del mundo construidos con ladrillo siendo también uno de los palacios episcopales más grandes de Francia. Su aspecto se asemeja más a una fortaleza que a lo que imaginamos debe ser un palacio. Y eso que con el paso de los siglos, los poderos obispos lo fueron convirtiendo en residencia de recreo y fabuloso mirador sobre el río Tarn.
El acceso a varios lugares del este palacio es gratuito. Solamente hay que pagar para acceder a su interior, lugar en el que se puede visitar el Museo Toulouse Lautrec. La entrada al Palacio de la Berbie está cerca del ábside de la Catedral. Se puede ir directamente desde la plaza o animarse a rodear el imponente templo hasta llegar a un arco que parece no tener salida. Sólo hay que continuar caminando por la Rue de la Temporalité hasta dar con la entrada al recinto palaciego.
Tras bajar unas escaleras, podemos continuar de frente y entrar al palacio. O bien rodear el edificio hacia la izquierda para llegar al mirador sobre el río Tarn. Desde allí hay unas bonitas vistas con los jardines del palacio y el río al fondo. También se puede bajar la escalera que lleva al paseo que rodea los cuidados jardines que ocupan la antigua plaza de armas y que hoy, con sus cuidados arabescos de boj, forman parte de los jardines excepcionales de Francia.
Merece la pena pasear sobre el muro que rodea los jardines. Con bancos y esculturas, incluso en invierno es un bonito lugar desde el que contemplar los jardines, el río y la ciudad episcopal de Albi.
Horario del Palacio de la Berbie
El palacio abre su puerta todos los días del año de 8:00 a 19:00 horas.
Museo Toulouse Lautrec
Tras visitar el exterior del Palacio de la Berbie llega el momento de decidir si visitar o no el Museo Toulouse Lautrec. Es un museo que ofrece la posibilidad de conocer el interior del antiguo palacio episcopal a la vez que acercarse a la obra del que es seguramente el hijo más famoso de Albi.
Nosotros lo visitamos aunque no somos fans de la obra de este artista, pero creo que la posibilidad de visitar el edificio y de paso poder ver colección pública más importante del mundo de obras de Henri de Toulouse-Lautrec merece la pena.
El recorrido por el museo comienza en las salas en las que exponen las primeras obras de Toulouse Lautrec, descendiente de los condes de Toulouse, una de las grandes familias aristocráticas del sur de Francia. En esas salas se pueden ver retratos de familiares y pinturas de animales. Según avanzamos en el recorrido atrás quedan ese tipo de cuadros y en lo que cuelga en las paredes de las salas son esas obras que dieron fama al artista: las que no llevan al París de los burdeles y del espectáculo.
En total en este museo de Albi se exponen 31 carteles, 219 pinturas, lienzos, retratos y más de 500 dibujos de Toulouse Lautrec. Mientras se contemplan no hay que olvidar fijarse en la arquitectura del edificio, con sus bóvedas y paredes de ladrillo que nos recuerdan que estamos en uno de los edificios de ese material más grandes del mundo.
Durante el recorrido pasaréis por una sala medieval sin ningún cuadro colgando de sus paredes. Es una de las estancias destacadas en el Palacio de la Berbie: la Sala Palatina. Se atraviesa sobre una plataforma elevada bajo la cual se puede ver el antiguo pavimento de azulejos, uno de los mejor conservados de Europa.
Horarios y tarifas
Son tantos los horarios de este museo a lo largo del año que os remiendo visitar su web para conocerlos y de paso ver las tarifas actualizadas: Museo Toulouse Lautrec.
Barrios Medievales que ver en Albi
Una vez visitamos los edificios más destacados de la ciudad llega el momento de callejear. Alrededor de la ciudad episcopal se orquestan los cuatro barrios medievales de la ciudad, pasear por ellos os aseguro que es uno de los mayores placeres que ofrece Albi. Aunque está bien caminar sin rumbo en busca de callejones y plazuelas, os voy a contar que encontrar en cada uno de estos cuatro barrios para que no se os pase nada por alto.
Castelviel, el barrio más bonito que ver en Albi
Es probablemente el barrio más bonito de Albi. Fue propiedad de la familiar Montfort y estuvo amurallado, separado del resto de la ciudad. Es seguramente por eso que este pequeño barrio conserva su aspecto medieval. Su calle principal es la Rue de Castelviel. A ella asoman casas de colores y entramado de madera. Estrechas calles se abren paso a ambos lados, todas con el mismo aspecto de lugar por el que no hubiera pasado el tiempo.
Hay que girar en la primera calle a la izquierda, la Rue Savane. Al final hay una pequeña y tranquila plaza, para mi la más coqueta de Albi. Cómo no tiene salida hay que regresar de nuevo a la Rue de Castelviel y no dejar de mirar a la derecha, para ver la imponente torre de la Catedral entre los edificios medievales.
Al final de la calle hay una plaza, la Place du Château. Ahí estuvo el Castillo de los Condes de Toulouse.
Castelnau, un barrio medieval que ver en Albi
Se puede seguir el recorrido por los barrios medievales que ver en Albi por Castelnau, a la izquierda de la Catedral y rodeado por las calles Rue Sainte-Cécile, Rue Puech Berenguier y Rue des Prêtres. Este barrio data de los siglos XII y XIII. Las casas con entramado y contraventanas de madera siguen siendo las protagonistas en sus calles.
Una de las casas históricas de este barrio es la Casa del Vieil Alby, un vivienda de ladrillo y entramado típica de Albi que fue restaurante en 1970. Conserva todos los elementos tradicionales de estas viviendas, incluso el soleillou, una planta superior abierta para secar el grano.
En el número 2 de Rue des Prêtres se puede ver un ejemplo de viviendas tradicionales medievales. Es un conjunto arquitectónico que se organiza en torno a un patio en el que no faltan ni un pozo ni unas arcadas. Las viviendas fueron rehabilitadas en 1985 siendo desde entonces casas de protección oficial.
Burgo de St-Salvi
Separado de Castelnau por la Rue Sainte-Cécile, este barrio mantiene sus casas de ladrillo y se puede encontrar aún algún vestigio medieval. Sin embargo aquí los bajos de los edificios los ocupan en su mayor parte tiendas y restaurantes, siendo uno de los barrios comerciales de la ciudad.
Mantiene sin embargo un importante recuerdo de su pasado: la Colegiata de Saint Salvi. Da nombre al barrio y lleva el nombre del primer obispo de Albi. Llama la atención en la iglesia la mezcla en la construcción de piedra y ladrillo, indicativo de su fecha de construcción, el siglo XIII, cuándo se comenzaron a cambiar los materiales para levantar los edificios de la ciudad. Se conserva parte del claustro de la colegiata. Se puede acceder a él desde la iglesia o por una reja en la Rue Sainte-Cécile.
Las Combes
El último de los barrios medievales de Albi es éste, separado de la ciudad episcopal por la Place de l’Archevêché. Desde ahí las calles de este barrio bajan hasta el río Tarn. Su situación hizo que fuera un barrio próspero gracias a la actividad comercial. Y es que hasta mediados del siglo XVIII, dos calles de Combes permitían que el tráfico fluyera desde el puente hacia la ciudad: la Rue de la Grand’Côte y la Rue d’Engueysse. Ambas conservar hoy sus pronunciadas cuestas y antiguas casas por las que antaño subían carros cargados de mercancías.
Puente Viejo de Albi (Pont-vieux)
Este puente que ver en Albi tiene una longitud de 151 metros. Se construyó a principios del siglo XI y es uno de los puentes medievales que continúan en uso. Gracias a su construcción, el transporte de mercancías desde el País Vasco y Toulouse hacia Lyon aumentó, y con él los ingresos de la ciudad. Porque para usar el puente, los comerciantes que quería cruzarlo con carbón, pastel, productos alimenticios o pieles tenían que pagar un peaje.
En aquel entonces y durante siglos, el puente tenía dos puentes levadizos en los extremos y una torre en centro ya desaparecida. Tampoco están esos puentes y ahora la estructura del puente es continua, aunque con una curiosidad: si te fijas en los ojos de puente, verás que los de los extremos son más pequeños. Ello se debe a que fueron construidos cuando se quitaron los puente levadizos.
Desde el puente se tienen buenas vistas de la ciudad episcopal, pero merece la pena cruzarlo entero para llegar a alguno de los miradores sobre el río Tarn. Desde ellos, además de la ciudad episcopal, el Puente Viejo queda dentro de la vista. Para llegar a ellos hay que girar a la derecha nada más pasar el puente por la Rue Porta. A la derecha hay una zona de estacionamiento y detrás, un amplio mirador.
El otro lugar para tener buenas vistas de Albi está un poco más allá, caminando por la Rue Porta hasta la primera desviación a la derecha, la Rue du Port. Nosotros no fuimos hasta ese segundo mirador porque el día estaba muy gris y no nos pareció que mereciera la pena.
Hôtel de Reynès
De regreso al aparcamiento para recoger nuestro coche y continuar nuestro viaje por Occitanie atravesamos el barrio renacentista, otro de los lugares que ver en Albi. Allí se mezclan algunas casas aún de entramado con elegantes edificios del Renacimiento. Uno de los más destacados es el Ayuntamiento. Nos dijeron que tiene un bonito patio, pero nos tuvimos que conformar con ver su fachada pues lo encontramos cerrado.
En el edificio que si pudimos entrar fue el Hôtel de Reynès. Hoy está ocupado por la Oficina de Turimo del Tarn, lo que permite curiosear un poco su interior. Pero sin duda lo más destacado de este bello edificio, hogar de un rico comerciante de pastel, es su patio. Sus arcos, ventanas y columnas de piedra y ladrillo crean un bonito conjunto en el que llaman la atención los bustos de François Ier y su esposa Eléonore, dueños de la casa.
Qué ver en Albi en Navidad
Desde hace varios años solemos dejar unos días de vacaciones para disfrutar en Diciembre y hacer alguna escapada en busca de ciudades listas para Navidad. Hace un par de años descartamos Alsacia porque no nos apetecía visitar un lugar lleno de gente y nos decantamos por hacer una ruta por los Castillos del Loira. Fue todo un acierto, y este año hemos vuelto a Francia pero de nuevo buscando la Navidad en destinos no tan masificados. Así es cómo hemos llegado a Occitania y a Albi.
Las bonitas calles medievales de Albi se decoran de forma especial con la llegada de la Navidad. Nosotros encontramos decoradas con mucho encanto (ojo, esto no es Alsacia, aquí todo es discreto) varias calles del centro de la ciudad. Las más bonitas sin duda la Rue de Castelviel y la Rue Peyrolière. En ésta creemos que vive Papá Noel, pues vimos su ropa y la de su familia tendida en plena calle.
La Place Sainte-Cécile se llena en Navidad de abetos de distintos tamaños y colores que al caer la noche se iluminan. Y en la Place du Vigan se instala un abeto gigante, el mercado de Navidad y una feria con distintas atracciones.
Además, durante el mes de diciembre se celebran distintos eventos para conmemorar la llegada de la Navidad. Conciertos, desfiles y un vídeo mapping que ilumina algunos de los edificios de la ciudad con distintos motivos. Ésto no pudimos verlo porque visitamos Albi sólo unos días antes de que comenzara este espectáculo nocturno y gratuito.
Si visitáis Albi durante diciembre, lo mejor es informaros con antelación de las eventos que tendrán lugar, y si algo os interesa especialmente, organizar vuestro viaje para estar allí en la fecha adecuada.
6 comentarios
Que buen post!
Conocía poco de Albi, su imponente catedral y poco más. Como se que volveré a Toulouse algún día intentaremos combinar la visita con Albi ya que parece una ciudad muy interesante
¡¡Y es muy sencillo llegar!! Si la visitáis seguro que os encanta.
Por diferentes motivos, ya van dos ocasiones que hemos tenido que cancelar una escapada a Toulouse incluso con el vuelo reservado… 🙁 De Albi habíamos leído algo pero la verdad es que, hasta ahora que hemos leído tu post, no nos habíamos planteado visitarla como destino navideño.
Nosotros no hemos ido a Alsacia todavía, pero por las fotos que hemos visto, entendemos a qué te refires con turismo masificado… Así que nos apuntamos Albi y Toulouse para el próximo diciembre. 😉
Saludos.
Me refiero turismos masificado y que en Occitania la decoración es más sencilla, más de andar por casa. Nada parece un escaparate navideño 🙂
No pensaba que hubieran tantos sitios por ver en Albi. Pensaba que era más pequeño. Con Toulousse tengo una cuenta pendiente, pues estando en Carcassonne dejamos un día para ir, con tan mala suerte que calló el diluvio universal y nos quedamos en Castelnaudary. Espero ir y sumaré Albi a la ruta. Somos unos enamorados de los pueblos franceses, así que no lo descarto para nada. Las iglesias también nos gustan y la catedral de Albi debe ser fascinante. No me la perdería.
Un post muy completo!
Gracias por compartir tu experiencia.
Un saludo.
El sur de Francia es un suma y sigue de lugares atractivos ¡¡seguro que os llega el momento Toulouse/Albi!!