Dormir en Viena: Novotel Suites Wien City

por Cristina Monsalvo

Para mi encontrar el hotel perfecto en cualquier destino es todo un reto. Y dormir en Viena no iba a ser diferente. Sobre todo cuando los precios de los hoteles en esta ciudad, sin llegar a resultar tan elevados como para dormir en París, no son precisamente económicos. Encontrar un hotel bueno, bonito, barato y además bien ubicado para conocer los lugares que ver en Viena no es tarea sencilla.

Mi primera intención fue reservar un hotel para dormir en Viena, en el centro histórico de la ciudad y cerca de algunos de los lugares que visitar en Viena. Yo buscaba una habitación triple y enseguida me di cuenta que pocos hoteles de esa zona ofrecían esa opción. Encontré alguno que hubiera podido valer para nuestra estancia en la ciudad en esa zona de la capital austriaca, pero o eran muy antiguos, poco atractivos o muy caros.

Dormir en Viena: buscando hotel

Consciente de que había que ampliar la búsqueda a otros barrios vieneses escribí cuales iban a ser los requisitos para elegir hotel:

  • Cerca del metro.
  • Habitación triple y amplia.
  • Plato de ducha en el baño.
  • Opción de desayuno en el propio hotel o cafeterías cercanas.
  • Precio en torno a los 120 euros por noche.

Encontré entonces en mi búsqueda de hotel para dormir en Viena varias opciones muy atractivas. Algunos hoteles eran tipo boutique, decorados con estilo y con casi todo lo que pedía, pero en general las habitaciones eran pequeñas, demasiado justas para alojar a tres adultos. Me gustaban esos establecimientos, pero no me terminaban de convencer.

Dormir en Viena: Novotel Suites Wien City

Finalmente localicé un hotel que parecía cumplir con todos mis requisitos e incluso mejorar alguno. Era el Novotel Suites Wien City. Y lo mejor de todo era que el precio estaba por debajo de lo que yo había pensado, una buena noticia cuando se viaja a ciudades en las que los precios son más bien elevados. La habitación triple nos costó por noche 100 euros, un precio que no encontré en ningún otro hotel para dormir en Viena de características similares a éste.

Ubicación

Aunque sobre el mapa parecía que la distancia hasta el centro podía ser mayor, la verdad es que la ubicación de este hotel resultó fantástica. Se encuentra a tan solo dos minutos andando de la estación de metro Vorgartenstraße, en la línea U1. Esa línea nos llevaba en menos de 10 minutos hasta Stephansplatz ,el corazón de Viena. Estábamos a tan solo una parada de metro del Prater y apenas a 300 metros caminando del Danubio, el río que aunque no es azul como dice el vals forma parte de la ciudad y su historia.

Estar cerca del metro también permite ir al Aeropuerto de Viena en transporte público, un plus más a la ubicación de nuestro hotel en Viena.

Justo enfrente del hotel teníamos una preciosa cafetería y a unos 50 metros un enorme supermercado, perfecto para abastecernos y desayunar en la habitación con bollería recién hecha, zumos, yogures o embutidos. Una buena alternativa al desayuno del hotel para quien no quiera gastar cada día 15 euros por personas por él.

Desayuno en Viena en el Novotel Suites Wien City

El comedor del desayuno resulta un poco pequeño para un hotel del tamaño de este, pero consiguen con acierto que todo los huéspedes se acomoden en él. Cuando los días son templados o llega el verano, cuentan con un patio exterior en el que hay otro puñado de mesas. Resulta muy tranquilo puesto que no da a la calle sino a un patio interior.

En cuanto al propio desayuno decir que solo eché en falta la posibilidad de pedir huevos al gusto. A parte de ese detalle lo cierto es que el buffet era bastante completo. Embutidos, quesos, yogures, cereales, huevos revueltos o salchichas. Sin olvidar una gran variedad de panes, mantequilla de varios tipos y mermeladas. Tampoco faltaba la fruta, tanto fresca como en macedonia.

Cuentan con tres maquinas que dispensan bebidas. Una de ellas es la que corresponde a los zumos. Las otras dos a cafés. Yo no tomo esta bebida, pero mis padres comentaron que estaba muy bueno. Para los que cómo yo no tomen café, el hotel ofrece también una discreta selección de tés. Como detalle, todos los clientes pueden tomar el café que gusten durante el horario del desayuno (hasta la 10:30 a.m.) sin cargo. Por lo que quien quiera desayunar en la habitación puede bajar a por su café y subirlo sin problema a la habitación.

El precio del desayuno me pareció correcto: 15 euros por persona. Me pareció incluso barato si tenemos en cuenta que el día que desayunamos en la cafetería de enfrente pagamos 10 € por un bollo, un café y un zumo.

En la entrada del hotel tienen también una zona de venta de productos envasados. Emparedados, yogures o batidos. Opciones para una cena rápida o para meter algo en la mochila y comerlo mientras se recorre Viena.

Habitación

Las habitaciones (la nuestra fue la 508) son todas iguales. Muy amplias y luminosas, algunas con vistas a la calle y otras a la parte trasera del hotel. Cada habitación cuenta con una cama doble y una cama individual. Ambas zonas se pueden separar con unos paneles opacos que quedan escondidos entre los muebles. Una buena opción para dar intimidad a las dos zonas de la estancia.

dormir en Viena

En la parte de la cama individual hay una gran mesa y sillas. Un espacio perfecto para sentarse a desayunar o sencillamente a preparar la ruta del día. La habitación también cuenta con mini nevera, microondas, hervidor y un pequeño fregadero. En ese espacio dejan cada día un servicio con infusiones, cafés y cacao.

Respecto al baño está dividido en dos zonas. Por una lado un pequeño cuarto con el inodoro y un lavabo. En otra parte, la zona de aseo. Con bañera, ducha con mampara y otro lavabo. Es ahí donde cada día dejan (si el cliente lo solicita) toallas limpias, tanto de manos como de baño. Todas tiene buen tamaño y son de esas esponjosas en las que da gusto envolverse tras una ducha. En ambos lavabos y la ducha hay dosificadores de jabón, también dejan una pastilla de jabón de manos y un par de amenities, de champú y gel.

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En cuanto a los armarios, tiene dos pequeños espacios con perchas en los que apenas caben dos abrigos, y una zona con estantes en la que está también la caja fuerte. Poco espacio en general para dejar la ropa y otros enseres, sobre todo cuando además las mesillas son poco más que un baldas.

El hotel ofrece Wifi gratuito a los clientes, y la verdad es que funciona perfectamente, tanto en las habitaciones como en el resto de espacios del hotel. En cuanto a las TV, las habitaciones tienes una pantalla plana con infinitos canales entre los que encontramos dos españoles.

Lo que más me gustó del Novotel Suites Wien

  • La amplitud.
  • Comodidad de las camas.
  • La variedad de almohadas.
  • Tener el inodoro separado de la zona de aseo.
  • La calidad de las toallas.
  • Contar con mini cocina.
  • Que alguien hablara español en la recepción.
  • La ubicación, perfecta para ver Viena en dos días o en una semana.

No todo iba a ser perfecto, así que os cuento que fue aquello que me gustó menos en este hotel en el que dormir en Viena:

  • El secador de pelo es muy malo e incómodo.
  • Aislamiento lumínico.
  • Moqueta.
  • Falta de espacio para colgar o guardar la ropa, sobre todo cuando la habitación puede alojar a cuatro personas.
  • Que hubiera una cama turca extra que no necesitábamos (la tienen en todas la habitaciones).

¿Recomendaría este hotel para dormir en la capital austriaca al viajar a Viena?. La respuesta es afirmativa, creo que tiene muchos puntos a favor, sobre todo si lo que se necesita es una habitación amplia por viajar en familia. Este hotel tienen muchas ventajas que le convierten en una opción interesante para alojarse en la capital austriaca.

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Nota: la imagen de portada la hice en el Hofmobiliendepot, el museo que aloja la colección de muebles imperiales.

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